Lo que el veto de la Uni¨®n Europea a los diamantes rusos puede suponer para el mercado global de joyas

A partir del pr¨®ximo 1 de enero los miembros de la Uni¨®n Europea no podr¨¢n comprar piedras preciosas procedentes de Rusia. Ni directamente ni a trav¨¦s de terceros pa¨ªses. La medida forma parte del 12? paquete del grupo europeo contra el pa¨ªs liderado por Putin en respuesta a su invasi¨®n de Ucrania y busca ahogar al gigante recort¨¢ndole uno de sus principales ingresos m¨¢s all¨¢ del gas o el petr¨®leo.

Rusia es el primer exportador de diamantes en bruto del mundo. En volumen, el 30% de estas piedras preciosas procede de sus minas. Son muchos diamantes, sobre todo los de menor tama?o que recubren de pav¨¦ joyas de todo el globo, pero que tambi¨¦n se utilizan en maquinaria de perforaci¨®n o en cl¨ªnicas odont¨®logas. Concretamente, en 2021 Rusia export¨® el equivalente a m¨¢s de 4.500 millones de d¨®lares (unos 4.100 millones de euros), extra¨ªdos casi en su totalidad por uno de los gigantes del sector, Alrosa. La compa?¨ªa concentra su actividad en Rusia (con peque?as extracciones en varias regiones africanas), sobre todo en la zona de Saj¨¢, en el centro del pa¨ªs. ?Sus due?os? En un 33% el gobierno ruso y en casi otro 30% el gobierno de la rep¨²blica siberiana de Yakutia. El Kremlin utiliza este incesante flujo de capital para pagar parte de las facturas de la guerra.

La nueva prohibici¨®n afectar¨¢ tanto a las compras directas de diamantes no industriales como tambi¨¦n, a partir del 1 de septiembre de 2024, a las compras indirectas. La Uni¨®n Europea se une as¨ª a los pa¨ªses del G7, que ya aprobaron la misma medida el pasado 6 de diciembre, y a las sanciones individuales que hab¨ªan impuesto pa¨ªses como Estados Unidos (primer comprador de productos finales con diamantes) o Reino Unido. Tambi¨¦n a las decisiones que tomaron diversas firmas a los pocos meses del estallido de la guerra. Tiffany & Co., propiedad del conglomerado LVHM, anunci¨® en marzo que hab¨ªa cortado lazos con cualquier materia prima procedente de Rusia y el grupo Richemont (due?o de Cartier o Van Cleef & Arpels) fich¨® a consultores externos para que analizaran si sus proveedores indios se abastec¨ªan de piedras rusas.

Llegar a este acuerdo en Europa no ha sido f¨¢cil, han sido meses de negociaci¨®n para superar el veto belga, que ve¨ªa en la decisi¨®n una amenaza para su industria joyera. ¡°Hay gente para la que los diamantes vendidos en Amberes es m¨¢s importante que la batalla que estamos librando¡°, lleg¨® a decir el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, el a?o pasado. Por Amberes, la capital mundial de la joyer¨ªa, pasan en torno al 85% de los diamantes en bruto del mundo. El sector, seg¨²n la asociaci¨®n comercial Antwerp World Diamond Centre (AWDC), ocupa a unas 1.700 empresas y a 4.500 comerciantes, y ve¨ªa en la normativa una desventaja competitiva para su propuesta, frente a competidores como Dub¨¢i.

La medida se debate desde hace meses, casi desde el inicio de la contienda que en febrero cumplir¨¢ dos a?os. Por ello es dif¨ªcil que las empresas de joyer¨ªa sufran un desabastecimiento inminente: si de forma habitual trabajan con margen de varios meses, entre tres y seis, no extra?a que ahora hayan acaparado materia prima a m¨¢s largo plazo. Hay diamantes acumulados de sobra: tantos que India, responsable de tallar el 90%, ha advertido que deber¨ªa frenarse el flujo. La ciudad de Surat, al noroeste del pa¨ªs, depende en gran parte de la industria joyera y teme que las decisiones geopol¨ªticas afecten a unos trabajadores que ya cobran salarios muy bajos. Ellos ponen la esperanza en distinguirse en el mercado de los diamantes creados en laboratorio, que necesitan el mismo corte y pulido que los naturales. Seguramente por ello el pasado verano el presidente indio, Narendra Modi, en su viaje oficial a Estados Unidos le regal¨® a la primera dama, Jill Biden, un diamante sint¨¦tico de 7,5 quilates.

El viaje de los diamantes por el mundo antes de ser engarzados en una joya (pueden cambiar de manos entre 20 o 30 veces antes de llegar a su destino final) es precisamente el principal obst¨¢culo que encontrar¨¢ la sanci¨®n europea, que tendr¨¢ que unir muchos hilos para ratificar el verdadero origen y que ya prev¨¦ un sistema de ratificaci¨®n. Lo que s¨ª espera el sector es subidas de precios motivadas por el descenso de la demanda. Un aumento que se sumar¨ªa al que ya se dio en 2022, motivado por la euforia compradora pospand¨¦mica, que encontr¨® en la joyer¨ªa una brillante v¨¢lvula de escape.