Las voluntarias espa?olas que asisten a las embarazadas refugiadas en Grecia
Tras pasar por Lesbos, la ambulancia de la ONG Rowing Together recorre el norte de Grecia para ofrecer ayuda ginecol¨®gica a las exiliadas en territorio griego. Entrevistamos a una de sus coordinadoras.
Luisa Izuzquiza tiene 25 a?os y es una de las coordinadoras de Rowing Together, una ONG que cre¨® junto a Victoria, Javier, Manuel y James despu¨¦s de su primer viaje como voluntaria a la isla de Lesbos. All¨ª ayud¨® de manera temporal a paliar las consecuencias de la crisis humanitaria que estamos viviendo, pero al volver a Madrid sinti¨® que necesitaba hacer algo m¨¢s al respecto. Ahora, ella y sus compa?eros viajan cada quince d¨ªas al norte de Grecia para ofrecer asistencia ginecol¨®gica a cientos de mujeres que, en ocasiones, sufren infecciones o se encuentran en medio de un embarazo. Para llevar a cabo esta labor -habitualmente descuidada por ser considerada una necesidad de segundo nivel-, adem¨¢s de trabajar muy duro, se necesitan voluntarias que la pongan en marcha.
Sus experiencias en los campos de refugiados se pueden leer a trav¨¦s de un Diario de abordo, en el que los trabajadores narran su d¨ªa a d¨ªa; no solo logrando acercar a los lectores a un entorno m¨¦dico algo desconocido, sino tambi¨¦n relatando sin tapujos la realidad de estas personas desprotegidas. Hablamos con Luisa sobre la fundaci¨®n del proyecto, sus dificultades, y la enorme recompensa que supone.
?Por qu¨¦ decidiste trasladarte a Lesbos como voluntaria para ofrecer ayuda a los refugiados? ?Era la primera vez que lo hac¨ªas?
Nunca antes hab¨ªa hecho trabajo de ayuda humanitaria. Y tampoco sab¨ªa demasiado sobre refugiados o crisis migratorias. Lo que s¨ª hac¨ªa era leer noticias y testimonios, y cuanto m¨¢s le¨ªa y me informaba, m¨¢s me preguntaba c¨®mo era posible que eso estuviese pasando y nuestros gobernantes no estuviesen haciendo nada para alivar el sufrimiento de estas personas o salvar sus vidas. As¨ª que tom¨¦ la decisi¨®n de irme. Me inform¨¦ acerca de c¨®mo, d¨®nde y con qui¨¦n trabajar en los campos, y en cuanto me di cuenta de que era algo factible, ped¨ª vacaciones en el trabajo, compr¨¦ los billetes y me fui.
?C¨®mo os conocisteis durante vuestra estancia en Lesbos? ?Fue all¨ª donde surgi¨® la idea de crear una ONG al volver a Espa?a?
A Javi, Manu y James los conoc¨ª en el aeropuerto de Madrid rumbo a Atenas. Ellos tambi¨¦n iban a Lesbos para hacer labor de rescate con las barcas que llegaban a las playas. Yo hab¨ªa le¨ªdo sobre su trabajo y sent¨ªa una profunda admiraci¨®n por el trabajo que estaban realizando. As¨ª que decid¨ª hacer algo que jam¨¢s har¨ªa con nadie: me acerqu¨¦ a ellos y les dije que admiraba lo que hac¨ªan. Desde entonces mantuvimos el contacto, y una vez en la isla, por las noches, trabaj¨¢bamos juntos en las playas. Victoria y yo nos conocimos durante nuestro primer d¨ªa en el campo de Moria, tambi¨¦n en Lesbos, y enseguida encajamos. Durante el d¨ªa, ofrec¨ªamos asistencia all¨ª, y por las noches ayud¨¢bamos a los chicos. Nos cogimos cari?o muy pronto.
Al volver a Espa?a seguimos en contacto y nos dimos cuenta de que todos quer¨ªamos seguir involucrados de una forma u otra en la ayuda a refugiados. La idea de formar una ONG surgi¨® de manera org¨¢nica: lo l¨®gico era aunar fuerzas y trabajar juntos por un objetivo que los cinco compart¨ªamos.
Vuestra finalidad principal es ofrecer asistencia ginecol¨®gica a refugiadas. ?C¨®mo nace esta propuesta?
Fue por casualidad. Nuestro proyecto inicial consist¨ªa en dar asistencia m¨¦dica, en un sentido amplio, a refugiados en los campos del norte de Grecia; ten¨ªamos una ambulancia desde donde pod¨ªamos hacer consultas. El primer equipo de personas que se traslad¨® all¨ª estaba formado por nuestro compa?ero Javi, y dos voluntarias, Meri y Cris, ambas ginec¨®logas.
Al llegar all¨ª contactamos con una ONG que tambi¨¦n estaba trabajando sobre el terreno. Nos dijeron que ten¨ªan un ec¨®grafo en desuso por falta de personal especializado y nos lo ofrecieron. Desde ese momento, la asistencia ginecol¨®gica adquiri¨® m¨¢s protagonismo en nuestro d¨ªa a d¨ªa, y cuanto m¨¢s la ofrec¨ªamos, mejor respuesta recib¨ªamos por parte de las refugiadas. Despu¨¦s de mantener algunas conversaciones con estas mujeres, nos dimos cuenta de que nadie estaba llevando a cabo este trabajo. Entendimos que esta era una necesidad que estaba sin cubrir, y nosotros ten¨ªamos la capacidad para abordarla. Despu¨¦s de eso, el proyecto de asistencia m¨¦dica se especializ¨® en asistencia ginecol¨®gica y desde entonces es nuestra principal labor en el pa¨ªs.
?A qu¨¦ os enfrent¨¢is cada d¨ªa?
El d¨ªa a d¨ªa del equipo consiste en recorrer uno o varios campos con la ambulancia -entre Tesal¨®nica y la frontera con Macedonia- realizando consultas y ecograf¨ªas, y oscultando a mujeres refugiadas. En ocasiones tambi¨¦n ofrecemos asistencia m¨¦dica primaria a ni?os, ni?as y hombres para sanar heridas o hacer revisiones. Cuando llegamos, hablamos con las personas que trabajan all¨ª y elaboramos una lista de mujeres embarazadas y pacientes potenciales. A veces usamos la megafon¨ªa de la ambulancia para llamar a las pacientes pero esto s¨®lo es posible cuando contamos con traductores.
Los d¨ªas en los campos son muy largos. El trabajo sobre el terreno es intenso por definici¨®n: se duerme poco y mal y se trabaja durante muchas horas. Atendemos al d¨ªa a una media de cuarenta personas, y m¨¢s de la mitad son mujeres embarazadas. Adem¨¢s, no solo ofrecemos asistencia m¨¦dica, tambi¨¦n escuchamos las historias de estas personas. Por lo tanto, se trata de una labor agotadora f¨ªsica y psicol¨®gicamente, pero a la vez tremendamente gratificante.
Est¨¢is intentando conseguir voluntarias (ginec¨®logas, pero tambi¨¦n matronas y pediatras). ?Por qu¨¦ es importante que sean mujeres y cumplan esta funci¨®n?
Existe un factor cultural importante, a veces religioso. Pero sea cual sea la raz¨®n, lo que nosotros percibimos es que cuando son mujeres las que realizan esta labor, las refugiadas se sienten m¨¢s seguras, en un clima de confianza, respeto y entendimiento mutuo. Son peque?os matices que debemos entender y respetar.
Una revisi¨®n o un tratamiento ginecol¨®gico es algo ¨ªntimo. Garantizar que las pacientes se sientan seguras y c¨®modas durante las consultas no s¨®lo es esencial, es tambi¨¦n un derecho. Nuestra labor es poder asegurar que estas personas reciban la atenci¨®n que necesitan en las condiciones que se merecen. Y la manera m¨¢s sencilla de hacerlo es dar una atenci¨®n para mujeres por mujeres.
?C¨®mo os hac¨¦is con el instrumental pertinente?
Nuestra mejor herramienta de trabajo es nuestro ec¨®grafo. Nos permite hacer revisiones a cerca de 25 mujeres embarazadas por campo, que llevan meses sin revisar el estado de su embarazo y de su beb¨¦.
Pero tambi¨¦n contamos con otro material m¨¦dico m¨¢s b¨¢sico: desde gasas y elementos de atenci¨®n primaria ¨Cpara poner en pr¨¢ctica otro tipo de labores m¨¦dicas y curas no tan especializadas¨C, hasta medicinas para tratar infecciones, que son bastante frecuentes.
Por lo general, el instrumental con el que contamos es suficiente para garantizar una atenci¨®n in situ. En caso de necesitar un tratamiento m¨¢s especializado, la ambulancia nos sirve para realizar traslados de emergencia cuando es preciso.
?Por qu¨¦ decidisteis enfocarlo hacia el ¨¢mbito ginecol¨®gico?
En los campos se sobrevive en condiciones de extrema precariedad. All¨ª, la limpieza, la salubridad y la higiene personal no est¨¢n aseguradas. Elementos tan b¨¢sicos y rutinarios como las compresas y los tampones no est¨¢n garantizados porque las ONG no dan abasto con el trabajo y los gobiernos tampoco las facilitan. En estas condiciones, las probabilidades de contraer una infecci¨®n aumentan; y en una situaci¨®n de estr¨¦s, los riesgos durante el embarazo se disparan, tanto para la madre como para el feto.
Hasta que llegamos, no hab¨ªa nadie prestando este tipo de atenci¨®n. Las mujeres son uno de los colectivos m¨¢s vulnerables y a la vez m¨¢s invisibilizados de esta crisis, y es importante garantizar su salud, integridad f¨ªsica y dignidad.
?Por qu¨¦ se descuida el aspecto ginecol¨®gico?
El hecho de que la asistencia ginecol¨®gica sea un tema en el que no pensemos a la hora de hablar de asistencia m¨¦dica ¨Cni siquiera nosotros al principio, pese a estar familiarizados con la realidad en los campos¨C es fruto de la invisibilizaci¨®n de las mujeres. Asimismo, siempre se habla de refugiados y nunca de refugiadas, pese a que ellas son, de acuerdo con datos de las Naciones Unidas, m¨¢s del 50% de las personas que llegan a Europa. No hablamos de ellas y tampoco de sus problemas; por lo tanto, no buscamos soluciones. Sin embargo est¨¢n all¨ª, y embarazadas o no, sufren esta crisis m¨¢s que nadie, enfrent¨¢ndose a abusos y situaciones violentas y de inseguridad.
?Qu¨¦ es lo m¨¢s duro a lo que os hab¨¦is enfrentado?
Cuando haces una oscultaci¨®n y tienes que dar malas noticias es una situaci¨®n tremenda, o cuando escuchas sus historias. Son momentos terribles en los que te ves obligada a mostrar fortaleza y entereza, y no te permites llorar; tienes que mantener la resistencia, dar apoyo y prestar tu o¨ªdo o lo que haga falta. Pero por dentro no puedes evitar derrumbarte.
?Os hab¨¦is encontrado con casos de violaciones?
Afortunadamente no. Por lo general, los campos europeos suelen considerarse m¨¢s seguros en estos t¨¦rminos que los de, por ejemplo, Turqu¨ªa o L¨ªbano. De todas maneras, sabemos que los abusos y las violaciones se producen porque as¨ª lo han denunciado m¨²ltiples organizaciones como Amnist¨ªa Internacional. Lo realmente terrible es que para cuando estas mujeres llegan a nuestra consulta, lo m¨¢s probable es que ya hayan pasado meses, en caso de haber sufrido una agresi¨®n. Lo m¨¢ximo que podemos hacer es garantizar que su estado de salud es satisfactorio e intentar darles seguridad y ¨¢nimo en todo lo posible, asegur¨¢ndoles que a partir de ese momento estaremos a su lado.
?C¨®mo os costeais los viajes y el instrumental?
Organizamos equipos de voluntarios que rotan cada 15 d¨ªas. Cada uno de ellos consta de tres personas: un coordinador ¨Csiempre uno de los fundadores de Rowing Together¨C, una ginec¨®loga y otra persona, que puede ser ginec¨®loga, matrona, pediatra o enfermera. Cuando un grupo finaliza su estancia, vuelve a casa, e inmediatamente toma el relevo el siguiente. As¨ª nos aseguramos de que nadie se quede sin asistencia.
Todo este trabajo se sufraga a trav¨¦s de las aportaciones de los propios fundadores, de las voluntarias -con las que se cubre los gastos de su estancia all¨ª-, y de las donaciones recaudadas a trav¨¦s de crowdfunding: individuos, colectivos o empresas que quieren ayudar a financiar y mantener este proyecto.
?Es f¨¢cil encontrar voluntarias?
No te voy a mentir; no es una tarea sencilla. Adem¨¢s, nosotros apelamos a un tipo de profesional muy concreto, y eso dificulta aun m¨¢s la b¨²squeda. Pero aun as¨ª, estamos conociendo a muchas mujeres con ganas de ayudar y que est¨¢n dispuestas a movilizarse. De todas maneras, siempre estamos buscando voluntarias. Las buscamos a todas horas (literalmente), y por todas las partes del mundo. Los turnos de los equipos son cortos y necesitamos remplazarlos a menudo.
?Es un proyecto satisfactorio?
Lo es. Es un trabajo muy duro, conlleva pocas horas de sue?o y el sacrificio pr¨¢cticamente total de lo que antes llam¨¢bamos nuestro ?tiempo libre?. Pero, pese a todo, ninguno dar¨ªamos un paso atr¨¢s o cambiar¨ªamos esto por ninguna otra cosa. Creemos profundamente en lo que hacemos y nos hace felices poder llevarlo a cabo.
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