Punzadas sonoras: ¡°Queremos participar de la revoluci¨®n de pensar despacio. No hay otra manera de pensar bien¡±

Tras el proyecto cultural Punzadas est¨¢ el gran talento y el olfato de In¨¦s Garc¨ªa (Arnedillo, La Rioja 24 a?os) y Paula Ducay (Santiago de Compostela, 27 a?os) para reconocer qu¨¦ temas inquietan hoy en d¨ªa a las mujeres. Ambas son amigas y fil¨®sofas. En 2021, crearon una newsletter donde compart¨ªan asuntos relacionados con el amor, la cultura y la filosof¨ªa. En poco tiempo, el formato se les qued¨® peque?o y pusieron en marcha Punzadas sonoras, un podcast donde a partir del libro Fragmentos de un discurso amoroso, de Roland Barthes, exploran los dramas existenciales propios del momento que vivimos. Su popularidad ha crecido tanto en los ¨²ltimos meses, que esta obra del fil¨®sofo franc¨¦s est¨¢ agotada en muchas librer¨ªas de Madrid. ¡°Lo hemos recomendado tanto que entendemos que la gente se haya interesado por esta figura que mencionamos en cada episodio. Nos preguntan mucho cu¨¢ndo volver¨¢ a estar disponible. Es cosa de la editorial¡±, asegura Garc¨ªa.

M¨¢s all¨¢ de su gran poder de prescripci¨®n, a finales de febrero tambi¨¦n festejaron c¨®mo el podcast se posicionaba como el m¨¢s escuchado de Espa?a, por encima de grandes ¨¦xitos como La Pija y la Quinqui. Tratando temas como el amor, el sexo, la muerte o la fatiga han creado una comunidad fiel a la que acompa?an tambi¨¦n con referencias literarias y cinematogr¨¢ficas.

¡°Una punzada es algo que te atraviesa. Es la palabra que mejor define lo que tratamos de hacer¡±, resume Ducay. Para Garc¨ªa, parte del ¨¦xito reside en que han conseguido conectar con la audiencia comentando ¡°tesis doctorales, pero encontrando la manera ¨Csin perder el rigor¨C de enlazarlo con cosas que nos pasan a todas en el d¨ªa a d¨ªa. Hacemos un ejercicio de traducci¨®n, usando un lenguaje que pueda llegar a m¨¢s gente¡±.

Aunque la filosof¨ªa es la piedra angular del proyecto, no quieren idealizarla. ¡°La filosof¨ªa acad¨¦mica hace poco por transformar el mundo. Creemos que hay que esforzarse para llegar al gran p¨²blico. Solo as¨ª se puede cambiar la realidad de alguna manera¡±, insiste Garc¨ªa. Despu¨¦s de unos meses de trabajo fren¨¦tico, ambas coinciden en la corriente de pensamiento que m¨¢s les interesa en este momento. ¡°Queremos participar de la revoluci¨®n de pensar despacio. No hay otra manera de pensar bien¡±, sentencia Ducay. Y sus palabras resuenan como una punzada.