?De nada, perras?: Madonna reflexiona sobre lo que supuso para las mujeres su libro ¡®Sex¡¯
El disco ¡®Erotica¡¯ y el libro que lo acompa?aba, ¡®Sex¡¯, cumplen 30 a?os y la cantante ha resumido el que considera que es el legado de aquella arriesgad¨ªsima propuesta.
Hace ya 30 a?os que Madonna public¨® su rompedor disco Erotica, que sali¨® al mercado acompa?ado de un coffee table book titulado Sex, en el que la cantante se atrev¨ªa a dar una visi¨®n del erotismo dese el punto de vista de una mujer y no de un hombre, como la sociedad estaba acostumbrada.?Este volumen inclu¨ªa fotos incre¨ªblemente expl¨ªcitas pero tambi¨¦n maravillosamente art¨ªsticas tomadas por el legendario fot¨®grafo Steven Meisel. La reina del pop es completamente consciente de esta efem¨¦ride y lo est¨¢ celebrando recordando las cr¨ªticas demoledoras que tuvo que soportar entonces y sacando sus propias conclusiones sobre lo que signific¨® la supuestamente repercusi¨®n ¡°negativa¡± de su atrevimiento. Ayer, Madonna publicaba en cuenta personal de Instagram el siguiente mensaje:?
¡°Hace treinta a?os publiqu¨¦ un libro llamado S.E.X. que inclu¨ªa fotos de hombres besando a otros hombres, mujeres besando a mujeres y yo misma besando a todo el mundo. En ¨¦l, tambi¨¦n escrib¨ª sobre mis fantas¨ªas sexuales y compart¨ª mi punto de vista sobre la sexualidad de forma ir¨®nica. Me pas¨¦ los a?os siguientes siendo entrevistada por gente estrecha de miras que intentaba avergonzarme por empoderarme como mujer. Me llamaron puta, bruja, hereje y diab¨®lica. Ahora Cardi B canta sobre su co?o, Kim Kardashian puede aparecer en cualquier portada ense?ando el culo y Miley Cyrus puede correrse como una bola de demolici¨®n.?De nada, perras¡±.
Despu¨¦s, la cantante recuperaba para su p¨²blico fragmentos de una entrevista que le realiz¨® en 1992 el periodista australiano Richard Carleton.
El presentador le preguntaba si era siquiera posible extraer un mensaje del libro, a lo que ella le repon¨ªa: ¡°Probablemente muchos¡±, para despu¨¦s preguntarle cu¨¢l era el que hab¨ªa interpretado ¨¦l mismo. ¡°Me asusta¡±, le contesta Carleton. ¡°Nunca hab¨ªa visto nada como eso¡±, contin¨²a. Madonna se muestra incr¨¦dula ante esa afirmaci¨®n: ¡°?Nunca hab¨ªas le¨ªdo Playboy o Penthouse?¡±. ?l, por supuesto, le contesta que no le parece ni remotamente parecido: la comparaci¨®n no es v¨¢lida para ¨¦l, pero ella no se queda satisfecha y le pide que explique sus motivos. ¡°Esa foto tuya mir¨¢ndote en un espejo y masturb¨¢ndote¡ creo que es horrible¡±, dice ¨¦l. Madonna intenta comprender por qu¨¦ le parece tan terrible pero el presentador no es capaz de argumentar los motivos, a lo que ella finalmente acaba contestando: ¡°Creo que muchas de las reacciones de la gente a ese libro son un reflejo m¨¢s de esas personas que de m¨ª misma. Esa foto te dio miedo, pero, ?de qu¨¦ tienes miedo? ?de una mujer que es aut¨®noma para satisfacerse sexualmente? ?tienes miedo de una mujer que no tiene miedo a mirarse los genitales en un espejo?¡±.?
Como ha acabado demostrando el tiempo, Madonna estaba en lo cierto: aquella transgresi¨®n simplemente significaba la ca¨ªda de un tab¨² relacionado con la opresi¨®n de las mujeres y treinta a?os despu¨¦s, gracias en parte a aquello, el mundo contempla de forma completamente diferente la posibilidad de que una mujer se exprese sexualmente de la misma forma que un hombre.?
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