Adultos con acn¨¦: causas y soluciones

Falsos mitos. El acn¨¦ suele acompa?arse de la coletilla ¡®juvenil¡¯. Y no es para menos: afecta al 85-90% de los adolescentes occidentales, seg¨²n la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa de Atenci¨®n Primaria (AEPap). Se suele culpar al exceso de producci¨®n seborreica, a la estimulaci¨®n androg¨¦nica, al sobrecrecimiento de la bacteria Cutibacterium acnes (antes conocida como P. acnes), la hiperqueritinizaci¨®n folicular y la inflamaci¨®n local. Brota con virulencia, pero, superada la pubertad, suele desaparecer. O no. ?Existe un acn¨¦ tard¨ªo, m¨¢s frecuente en mujeres que en hombres, que se mantiene a partir de los 25 a?os?, advierte la dermat¨®loga Elia Ro¨®, directora de Cl¨ªnica Clider. Entre los detonantes, la gen¨¦tica (hay personas m¨¢s propensas que otras), la contaminaci¨®n y el estr¨¦s. Sin menospreciar las oscilaciones hormonales, desde la menstruaci¨®n al embarazo o el posparto. Con los a?os, los granos pasan de ?instalarse en la zona T (frente, nariz y alrededores de la boca) a preferir la zona U (p¨®mulos, mand¨ªbula y cuello). Se reduce la presencia del t¨ªpico grano p¨¢pula y aumentan las lesiones inflamatorias, incluso dolorosas, que dejan manchas o cicatrices?.

Atajar los brotes pasada la edad universitaria es una lucha compleja. Contra la suciedad ambiental que obstruye los poros no hay m¨¢s que vigilar la limpieza facial diaria. El estr¨¦s tampoco es f¨¢cil de batir. ?Estimula la aparici¨®n de brotes. Adem¨¢s, en periodos de nerviosismo nos tocamos m¨¢s y manipulamos los granos. Esto agrava las infecciones y eleva el riesgo de cicatrices?, explica la doctora Natalia Jim¨¦nez, dermat¨®loga en Grupo de Dermatolog¨ªa Pedro Ja¨¦n. La dieta lleva a?os siendo objeto de controversia. ?Estudios recientes apuntan a que la leche desnatada o semidesnatada aumenta la incidencia. Incluso vuelve a acusarse al chocolate?. ?Y los az¨²cares? ?Se cree que tambi¨¦n, pero los estudios poblacionales no son muy fiables?. Se salvan de la quema los cosm¨¦ticos. Actualmente, existe una amplia oferta de los ¡®no comedog¨¦nicos¡¯ ¨Cdesde hidratantes diarias a solares¨C con propiedades seborreguladoras, antinflamatorias y antobacterianas.

Iniciada la guerra, descubrimos que el 60% del acn¨¦ adulto no responde a los antibi¨®ticos ni a los retinoides t¨®picos. ?Los antibi¨®ticos sist¨¦micos solo los pautamos si hay un brote agudo, con mucha inflamaci¨®n. Pero por un espacio corto de tiempo: mejoran el grano rojo, pero no los quistes?. Y agravan las resistencias de los microorganismos a este tipo de sustancias. ?En la treintena, los retinoides t¨®picos se topan con pieles m¨¢s sensibles y con tendencia a la sequedad?. En algunas mujeres los anticonceptivos orales, los anillos vaginales y los parches hormonales, al regular el ciclo menstrual, tienen efectos beneficiosos sobre el acn¨¦. Pero no siempre funcionan. Entonces, toca pasar a mayores. ?Una de las mejores herramientas es la isotretino¨ªna en dosis bajas (la versi¨®n moderada del Roacut¨¢n de anta?o). Si no hay problemas hep¨¢ticos o hipercolesterolemia, y si la paciente no tiene deseos de ser madre a corto plazo, ya que este f¨¢rmaco es teratog¨¦nico (produce graves malformaciones en el feto), podemos mantenerlo durante varios meses?.

Al l¨¢ser y la luz pulsada intensa como tratamientos del acn¨¦ activo se suma recientemente la terapia biofot¨®nica (Kleresca). ?Aprovecha las propiedades de la fluorescencia para eliminar la bacteria del acn¨¦, mitigar la inflamaci¨®n, aumentar la producci¨®n de col¨¢geno y normalizar la actividad celular?, se?ala la dermat¨®loga Adriana Juanes, directora m¨¦dica de Instituto M¨¦dico Ricart en Madrid. Sus principales ventajas: reduce los granos, suaviza las cicatrices y mejora el aspecto de la piel en una edad en la que el envejecimiento empieza a dar se?ales de vida. Contra las cicatrices, triunfan los l¨¢seres fraccionados, a veces combinados con mesoterapia (plasma rico en plaquetas o ¨¢cido hialur¨®nico) para mejorar transitoriamente el aspecto de la piel.

El ¨²ltimo agente en entrar en juego es el b¨®tox. ?Emple¨¢ndolo en diferentes diluciones y mediante t¨¦cnicas de infiltraci¨®n distintas y complementarias a la habitual (en un formato similar a la mesoterapia), la toxina botul¨ªnica puede regular la secreci¨®n glandular al actuar sobre la acetilcolina, el neurotransmisor implicado en la secreci¨®n de sebo?, explica la doctora Mar Mira, codirectora de la Cl¨ªnica Mira + Cueto. A la vez, en las zonas tratadas se favorece la autorregeneraci¨®n del fibroblasto. En otras palabras: mejora el aspecto externo de la piel, algo especialmente importante, no solo para atenuar las cicatrices, sino como m¨¦todo antiedad. ?A nivel de biomodulaci¨®n, disminuye las prote¨ªnas asociadas al envejecimiento (SA-beta-galactosidasa), aumenta la formaci¨®n de col¨¢geno t¨ªpico de la piel (1 y 3) y reduce la formaci¨®n de prote¨ªnas destructoras del col¨¢geno (mucometaloproteinasas 1 y 3)?. Desde 275 euros.

Pero no lancemos las campanas al vuelo. En un art¨ªculo del Journal of Drugs in Dermatology, varios dermat¨®logos dirigidos por el doctor Akash Dhawan, de la Universidad de Rice (Texas, EE UU), sugieren que hace falta profundizar a¨²n m¨¢s en la forma de aplicaci¨®n y las dosis. Y sopesar los problemas de funcionalidad muscular debidos a la inmovilizaci¨®n muscular prolongada.

La pregunta del mill¨®n es si la menopausia acaba con el acn¨¦. La respuesta es desconcertante. En el climaterio, las hormonas femeninas caen y la testosterona se convierte en uno de los principales causantes del acn¨¦ en las mujeres menop¨¢usicas porque estimula la producci¨®n de sebo?, se?ala el dermat¨®logo Jos¨¦ Mar¨ªa Ricart, director m¨¦dico de Instituto M¨¦dico Ricart. ?Alguna alternativa? ?La terapia de reemplazo hormonal en la menopausia, al mantener los niveles de testosterona bajo control, aten¨²a los brotes?.