Furor por ¡®La piscina¡¯: el t¨®rrido ¡®thriller¡¯ que triunfa m¨¢s de 50 a?os despu¨¦s

La pel¨ªcula del verano en Nueva York no ha sido ni una superproducci¨®n palomitera de Hollywood decidida a desafiar los malos augurios taquilleros ni un drama de autor con tempranas aspiraciones de estatuilla. Cuando se estren¨® el pasado 14 de mayo en la sala del Film Forum, situada en el bohemio barrio de Greenwich Village, La piscina solo iba a permanecer en la cartelera de esta filmoteca especializada en cine independiente durante dos semanas. Pero el reestreno de este cl¨¢sico del cine franc¨¦s, motivado por una restauraci¨®n en calidad 4k, ha supuesto un ¨¦xito tan inesperado de p¨²blico que, pese a los cuatro pases diarios que alumbran su recorrido en taquilla, se mantendr¨¢ en las salas hasta el pr¨®ximo oto?o ¨Ccomo m¨ªnimo¨C y ya despliega sus tent¨¢culos por otra veintena de cines a lo largo y ancho del pa¨ªs. Un ins¨®lito fen¨®meno cimentado en un reparto estelar, un vestuario tan sofisticado como vigente y una propuesta escapista, magn¨¦tica y pasional, ideal para impermeabilizarse en tiempos pand¨¦micos. Sol, sexo, ostentaci¨®n y sospechas: no, no es un repaso al horizonte de Instagram en agosto, sino los ingredientes de la sorpresa cin¨¦fila de 2021.

¡°Es todo un ¨¦xito y la recaudaci¨®n no ha ca¨ªdo para nada. Hemos dado en el clavo con esta pel¨ªcula¡±, reconoci¨® al New York Times Bruce Goldstein, director de programaci¨®n en el Film Forum. M¨¢s all¨¢ de la evidente qu¨ªmica de la pareja protagonista, Alain Delon y Romy Schneider ¨Cque tambi¨¦n fueron pareja en la vida real¨C, Goldstein achaca el triunfo al clima an¨ªmico provocado por las restricciones sanitarias de los ¨²ltimos meses: ¡°Son unas vacaciones en el sur de Francia que mucha gente no se ha podido tomar este a?o¡±. Las butacas se agotaron incluso durante el reciente paso de la tormenta tropical Ida por la ciudad, que aneg¨® las salas del espacio y llev¨® a los espectadores a bromear sobre la ¡°inmersiva¡± experiencia vivida.

Con una villa de Saint Tropez como escenario, este psicothriller er¨®tico estrenado en 1969 narra el tenso encuentro entre una pareja que disfruta de su retiro estival y el examante de ella (Maurice Ronet), que les hace una visita sorpresa acompa?ado de su hija adolescente, una jovenc¨ªsima Jane Birkin. La id¨ªlica puesta en escena, el glamuroso vestuario, la banda sonora de inspiraci¨®n jazz, el mobiliario y hasta una fotograf¨ªa que evoca las pinturas de Hockney conforman junto a su t¨®rrido reparto un conglomerado que exuda glamur por todos sus poros. Pese a su ¨¦xito comercial, la cr¨ªtica recibi¨® con frialdad el filme por su ritmo m¨¢s que sosegado y en Espa?a la censura la recort¨® hasta el punto de convertirla casi en ininteligible para los espectadores de la ¨¦poca. Un cercenamiento enmendado durante los ¨²ltimos a?os por su presencia en las plataformas (Filmin), los remakes de alta alcurnia como Cegados por el sol (de Luca Guadagnino), las reediciones de lujo (desde este verano forma parte de la colecci¨®n Criterion) y una influencia sobre la pasarela que refuerza su vigencia en las nuevas generaciones. Perteneciendo a un g¨¦nero, adem¨¢s, en claro peligro de extinci¨®n hoy en d¨ªa.

Tras m¨¢s de un a?o y medio de confinamiento y restricciones, de aislamiento y pesadumbre, de bizcochos y videollamadas, ?qui¨¦n puede culparnos por querer contemplar a algunas de las figuras m¨¢s atractivas de la historia del s¨¦ptimo arte tumbarse alrededor de una piscina, luciendo prendas de dise?o y rodeadas de un lujo desvergonzado, sin hacer nada durante casi dos horas de metraje? Para Ana L¨®pez Cobos, la cinta es un ¨¦xito precisamente ¡°por su atemporalidad y su capacidad para teletransportarnos a un lugar donde las pulsiones m¨¢s oscuras del ser humano se entrelazan a la perfecci¨®n con el hedonismo y el tiempo detenido del verano¡±.

La figurinista, responsable de series como Paquita Salas o Veneno, tambi¨¦n considera los dise?os del encargado del vestuario de la pel¨ªcula, Andr¨¦ Courr¨¨ges, aprendiz de Balenciaga y ¡°arquitecto de la moda¡±, un elemento clave en su predicamento actual. ¡°El contraste entre una paleta de color neutra y las pieles bronceadas por el sol del verano, las espaldas descubiertas por los cuellos halter en prendas de ba?o y vestidos y su caracter¨ªstico corte trapecio, las camisas de Delon y Ronet, abiertas hasta la cintura y de materiales que permiten ver su torso en todo momento son algunos de los elementos que contribuyen a esa sensaci¨®n de libertad, sensualidad y sofisticaci¨®n¡±, relata.

Su compa?era de profesi¨®n, Clara Bilbao, expone a S Moda que, en cuesti¨®n de estilo, el thriller no es sino un ¡°muestrario viviente¡± de modelos que ejemplifican sin ataduras el movimiento est¨¦tico encabezado por Courr¨¨ges, que apostaba por la geometr¨ªa y la simplicidad en las formas. La tres veces ganadora del Goya por trabajos como La sombra de la ley o Nadie quiere la noche, considera que la atm¨®sfera y el esp¨ªritu de la cinta siguen tan vigentes como cinco d¨¦cadas atr¨¢s. ¡°Su est¨¦tica rinde un tributo a la belleza, la juventud y a la sensualidad. Hoy encontramos estos ingredientes tan potentes en series, pel¨ªculas, publicidad, Instagram¡­ Romy Schneider, Jane Birkin y Alain Delon no pueden ser m¨¢s bellos y sensuales. Eran modelos de aquella generaci¨®n. Podr¨ªan serlo de esta¡±.

Una de las prendas m¨¢s reverenciadas del filme es el ba?ador blanco que luce una Schneider empe?ada por entonces en alejarse para siempre de su rol como la emperatriz Sissi. Una pieza lisa y blanca que impacta precisamente por su sencillez y que, seg¨²n la estilista Paula Delgado, ¡°a d¨ªa de hoy sigue siendo moderna y con un escote en la espalda impecable¡±. L¨®pez Cobos cree que la silueta de Romy y las l¨ªneas de la pieza componen una ¡°ecuaci¨®n perfecta¡± y para Bilbao tanto la propia actriz ¨C¡°cuya imagen no es f¨¢cil apartar de la cabeza¡±¨C como la elecci¨®n crom¨¢tica son otros factores a tener en cuenta. ¡°El blanco, en teor¨ªa, evoca la pureza y la inocencia y, sin embargo, muchas veces es un color impactante porque resulta ser la expresi¨®n pura de la sensualidad arrogante, la exuberancia y de la transcendencia. No es una casualidad que el vestido m¨ªtico de Marilyn Monroe sea blanco tambi¨¦n¡±.

Pero el minimalista vestuario de La piscina brilla m¨¢s all¨¢ de los looks de Schneider y, en opini¨®n de Paula Delgado, cuenta con ¡°el mismo peso en el lado masculino que en el femenino¡±. Por ejemplo, las gafas de sol lucidas por Delon, las Vuarnet Legend 06, se convirtieron en todo un fen¨®meno entre los hombres de la ¨¦poca y hasta el mism¨ªsimo ep¨ªtome de la masculinidad de este tiempo, un James Bond encarnado por Daniel Craig, las recuperar¨¢ para la gran pantalla en la nueva entrega de 007, Sin tiempo para morir. Tambi¨¦n han trascendido los estilismos de Jane Birkin, representando a un personaje tan inocente como seductor, pudiendo ser replicados en el moodboard de dise?adores y figurinistas actuales. ¡°Representa a la perfecci¨®n un estilo preppy muy sesentero¡±, evoca Ana L¨®pez Cobos, ¡°definido por los estampados de rayas y cuadros vichy, que se mezclan con jeans de campana y camisas blancas, m¨¢s masculinas, y otras siluetas m¨¢s seductoras como el vestido blanco de crochet¡±.

A la espera de saber si el furor por este reivindicado incunable del cine franc¨¦s se extender¨¢ tambi¨¦n por las filmotecas nacionales, el entusiasmo mil¨¦nico por las prendas de cl¨¢sicos no se limita a este caso, repiti¨¦ndose sobre la pasarela los homenajes a los iconos imperecederos de la cultura pop. Aunque revela su curiosidad por saber cu¨¢les de las obras actuales calar¨¢n como mitos en las pr¨®ximas d¨¦cadas, Clara Bilbao se muestra esc¨¦ptica ante el ritmo brutal alcanzado por la producci¨®n audiovisual, solo igualado por la velocidad de su consumo. ¡°Falta tiempo para saborear e incorporar profundamente las nuevas propuestas est¨¦ticas. Estas prendas nos transportan a otras ¨¦pocas donde las pel¨ªculas trascend¨ªan al imaginario cultural colectivo. Hoy en d¨ªa, no creo que las innumerables producciones cumplan la misma funci¨®n, el impacto se agota. Siento que la nostalgia es patrimonio de mi generaci¨®n y de las anteriores¡±.