Bonpoint o por qu¨¦ a las estilistas les gusta vestirse con ropa de ni?os
YAM l¨ªnea adolescente de Bonpoint engatusa a mujeres hechas y derechas. Analizamos qu¨¦ ven los adultos en esta firma infantil de culto.
Este a?o Bonpoint, la marca de ropa infantil de los due?os de la boutique Merci, conmemora su 40 aniversario. Lo celebraron a principios de octubre con un desfile en los jardines de Luxemburgo de Paris, que culmin¨® con una actuaci¨®n de la bailarina Marie-Agn¨¨s Gillot y una fiesta salida de un cuento de hadas, con juegos vintage, algod¨®n de az¨²car, mascaras de animales y concierto del duo Papooz. Una de las invitadas al cumplea?os era In¨¦s de la Fressange, que no se pierde una presentaci¨®n de la casa. Cuando le preguntaron por qu¨¦ le atra¨ªa tanto de esta marca, respondi¨® que, ahora que sus hijas eran casi mayores, frecuentaba Bonpoint para ella misma. Que el truco estaba en llevarse la talla L de YAM, la l¨ªnea para adolescentes. Y volil¨¢, la modelo y colaboradora de Uniqlo difundi¨® as¨ª un secreto a voces entre las madres parisinas.
YAM nace en 1996 para aquellas adolescente hartas de que su madre les compre la ropa. Las siglas son un acr¨®nimo de Y?en A Marre de Bonpoint, que se traduce como estoy aburrida de Bonpoint. Un gui?o a la t¨ªpica pataleta de p¨²ber deseosa de liberarse del gusto de sus progenitores. La iron¨ªa es que pueden terminar vestidas como sus madres, ya que esta l¨ªnea tambi¨¦n atrae a adultas en busca de prendas cl¨¢sicas, discretas y sin fecha de caducidad.
Cortes¨ªa de Bonpoint
?¡°YAM comparte los temas de temporada de Bonpoint y ofrece ir a la moda sin ser demasiado trendy. El concepto es dar a los adolescentes algo que satisfaga sus necesidades a la vez que se les introduce en el verdadero Savoir Faire", explica a S Moda Christine Innamorato, directora creativa de Bonpoint desde 2006. ¡°Las piezas de YAM est¨¢n adaptadas. Los estampados son los mismos pero los cortes son muy diferentes¡±, aclara esta dise?adora que antes de Merci trabaj¨® en Cacharel.
En el mundo de la moda siempre ha habido cierta fascinaci¨®n por la ropa de ni?os. Algunas estilistas son asiduas a la secci¨®n de uniformes escolares de grandes almacenes y famosas como Carla Bruni encuentran joyas en Gap kids. En YAM las clientas tienen a su disposici¨®n prendas para ir a juego con sus hijas, pero tambi¨¦n otros art¨ªculos que las asiduas compran independientemente de que tengan versi¨®n mini. En los ¨²ltimos tiempos se ha corrido la voz de las bondades de YAM y las ventas van en progresi¨®n ascendente. La colecci¨®n para este oto?o-invierno, que tiene como una de sus musas a Luz S¨¢nchez la hija de una la top espa?ola Violeta S¨¢nchez (una de las favoritas de Helmut Newton y Saint Laurent) incluye abrigos de borrego y capas bohemias que no desentonar¨ªan en una boutique elegante para adultos. Los art¨ªculos m¨¢s populares son los chaquetones, las parkas, la blusa estilo victoriano en blanco y en azul marino (que esta temporada se agot¨® y tuvo que volver a producirse otra tanda) los pantalones pitillo y los zapatos planos que se comercializan hasta el n¨²mero 39. El agua de colonia creada por Anik Goutal y los productos de cuidado de la piel de compuestos naturales son otros de los art¨ªculos que acaban en neceseres adultos.
Cortes¨ªa de Bonpoint
En un negocio que mueve 200.000 millones de euros al a?o Bonpoint es la joya de la corona. Algo as¨ª como el Chanel de la moda infantil: chic, m¨¢s franc¨¦s que una brioche y con una parroquia repleta de ricos y famosos. Entre sus clientes est¨¢n Ivy Blue Carter ¨Cla hija de Beyonc¨¦ y Jay Z, Shiloh Jolie-Pitt o Harper Beckham. Kate Moss eligi¨® vestidos blancos de la casa para las damas de honor de su boda y Jane Birkin vest¨ªa a sus hijas de Bonpoint: el dato definitivo que hace de la empresa fundada por Marie France Cohen una marca de culto.
Desde 1975 Bonpoint comercializa versiones renovadas de prendas tradicionales como el s¨²per ventas vestido duquesa, los abrigos estilo ingl¨¦s, el estampado Liberty, los cuellos beb¨¦ y los petites robes noires para ni?as. Hasta aqu¨ª ninguna sorpresa, pero, invariablemente, poner un pie en una tienda de la firma es sufrir enajenaci¨®n mental transitoria. Las diminutas prendas suscitas exclamaciones y arrullos varios y las boutiques (en Espa?a hay en Madrid y San Sebasti¨¢n) dan ganas de traer el saco de dormir y mudarse all¨ª mismo, entre las alfombras marroqu¨ªes, las l¨¢mparas de ara?a y las cajoneras vintage.
YAM es la opci¨®n pr¨¢ctica cuando salimos del embobamiento. No tiene mucho sentido que compremos esa deliciosa blusita con bordados en miniatura pero al menos nos cabe una camisa de lunares o una chaqueta de terciopelo negro de YAM. Algo es algo.
Cortes¨ªa de Bonpoint
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