Marta Ortega reivindica a Steven Meisel, el hombre que invent¨® a las supermodelos en los 90

En 1998, tras el ¨¦xito apabullante de American Pyscho, el escritor estadounidense Bret Easton Ellis public¨® Glamourama, la descabellada historia de un comando de modelos-esp¨ªas-terroristas dedicado a hacer volar por los aires los desfiles y las fiestas del circuito fashion internacional. Victor Ward, el protagonista, es un apuesto modelo que se mueve ¨²nicamente por las apariencias. Es una met¨¢fora de la sociedad de los a?os 90, una sociedad que solo se deslizaba por la superficie de las cosas. A lo largo de la novela, una s¨¢tira sobre la obsesi¨®n que exist¨ªa entonces con la imagen y la belleza, siempre hay una sesi¨®n de fotos con Steven Meisel (el propio Easton Ellis pos¨® para el fot¨®grafo cuando lleg¨® a Manhattan a finales de los 80).

Steven Meisel (Nueva York, 68 a?os) no fue un mero retratista de esa ¨¦poca inaccesible y elitista de la moda, sino que ayud¨® a construir ese mundo de superficies y apariencias. Sus fotograf¨ªas contribuyeron a crear el ideal de mujer de la d¨¦cada de 1990: supermodelos de medidas imposibles y piernas infinitas. De Claudia Schiffer a Naomi Campbell, pasando por Christy Turlington y Nadja Auermann, ninguna de ellas med¨ªa menos de 180 cent¨ªmetros o pesaba m¨¢s de 57 kilos. Ir¨®nicamente, la industria de la moda actual, la misma que abandera la democratizaci¨®n y la inclusividad, venera la obra ¡°meiseliana¡±. El espacio expositivo del Muelle de Bater¨ªa en A Coru?a acoge entre el 19 de noviembre y el 1 de mayo de 2023 Steven Meisel 1993 A year in photographs, una muestra que recorre su trabajo durante 1993, uno de sus a?os m¨¢s prol¨ªficos (en esos doce meses realiz¨® 28 portadas para Vogue y m¨¢s de cien editoriales). Marta Ortega, presidenta de Inditex, el gigante que democratiz¨® el vestir, es la impulsora de esta exposici¨®n que documenta, entre otras cosas, la belleza extraterrestre de las primeras top models.

Steven Meisel 1993 A year in photographs tiene una doble carga de nostalgia noventera. Por un lado, nos permite revisitar a todas esas mujeres ¨²nicas, especiales y lejanas que gobernaron el mundo durante una d¨¦cada. Se puede ver a Carla Bruni mucho antes de convertirse en cantante y primera dama de Francia; a Linda Evangelista antes de someterse a un procedimiento est¨¦tico que, seg¨²n ella, la dej¨® ¡°brutalmente desfigurada¡±; o a Lucy Ferry y Stella Tennant, quienes recientemente murieron de forma tr¨¢gica. Por otro lado, la exposici¨®n nos recuerda c¨®mo era el mundo antes de la explosi¨®n de internet y las nuevas tecnolog¨ªas. La industria de la moda de entonces era anal¨®gica, t¨¢ctil y arcana, y eso la hac¨ªa atractiva y excitante. Era un negocio casi inaccesible, reservado para unos pocos: modelos, estilistas y editores. El resto deb¨ªa contentarse con vislumbrar algunos destellos a trav¨¦s de las revistas y los videocilips de MTV (el cl¨ªmax fue el v¨ªdeo de Freedom!, de George Michael, que reuni¨® a Naomi Campbell, Christy Turlington, Linda Evangelista, Cindy Crawford y Tatjana Patitz).

Hoy ese mundo ya no existe. La tecnolog¨ªa y las redes sociales han hecho que todo sea accesible para todos. Para algunos es el triunfo de la democracia. Para otros, como Bret Easton Ellis, es la tiran¨ªa de una aparente igualdad. En 2019, el escritor public¨® un pol¨¦mico ensayo en Vogue Italia con motivo del 20 aniversario de Glamourama. En ese art¨ªculo, abordaba todas estas cuestiones y se quejaba de la cultura actual, ¡°obsesionada con la inclusi¨®n y la idea del pensamiento grupal en lugar del individual y que prefiere la ideolog¨ªa a la est¨¦tica¡±. ¡°La nueva generaci¨®n de millennials anhela la utop¨ªa de un entorno de ensue?o en el que todos deben estar incluidos, todos deben formar parte de este grupo compartido, pero en realidad esto solo ata?e a ciertas personas con ciertos valores y que comparten un mismo pensamiento¡±, dec¨ªa. ¡°Una visi¨®n muy r¨ªgida porque si est¨¢s fuera de ese pensamiento, si tienes ideas que no se alinean con las de los dem¨¢s, se te niega el acceso y, por lo tanto, quedas cancelado¡±, a?ad¨ªa, ironizando sobre conceptos como la cultura de la cancelaci¨®n o el body shaming (el acto de ridiculizar el aspecto f¨ªsico de una persona).

Acostumbrado a desafiar a la opini¨®n p¨²blica con sus ideas instigadoras, Easton Ellis conclu¨ªa: ¡°Si todos son hermosos, entonces nadie lo es¡±. Steven Meisel 1993 A year in photographs es el reflejo de una ¨¦poca en la que solo unos pocos eran considerados hermosos. Se puede interpretar como un homenaje o una reflexi¨®n, como un ejercicio de nostalgia o una provocaci¨®n. El significado de esta exposici¨®n, como la belleza misma, est¨¢ en los ojos de quien la mira.