Los consejos de una modelo espl¨¦ndida a los 60 (sin pasar por el quir¨®fano)
Yazemeenah Rossi nos confiesa sus secretos de belleza: no ver jam¨¢s la tele, comer un aguacate al d¨ªa y brindar con whisky.
¡°Me gusta m¨¢s el aspecto que tengo ahora, que el que ten¨ªa hace 20 a?os¡±. Muy pocas personas pueden decir lo mismo, cuando est¨¢n a un paso de cumplir los 60 ¨Cel pr¨®ximo 21 de diciembre¨C, pero Yazemeenah Rossi, una modelo francesa que vive en Malib¨², podr¨ªa ser la envidia de muchas veintea?eras.
Cuerpo esbelto, torso dise?ado expresamente para el biquini, porte de una atleta¡ Lo ¨²nico que puede hacernos pensar que Rossi ha cumplido ya los 45 es su larga cabellera blanca, que la modelo se ha negado siempre a decolorar, y que se ha convertido en su principal se?a de identidad. De hecho, su pelo empez¨® a encanecer muy temprano, a los 12 a?os, y con 20 su cabeza ten¨ªa ya el tono de la sal y la pimienta. Rossi rehus¨® una sustanciosa suma de dinero que le ofreci¨® una firma de cosm¨¦ticos a cambio de ser su imagen y te?ir su melena plateada. A?os m¨¢s tarde, su masa capilar le agradecer¨ªa este gesto de apoyo consigui¨¦ndole un contrato para unos anuncios navide?os de Marks & Spencer, en el 2012, que le trajeron la fama internacional.
Su carrera como modelo empez¨® a los veintitantos, haciendo de maniqu¨ª para firmas como Yves Saint Laurent, Herm¨¨s o Jil Sander. A la edad de 45 a?os se traslad¨® a Nueva York, donde hab¨ªa m¨¢s demanda para modelos mayores, y trabaj¨® para Macy¡¯s y Mastercard, entre otras marcas.
Nacida en Francia, Rossi creci¨® en la isla de C¨®rcega y ha vivido en diferentes lugares, Par¨ªs, Sud¨¢frica, la Gran Manzana, hasta fijar su residencia en Malib¨² donde, adem¨¢s de seguir en el mundo de la moda, hace fotos, cer¨¢mica y vive en contacto con la naturaleza, lo que sin duda la ha ayudado a mantenerse en excelente estado de conservaci¨®n.
Rossi es generosa y comparte sus secretos, las rutinas y h¨¢bitos que le han permitido conservarse tan bien, incluyendo, por supuesto, unos genes de primera divisi¨®n. Pero me advierte por correo electr¨®nico que est¨¢ viajando y que no siempre dispone de Wifi, por lo que las respuestas, a veces, se hacen esperar. Recientemente declar¨® en una entrevista al Style del Sunday Times sus m¨¢ximas b¨¢sicas, que distan mucho de las de Dorian Gray, y que se resumen en este listado: comer comida org¨¢nica, mucho antes de que esta se pusiera de moda; ingerir un aguacate diario, hacerse un peeling semanal a base de aceite de oliva y az¨²car, practicar ejercicio, pero sin pasarse, y tratar de curarse, siempre que sea posible, con terapias y medicinas alternativas. Pero Yazemeenah tiene otros muchos secretos que va desvelando a medida que la cobertura de Internet nos lo permite, el primero de todos, haber llegado a los 60 sin visitar al cirujano pl¨¢stico. ¡°No me he hecho nada, pero eso no quiere decir que nunca me lo vaya a hacer. Tal vez un lifting de cuello que mejorase la l¨ªnea del ment¨®n, no estar¨ªa mal. La cuesti¨®n es que nunca me ha sobrado el dinero y he preferido gast¨¢rmelo en mis exposiciones de arte, que yo misma me financio¡±.
Para mantener su mente sana, ?Rossi confiesa, ¡°a veces hago una peque?a meditaci¨®n por la noche, aunque no soy muy regular. Pero soy contemplativa por naturaleza. No tengo televisi¨®n y me encanta estar en silencio, trabajando en mis proyectos. Podr¨ªa decirse que hago una especie de meditaci¨®n activa. Estar presente y centrada en lo que estoy haciendo. Cuando me dedico a la fotograf¨ªa, el tiempo y el espacio no existen. Lo mismo que cuando hago cosas con mis manos como cer¨¢mica, costura o jardiner¨ªa. Esto me trae un tipo de paz que no imaginaba que exist¨ªa cuando era joven. He descubierto que nada es m¨¢s importante que estar aqu¨ª y ahora¡±.
Su dieta adem¨¢s de aguacates incluye otras muchas cosas, pero Yazemeenah no solo da importancia a lo que come, sino de d¨®nde procede, la forma en qu¨¦ ha sido cultivado y c¨®mo se cocina. ¡°Creo que hay que comer de todo. Siempre voy a los mercados de granjeros para evitar los envases de pl¨¢stico y las etiquetas, que odio ver en las frutas y verduras. Comer org¨¢nico siempre ha sido mi pol¨ªtica, y lo hago desde siempre. Primero, porque en C¨®rcega mis abuelos cultivaban cosas de forma natural y luego, cuando me fui a Par¨ªs, porque compraba en una tienda de este tipo que hab¨ªa cerca de mi casa. Estoy segura de que somos lo que comemos. Me gusta la comida con colores e, intuitivamente, siempre he pensado que la grasa no es mala, pero el az¨²car s¨ª. Ahora se ha descubierto que ciertas grasas son beneficiosas para el organismo. Casi nunca tomo pan, l¨¢cteos ni comida procesada y cocino cada d¨ªa, aunque no uso microondas porque no me gusta. Nunca bebo refrescos. Algo de vino, de vez en cuando. ?ltimamente he descubierto el whisky y me encanta, lo mismo que el chocolate negro, el coco, el salm¨®n, las sardinas, las ostras, el h¨ªgado de bacalao, las nueces, las aceitunas y las alubias, que son parte importante de mi dieta. De vez en cuando como algo de carne roja, pero procedente de granjas, y doy las gracias al animal de donde proviene. Tengo una relaci¨®n un tanto primitiva con la comida, estoy agradecida por ella, la aprecio y procuro no desperdiciarla, porque hay mucha pobreza en el mundo¡±.
Le pregunto a esta modelo sobre sus rutinas diarias de salud en un d¨ªa normal. ¡°Me levanto a las 6 de la ma?ana y estiro mi cuerpo para sentirme viva. Bebo un vaso de agua caliente con lim¨®n o un t¨¦ de hierbas, por ejemplo de verbena. Si puedo, voy a caminar por el agua a la playa, cuando amanece, o hago un poco en bicicleta o yoga antes del desayuno, luego me ducho y limpio la casa. Trabajo en mis proyectos. Cocino mi comida al mediod¨ªa. Vuelta al trabajo y al atardecer regreso a la playa a caminar por el agua, mientras se pone el sol. A veces, antes de irme a la cama hago algunas posturas de yoga o algo de meditaci¨®n y me ducho. Tomo dos duchas al d¨ªa, que acabo siempre con agua fr¨ªa. No podr¨ªa dormirme sin esta rutina que prepara mi cuerpo para el descanso. Mi actitud cuando estoy en la cama es de gratitud por el d¨ªa que he tenido y de curiosidad por lo que suceder¨¢ ma?ana¡±.
Ver la puesta de sol no siempre es posible en una gran ciudad, aunque Rossi ha conocido tambi¨¦n el asfalto. ¡°Siempre he tratado de vivir en lugares tranquilos, incluso en las grandes urbes. En Manhattan viv¨ªa de cara a la estatua de la Libertad, sobre el agua, en el 35 piso de un edificio de 1900, The Ocean (1, West Street), un verdadero santuario con incre¨ªbles amaneceres y puestas de sol. En Par¨ªs viv¨ª cerca del canal St. Martin, en un ¨²ltimo piso, cerca de un parque desde el que se ve¨ªa toda la ciudad. A donde vaya, trato de asentarme en un lugar lo m¨¢s tranquilo posible con agua cerca. Crec¨ª en una playa de C¨®rcega y las localizaciones que busco me conectan siempre con mi infancia. Para mi es importante ir a los or¨ªgenes, me gusta mucho el agua y trato de verla cada d¨ªa. En Cap Town, Sud¨¢frica, viv¨ªa en la playa y en Malib¨² tambi¨¦n. Me duermo con el ruido de las olas. Esto es lo que yo considero un lujo. Mi casa, mi apartamento, es tambi¨¦n mi retiro y mi santuario. Si mi alma es feliz, eso se refleja en mi cuerpo¡±.
Vivir cerca de la playa conlleva hablar de los cuidados del sol, uno de los agentes que m¨¢s propician un envejecimiento prematuro de la piel. Aunque no faltan los extremistas, que imitan las costumbres de Dr¨¢cula y piensan que cualquier contacto con los rayos solares podr¨ªan desintegrarlos. ¡°Me gusta el sol y no me importa que me salgan algunas pecas. No creo que sea necesario parecer un vampiro para cuidar tu piel. Hace muchos a?os tuve una alergia al sol y alergias primaverales que no se curaban y me obligaban a cubrirme el cuerpo desde la cabeza a los pies. Debido a un intento de abuso sexual que sufr¨ª por parte de una persona que yo consideraba un amigo, tuve problemas en mi ¨²tero. Ah¨ª descubr¨ª la medicina alternativa y, desde entonces, llevo 35 a?os sin tomar medicinas y recurro siempre a remedios naturales. No uso crema bronceadora. Hago mi propia loci¨®n con aceite de germen de trigo, aceite de semillas de zanahoria y aceite de frambuesa. Y tomo el sol entre 15 minutos y media hora diaria. No m¨¢s¡±.
A la hora de hablar de cosm¨¦ticos, Yazemeenah confiesa que actualmente est¨¢ trabajando en una l¨ªnea de productos para el cuidado de la piel, acorde con su filosof¨ªa natural y ecol¨®gica. ¡°Uso jabones y limpiadores naturales. Y, una vez a la semana, exfolio mi cara y cuerpo con aceite de oliva, de semillas de uva o arg¨¢n mezclado con az¨²car. Tengo dos productos estrella que me gustan mucho: Skin de My Lindstrom y Veridatta, que descubr¨ª cuando hice de modelo para estas marcas y me regalaron los productos. Otra cosa que hago a menudo es fabricar mascarillas caseras a base de frutas o productos naturales¡±.
Para Rossi, el mayor error que generalmente se comete en t¨¦rminos de belleza es ¡°el exceso de maquillaje, que tapa la piel. Cuando hago retratos de mujeres, me gusta que se vean ¡°desnudas¡±, y por eso muchas veces las maquillo yo misma, de una forma muy suave. Se como utilizar la luz para que no haya que retocar mucho la foto. Me gusta la simplicidad, incluso en la sofisticaci¨®n, y creo que maquillar mucho la piel mata su brillo. A mi me ocurre lo mismo, cuando me tapan demasiado la piel no me siento yo misma. Funciona as¨ª en todos los campos, con la ropa o la actitud. El exceso mata la elegancia y el estilo. Me siento m¨¢s sexy desnuda debajo de un vestido largo, que con ropas muy ajustadas, que se pegan como una segunda piel y que no dejan respirar. Antiguamente los vestidos amplios eran un s¨ªmbolo del aura que flotaba alrededor del cuerpo. Me gusta este tipo de ropa, que conecta m¨¢s con mi lado et¨¦reo, mi esencia divina¡±.
?Cu¨¢l es el secreto de la eterna juventud?, le pregunto a esta experta en la materia. Desde alg¨²n lugar del mundo, contesta ¡°ser un esp¨ªritu feliz en un cuerpo con curiosidad, capacidad de asombro y gratitud¡±.
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