Mi mejor amigo no es un diamante: es una pulsera de pl¨¢stico

Todas aquellas que sufrimos alguna vez ataques de nostalgia de patio de colegio y bocata de mantequilla con az¨²car estamos encantadas de volver a nuestra infancia y robarle un pedacito de pl¨¢stico, cuerda, o hilo para apuntarnos a la moda que pasa de fundiciones y alta joyer¨ªa y est¨¢ m¨¢s cerca de DIY (h¨¢ztelo t¨² mismo) que de engastes, pureza y preciosismo.?

Porque nos declaramos fans de Liz Taylor?o en su defecto, Sarita Montiel, y nos pueden los momentos abigarrados. Pero como no somos Kim Kardashian ni hemos puesto una Rachel Zoe en nuestra vida que levante la Blackberry y tenga a un ej¨¦rcito de se?ores con guante blanco dispuestos a cederle gentilmente piezas que valen como deudas p¨²blicas de muchos pa¨ªses, nos viene de perlas, digo de cuentas de resina, animar nuestros estilismos de zagalas creciditas con aquellos tesoros que nos fascinaban cuando ¨¦ramos ni?as.

?Qui¨¦n se acuerda de c¨®mo se hac¨ªan las pulseras de la amistad o Scooby Doos? A m¨ª la memoria de las manualidades no me funciona como la de la bicicleta as¨ª que por m¨¢s tutoriales que me trague en YouTube, donde se pueden encontrar verdaderos malabaristas de los cables plastificados -que si de cuatro, cinco o seis cabos; que si tornados, con nudos o argollas- no me queda m¨¢s remedio que acudir al producto finito.?Como el que tienen por ejemplo?en nOir Jewelry y es el preferido de celebrities tipo?Rihanna, Lady Gaga o Beyonc¨¦.?En esa direcci¨®n vamos: tomar prestadas t¨¦cnicas, materiales y fantas¨ªa de esos tiempos en los que casi todo era de color de rosa y darle ,o no, un acabado de semilujo.?La temporada pasada la fiebre vino de la mano de los decenarios que sofoc¨® Sara Carbonero, las pulseras de goma con formas de animales y los collares babero. Adem¨¢s de los "chinitos de la suerte". Las posibilidades se multiplican y no precisamente por cero como propon¨ªa Bom Bom Chip.