Vuelve Juicy Couture y su ch¨¢ndal de terciopelo: obsesi¨®n de Paris Hilton en los 2000 y con Georgina Rodr¨ªguez como nueva fan viral

Cuando mucha gente pensaba ya que la tendencia Y2K, omnipresente y de dudoso gusto, pasaba a mejor vida, el regreso a la actualidad de una firma ic¨®nica de los a?os 2000 nos asegura lo contrario. Juicy Couture, marca clave en aquel principio de siglo de pantalones de tiro bajo, gafas de sol tipo m¨¢scara, botas UGG, flip flops Havaianas, camisetas de Ed Hardy y Christian Audigier y mucho rosa y ¡®brilli brilli¡¯, vuelve a la actualidad con su m¨ªtico ch¨¢ndal de terciopelo como estrella. Una prenda de regusto kitsch ¡ªu hortera, que se dir¨ªa en su versi¨®n m¨¢s ca?¨ª¡ª y que famosas del momento como Carmen Electra, Pamela Anderson o Jessica Alba, ejemplos primigenios de la celebrity tal y como la conocemos hoy, convirtieron en su prenda fetiche.

Paris Hilton, icono Y2K y golpe de suerte definitivo para Juicy Couture

Si existe alguien que elev¨® este look ¡®chandalero¡¯ de terciopelo, est¨¦tica empalagosa y con palabras en el trasero escritas con strass, a categor¨ªa top fue Paris Hilton. Entonces famos¨ªsima gracias a su reality, tambi¨¦n pionero, The Simple Life en el que compart¨ªa sus absurdas y a la vez adictivas andanzas con su ¨ªntima de entonces, Nicole Richie, la bisnieta del magnate hotelero Conrad Hilton fue lo mejor que le pudo pasar a Juicy Couture. Como la propia Paris ha confesado en varias ocasiones, se obsesion¨® tanto con estas prendas que las llevaba de todos los colores pero, sobre todo, en su tono favorito (y de toda una generaci¨®n): el rosa chicle. La celebrity ha admitido haber llegado a atesorar m¨¢s de 100 piezas Juicy Couture. Y hace un tiempo reconoc¨ªa su fijaci¨®n en la revista Vogue: ¡°En cuanto me puse por primera vez un ch¨¢ndal Juicy, me obsesion¨¦¡±. Conoci¨® la marca a trav¨¦s de su amiga Lara Shriftman, quien trabajaba por entonces como relaciones p¨²blicas de la firma, y lleg¨® a tener una armario espec¨ªfico para sus ch¨¢ndales. ¡°?All¨ª entro todos los d¨ªas y me pongo mi Juicy!¡±, confesaba sin pudor.

Hoy, esta firma fundada originalmente en 1997 por las amigas Pamela Skaist-Levy y Gela Nash-Taylor ¡ªesta ¨²ltima, pareja de John Taylor, del grupo musical Duran Duran¡ª, vuelve a estar de actualidad gracias a una nueva admiradora de alcance global. Hablamos de la espa?ola Georgina Rodr¨ªguez, pareja del futbolista portugu¨¦s Cristiano Ronaldo y equivalente patrio a Kim Kardashian y compa?¨ªa. A saber: pelo largo y moreno, make up exagerado, manicuras imposibles, un amor casi obsceno por el lujo y el exhibicionismo y, tambi¨¦n, un cuerpo esculpido al mil¨ªmetro con gimnasio y cirug¨ªa est¨¦tica. Adem¨¢s, Georgina tambi¨¦n ha protagonizado su propio reality, Soy Georgina, como Paris Hilton y las Kardashian en su momento.

La pareja del astro portugu¨¦s, empresaria y modelo, adem¨¢s de ser una de las influencers m¨¢s cotizadas del momento, compart¨ªa hace unos d¨ªas varias im¨¢genes en su perfil de Instagram (con 61 millones de followers, atenci¨®n) en las que se la ve en esas im¨¢genes suyas ya caracter¨ªsticas en un jet privado y que tanto enloquecen a sus fans. Entre ellas, una instant¨¢nea tumbada sobre la cama deshecha ¡ªsi, en un avi¨®n, ella ¡°es Gerogina¡±¡ª, con una copa de champ¨¢n y luciendo el ic¨®nico ch¨¢ndal rosa de Juicy Couture formado por sudadera, pantal¨®n y un top strapless. Tambi¨¦n luc¨ªa un minishort con la palabra playboy en el trasero, en el mismo color y, muy probablemente, de la misma marca, en el pol¨¦mico y superviral v¨ªdeo en el que se cortaba parte de su trenza y la arrojaba al mar. Un outfit ¡°chandalero deluxe¡± que nos confirma que Juicy Couture, la firma m¨¢s empalagosa y exitosa de los 2000, est¨¢ de vuelta. Si Georgina lo lleva, est¨¢ claro: mal se tendr¨ªa que dar para que no se ponga de moda con m¨¢s de 60 millones de seguidores.

El ch¨¢ndal de terciopelo: el icono de la cultura pop y el nuevo concepto de ¡®celebrity¡¯

En 1997 Pamela Skaist-Levy, con formaci¨®n en moda y dise?o, y Gela Nash-Taylor, que hab¨ªa trabajado como actriz en algunas series de televisi¨®n, crearon la firma Juicy Couture. En un principio eran las camisetas las camisetas las prendas principales de la firma. Fue en 2001 cuando tuvieron la genial idea de crear un ch¨¢ndal en terciopelo. El tejido, que en realidad se llama velour, era suave y lujoso, dos cualidades que unidas a los detalles de strass y a las estrat¨¦gicas siluetas sexys, convert¨ªan una prenda deportiva en un look ultrafemenino, fashion y de efecto luxury que gener¨® una verdadera locura colectiva gracias a que decenas de celebrities se rindieron ante ¨¦l. El nombre de juicy (jugoso) lo escogieron por una cuesti¨®n bastante obvia: sus prendas eran suaves y deliciosas como nubes de algod¨®n, daban ganas de com¨¦rselas, dec¨ªan. (Empalagosas, cursis y hasta horteras, dir¨ªan otros).

Sus siluetas estaban creadas con una intenci¨®n clara: que resultaran muy sexis. Por eso, la sudadera era de largo a la cintura y con bolsillos a la altura de las costillas que marcaban el pecho y aplanaban el vientre. pantalones, de cintura muy baja, centraban la atenci¨®n en el trasero gracias a las palabras creadas con strass y que se pod¨ªan personalizar. Pronto se convirti¨® en el look m¨¢s ic¨®nico de la est¨¦tica t¨ªpica angelina (de Los ?ngeles, California), apto incluso con sandalias de tac¨®n ¡ªo eso cre¨ªa Mariah Carey, que lo luc¨ªa como una diva en tacones¡ª, y casi siempre combinado con botas UGG o chanclas Havaianas. Y con el m¨ªtico bolso Motorcycle de Balenciaga colgando del codo en el brazo doblado (y cuya copia fake en el Chinatown de Nueva York se convirti¨® gracias a ello en un fabuloso ¨¦xito).

Las fundadoras, que hab¨ªan comenzado a finales de los ochenta con una firma de jeans para embarazadas, alquilaban suites del hotel Chateau Marmont de Los ?ngeles que se llevaban de VIP¡¯s como Jennifer Lopez, Madonna o Cameron Diaz para que cogieran ropa gratis. Las dos fundadoras, visionarias y celebrities ellas mismas ¡ªa punto estuvieron de tener su propio reality¡ª, fueron pioneras en la estrategia de aliarse con nombres famosos que no cobraban pero s¨ª aceptaban looks gratis. Se iba conformando as¨ª el concepto de la celebrity tal y como lo conocemos hoy, al mismo tiempo que en la calle las chicas quer¨ªan imitar a sus ¨ªdolos a toda costa. Comenzaron a nacer los blogs y revistas de famosos, donde se informaba de la ropa y accesorios que llevaban las famosas, sus marcas y d¨®nde poder comprarlas. El concepto Get the look (Consigue el look) o Shop Your TV (Compra tu TV), algo tan popular hoy d¨ªa, nac¨ªa en aquellos a?os en Estados Unidos. Y muy especialmente con Juicy Couture. En 2006 se lanz¨®, adem¨¢s, el primer perfume de la marca que fue tambi¨¦n un ¨¦xito rotundo.

De su ¨¦xito millonario y aterrizaje en televisi¨®n a la ventas sucesivas y un futuro incierto

Las prendas llegaron a venderse en templos del shopping de lujo como Bergdorf Goodman, Saks Fifth Avenue, Nordstrom y Bloomingdale¡¯s, donde las piezas de Juicy Couture se agotaban una y otra vez. Series como Mujeres Desesperadas, donde Gabrielle Solis, el personaje de Eva Longoria, vest¨ªa este famoso ch¨¢ndal, Chicas malas, protagonizada por Lindsay Lohan o Embrujadas, con la recientemente fallecida Shannen Doherty, tambi¨¦n ayudaron a posicionar la marca como una de las m¨¢s imprescindibles del momento. La J met¨¢lica que hac¨ªa de cierre de sus cremalleras llegaba as¨ª a los programas de televisi¨®n m¨¢s vistos, y la lista de famosas que eran pilladas en las calles y aeropuertos con estas prendas se hizo interminable con nombres como Kelly Rowland, Vanessa Hudgens, Nicki Minaj, Dakota Fanning, Mariah Carey, Catherine Zeta-Jones, Britney Spears o Jennifer Lopez entre otras muchas. Adem¨¢s de Paris Hilton y su hermana Nicky.

Seg¨²n informaba la web Fashion Network en enero de 2016, la empresa, que lleg¨® a contar con 300 puntos de venta en 94 pa¨ªses, fue vendida seis a?os m¨¢s tarde de su creaci¨®n por 53,1 millones de d¨®lares. Su nueva propietaria era la compa?¨ªa Fifth and Pacific Companies, antigua Liz Claiborne. A partir de 2008, con la recesi¨®n de la econom¨ªa mundial, las ventas cayeron hasta un 11% interanual. La moda viraba hacia el minimalismo y la sencillez, todo lo contrario a la fantas¨ªa cursi, rosa y empalagosa de Juicy Couture. En 2010 sus fundadoras, que a¨²n manten¨ªan puestos de relevancia en la empresa, la abandonaron definitivamente. Posteriormente, la compa?¨ªa fue vendida de nuevo a la empresa especializada en licencias Authentic Brands Group. Hoy la marca es distribuida en Europa a trav¨¦s de la empresa brit¨¢nica de comercio electr¨®nico Localised.

Una nueva era juicy acaba de comenzar

Desde entonces, Juicy Couture ha intentado volver a escena en varias ocasiones. Una de ellas fue en 2016 con una colaboraci¨®n con Vetements. Una imagen de Kylie Jenner luciendo de nuevo el ic¨®nico ch¨¢ndal, en este caso resultado de dicha colaboraci¨®n premium, dispar¨® todas las alarmas. Pero la cosa no pas¨® de ah¨ª. En 2017, cuando la compa?¨ªa fich¨® al estilista de Hollywood Jamie Mizrahi como director creativo, aprovech¨® la Semana de la Moda de Nueva York para celebrar una fiesta con Paris Hilton como protagonista. Un revival en toda regla pero que tampoco lleg¨® a mayores. Un a?o m¨¢s tarde, en 2018, se present¨® una colecci¨®n por primera vez sobre la pasarela con la nueva etiqueta Juicy Couture Black Label.

Pero parece que es ahora, con Georgina Rodr¨ªguez, y tambi¨¦n con Reebok, con quien Juicy Couture ha lanzado una colaboraci¨®n que no se vende a¨²n en Europa, cuando la m¨ªtica firma ¡®dosmilera¡¯ parece regresar de verdad. Fue uno de los iconos est¨¦ticos de la cultura pop norteamericana y emblema de toda una generaci¨®n, y si su vuelta se hiciera realidad har¨ªa muy feliz a muchas nost¨¢lgicas de los dosmil. De eso no hay duda. ?Sus precios? Unos 120 euros de media por pieza, ya sea la sudadera o el pantal¨®n, aunque hay otros muchos dise?os y accesorios. Y no nos queda m¨¢s que rendirnos a sus encantos y entonar uno de sus lemas de entonces y de ahora: Viva la Juicy!