Por qu¨¦ los disfraces ¡®sexys¡¯ arrasan entre las mujeres en Halloween
?Estamos ante un acto de empoderamiento o de una concesi¨®n m¨¢s a la mirada masculina?
¡°En el mundo de las chicas, Halloween es el ¨²nico d¨ªa del a?o en el que puedes disfrazarte de puta y nadie puede decirte nada¡±, dice el personaje de Regina George en Chicas Malas, convirti¨¦ndose de forma inmediata esa frase junto a una de las m¨¢s recordadas de la pel¨ªcula junto al que ya es un leitmotiv: ¡°Los mi¨¦rcoles vamos de rosa¡±. Victoria Steele, historiadora de moda, explicaba a The Face que aunque los disfraces de Hollywood no comenzaron a producirse de forma masiva hasta los a?os 30, fue en la d¨¦cada de los 70 cuando se impusieron los dise?os sexys. ¡°Fue entonces cuando la revoluci¨®n sexual de los 60 lleg¨® a la gente y se produjo la liberaci¨®n de las mujeres, la liberaci¨®n sexual y la liberaci¨®n de los homosexuales¡±, asegura Steele, que recalca que los disfraces siempre han ayudado a la gente a transgredir las normas sociales. Cita como ejemplo a la condesa de Castiglione, una amante del emperador Napole¨®n III que empleaba los disfraces para ense?ar m¨¢s piel de la que podr¨ªa haber mostrado en su d¨ªa a d¨ªa de no haber disfraces de por medio.
Tanto en las pel¨ªculas de terror como en el true crime, las mujeres suelen ser representadas por f¨¦minas atractivas a punto de morir. Este puede ser otro punto de partida a la hora de buscar inspiraci¨®n. Es la propia cultura pop la que ha creado un imaginario sexual que relaciona a las mujeres sexys con las situaciones terror¨ªficas.
Los disfraces no son ¨²nicamente una expresi¨®n de creatividad y diversi¨®n, sino que desempe?an tambi¨¦n un papel crucial en la reproducci¨®n de las creencias ideol¨®gicas dominantes en la sociedad. Al elegir un disfraz concreto, las expectativas de g¨¦nero se perpet¨²an y al hacerlo, se evidencia c¨®mo los individuos se adhieren a las normas sociales mediante el autocontrol y la conformidad. Aunque, por descontado, cada persona puede elegir el disfraz deseado, es evidente que la oferta de disfraces destinados a las mujeres se caracteriza en muchas ocasiones por modelos sexys. ¡°El hecho de que los disfraces para mujeres suelan ser sexys es un comportamiento m¨¢s que perpet¨²a los estereotipos de g¨¦nero, en el que la mujer es vista como un objeto sexual y en el que su valor est¨¢ ligado a la apariencia f¨ªsica¡±, dice Cecilia Mart¨ªn, directora del Instituto de Psicolog¨ªa Psicode y autora del libro Amor Org¨¢smico (Vergara, 2024). ¡°En nuestra cultura, la sexualizaci¨®n de la mujer est¨¢ normalizada y Halloween no es una excepci¨®n. En mi opini¨®n, un acto empoderador es el sentirse libre de poder vestirse como una quiera y disponer de diferentes opciones para elegir, sin la presi¨®n de tener que cumplir con un est¨¢ndar sexualizado, pero la industria actual del disfraz no contribuye a ello. Los disfraces de las mujeres casi siempre son sexys y no hay muchas opciones de vestir diferente¡±, asegura.
Comenta que pese a ser el disfraz es una forma de autoexpresi¨®n y creatividad, si existiera m¨¢s diversidad en el mercado, tanto hombres como mujeres podr¨ªan disponer de m¨¢s opciones para poder elegir y mostrarse de forma aut¨¦ntica, reivindicando su personalidad. Sin embargo, las opciones son limitadas, porque la sexualizaci¨®n de la mujer es la norma. ¡°Si lo llevamos al terreno de la sexualidad, a la mujer se le impone socialmente ser objeto de deseo¡±, explica.
Por su parte, Silvia R¨²bies, responsable de comunicaci¨®n de Gleeden Espa?a y Latam, plataforma especializada en relaciones en citas no mon¨®gamas, indica que Halloween es una fecha en la que la gente tiene a desinhibirse. ¡°Queda dentro de ¡°la fiesta y detr¨¢s del disfraz¡± sin que por ello las mujeres se sientan m¨¢s miradas, juzgadas o estigmatizadas. Es como si saliera por una vez, y bajo una excusa perfecta, la fantas¨ªa que se lleva dentro, la desinhibici¨®n, la libertad de ser quien quieran ser y explotar su lado m¨¢s sexy y femenino¡±, se?ala. ¡°La mirada masculina, desafortunadamente, y aunque poco a poco se va apagando, a¨²n sigue ah¨ª, pero s¨ª podr¨ªamos decir que es una forma de plantarle cara y empoderarse. ?Por qu¨¦ no va poder disfrazarse una mujer de lo que le d¨¦ la gana, ya sea de enfermera sexy o de banana?¡±, se pregunta.
Seg¨²n indica una encuesta puesta en marcha por ZipHealth entre 1.012 personas, el 22% de los encuestados ha practicado sexo en Halloween luciendo su disfraz y el 15 % planea apostar por un dise?o sexy en esta fecha. ¡°Halloween es una de las pocas ¨¦pocas del a?o en que las normas sociales se relajan. Sentirse seguro de su cuerpo es importante para el bienestar f¨ªsico y mental, no solo durante Halloween, sino durante todo el a?o¡±, dice a S Moda el doctor Ashwin Sharma, encargado de comunicaci¨®n en ZipHealth y MedExpress.
Marin, directora del Instituto de Psicolog¨ªa Psicode, recalca que lo fundamental es que la mujer pueda elegir de manera consciente su disfraz, de forma que si elige que este sea sexy desde la libertad y la autenticidad, puede ser un acto de empoderamiento y de reafirmar su autonom¨ªa. Sin embargo, si la elecci¨®n del disfraz est¨¢ motivado por la presi¨®n social para encajar en un estereotipo, se convierte en algo negativo. ¡°Dada la cultura en la que estamos inmersos, con opciones de disfraz con las que se sexualiza a las mujeres y las reduce a su apariencia f¨ªsica, vestirse sexy en Halloween no es un acto feminista, sino todo lo contrario¡±, puntualiza. Aunque sin duda, para muchas mujeres apostar por un disfraz sexy en Halloween puede aumentar su confianza y ser un acto divertido con el que transgredir las normas sociales, indudablemente, surge el debate sobre la cultura del disfraz sensual y lo que rodea esta pr¨¢ctica.
Al haber condicionado la sociedad a las mujeres a asociar su valor personal con su atractivo sexual, emerge la duda de si, en realidad, los disfraces sexys de Halloween pueden ser una forma de empoderamiento o son un gui?o m¨¢s a la necesidad de validaci¨®n y de responder a las normas patriarcales. ¡°Las mujeres y las ni?as han sido socializadas para creer que lo m¨¢s importante sobre ellas es su aspecto y su atractivo sexual. Para las mujeres, su aspecto se vincula a su popularidad. Vivimos en una cultura que dice que lo m¨¢s relevante para las adolescentes y las mujeres es ser sexy¡±, explica la Dra. Sophia Choukas-Bradley en Pixel Flesh (Headline, 2024), un libro en el que la periodista Ellen Atlanta comenta que las mujeres han sido socializadas para verse como objetos dise?ados para satisfacer a la mirada masculina.
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