La renovada era del ¡®It bag¡¯: c¨®mo las firmas tiraron de archivo para rescatar sus modelos m¨¢s m¨ªticos
La nostalgia como tendencia y un nuevo modelo de consumo orientado al lujo como inversi¨®n han logrado que las firmas vuelvan a relanzar (y redise?ar) sus modelos m¨¢s m¨ªticos.
En 2006, ¡®The New Yorker¡¯ dedic¨® uno de sus extensos reportajes a lo que ellos mismos denominaron ¡°La Guerra de los bolsos¡± en el que explicaban c¨®mo cada marca de lujo que se preciara de serlo hab¨ªa lanzado o planeaba lanzar un modelo ¨²nico que le permitiera hacer crecer su facturaci¨®n de forma vertiginosa. La ¨¦poca de utilizar teatrales desfiles como reclamo para vender accesorios y cosm¨¦tica iba poco a poco quedando atr¨¢s y el p¨²blico, cada vez m¨¢s logomaniaco, demandaba bolsos caros y muy identificables por el observador. Hasta entonces, el reinado del sector lo protagonizaban un peque?o pu?ado de nombres: el Birkin de Herm¨¨s, el 2.55 de Chanel o el Lady Dior, pero todo cambi¨® cuando, en 1997, Silvia Venturini Fendi lanz¨® al mercado la ¡®baguette¡¯. Se vendieron m¨¢s de 600.000 unidades en 10 a?os.
En 2001, Nicolas Ghesqui¨¨re, que acababa de llegar a Balenciaga, lanz¨® el bolso City, agotado antes de llegar a las tiendas y copiado por la mayor¨ªa de las ense?as ¡®low cost¡¯ del planeta. En 2004, Phoebe Philo, entonces en Chlo¨¦, dise?¨® el bolso Paddington, cuyas listas de espera se alargaban hasta llegar a casi los cinco a?os. Eran los a?os de ¡®Sexo en Nueva York¡¯, de los paparazis fotografiando a Kate Moss, Mischa Barton y las hermanas Olsen como germen previo al ¡®street style¡¯ y de las celebridades llevando bolsos a las alfombras rojas. Hubo hasta modelos superventas bautizados con el nombre de su musa, como el Stam de Marc Jacobs, en honor a la modelo Jessica Stam o el Alexa (Chung) de Mulberry, de 2010, quiz¨¢ el ¨²ltimo gran ¡®it bag¡¯, y que permiti¨® a la marca brit¨¢nica aumentar sus ventas un 60%.
Pero la llegada de la crisis mundial hizo que las marcas dejaran de estar en guerra por sus bolsos. Los prescriptores y modelos aspiracionales ya no eran las celebridades millonarias, sino los (entonces) blogueros an¨®nimos con estilos mucho m¨¢s alcanzables; el consumo se volvi¨® m¨¢s discreto, y la nueva gama de bolsos superventas, como los de Mansur Gavriel, m¨¢s recientemente, los de Telfar, no superaban los 400 euros. Pero si en los ¨²ltimos a?os cambiar de bolso (de precio medio o bajo) casi a diario era lo habitual, tras la pandemia, el ¡®it bag¡¯ parece estar recuperando posiciones.
En parte por las renovadas ansias de expresarse y marcar status a trav¨¦s de la moda en una sociedad cada vez m¨¢s polarizada en lo econ¨®mico, en parte por la nostalgia de los primeros a?os del 2000; a pesar de que muchos de los j¨®venes que la impulsan no vivieron esa etapa, hay todo un movimiento que desde?a la novedad constante del sector y prefiere echar la vista atr¨¢s para recuperar los archivos como forma de reivindicar una moda m¨¢s longeva. Estas y otras razones explican por qu¨¦, pese a haber triplicado su precio desde 2019, Chanel ha vendido un 40% m¨¢s de bolsos 2.55, que ahora cuestan alrededor de 5.000 euros (de hecho la demanda ha crecido tanto que la firma ha puesto el l¨ªmite en dos al a?o por cliente). Tambi¨¦n que la plataforma Rebag, que vende bolsos de lujo ¡®vintage¡¯, haya triplicado su volumen de negocio desde la pandemia hasta alcanzar los 25 millones de euros anuales. Y por supuesto explica por qu¨¦ casi todas las firmas han reeditado sus ¡®best sellers¡¯ de hace 20 o 30 a?os con peque?as modificaciones funcionales. Todas esperan volver a batallar por ver qui¨¦n vende no m¨¢s bolsos, sino el bolso, en singular.
*Estilismo: Paula Delgado; dise?o de set: Roc¨ªo Ley.
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