Prep¨¢rate, este va a ser el invierno de los pasamonta?as

Ya sea por comodidad, por est¨¦tica o por creencia, para protegerse o para ocultarse, las capuchas y las tocas han formado parte de nuestro atuendo desde tiempos inmemoriales. Cuando han aparecido sobre la pasarela, generalmente lo han hecho de una forma dram¨¢tica, asociada a la puesta en escena y al espect¨¢culo y sin muchas posibilidades de ser llevadas en la vida real. Martin Margiela es uno de los dise?adores que ha recurrido en varias ocasiones a m¨¢scaras para ocultar el rostro de sus modelos mientras desfilaban. Quiz¨¢ por su timidez ¨Csiempre ha querido permanecer en el anonimato y no se ha dejado ver en p¨²blico¨C al belga le gustase expresar la cualidad de la modestia. Tambi¨¦n Alexander McQueen, quien en varias de sus colecciones propuso distintos tipos de capuchas, afirm¨® en alguna ocasi¨®n que sus prendas a menudo eran concebidas como una armadura que creaba una barrera entre la persona que las vest¨ªa y su entorno, as¨ª como una sensaci¨®n de empoderamiento.

Ahora Alessandro Michele, director creativo de Gucci, nos muestra para este invierno su propia forma de entender estas piezas. En un desfile marcado por la frase de la artista espa?ola Coco Capit¨¢n ¨C??Qu¨¦ vamos a hacer con todo este futuro??¨C , era inevitable leer varias referencias al pasado. Tal y como puede verse en su perfil de Instagram, @lallo25, Michelle muestra un gusto ecl¨¦ctico por la historia del arte, compartiendo im¨¢genes que van desde esculturas cl¨¢sicas a pinturas renacentistas. Quiz¨¢ las tocas y las cofias de la edad moderna fueran el punto de partida para dise?ar la m¨¢scara de malla met¨¢lica o los gorros de lana que se abrochan con una flor a modo de capucha. O puede que el trabajo de Margiela y McQueen de hace unos a?os sirviera de inspiraci¨®n para esta colecci¨®n en la que algunos toques de chiner¨ªa de los siglos XVII y XVIII se mezclan con gui?os a la poes¨ªa del ingl¨¦s William Blake o la literatura de Jane Austen y vestidos rom¨¢nticos de los a?os 70 y 80.

Para celebrar sus cinco a?os al frente de Delpozo, Josep Font cre¨® su colecci¨®n m¨¢s curvil¨ªnea. Mezclando, como siempre, conceptos antag¨®nicos, esta vez se inspir¨® en los colores de la paleta del pintor h¨²ngaro postimpresionista?Jo?zsef Rippl-Ro?nai y en las formas abstractas del artista suizo?Max Bill. En el desfile de hace meses en Nueva York, el set estaba dise?ado como si fuera una gran jaula de p¨¢jaros por la que paseaban las modelos. Muchas de ellas luc¨ªan tops de cahsmire rematados con capuchas totalmente ajustadas y algunas decoradas con lentejuelas de distintas formas y colores. La idea, explic¨® Font entre bastidores, era imitar la apariencia de un colibr¨ª.

Tambi¨¦n la ¡°moda modesta¡± ¨Ccaracterizada por su recato y pudor¨C se encuentra en sinton¨ªa con esta tendencia, sobre todo en lo relacionado con el armario de la mujer musulmana. Nike, por ejemplo, anunci¨® este a?o el lanzamiento de Nike Pro Hiyab para el 2018. En colaboraci¨®n con mujeres atletas de Oriente Medio, el gigante del deporte ha dise?ado una prenda de poli¨¦ster ligero y opaco, pero con microperforaciones para que sea transpirable. Sin embargo, esta no es la primera vez que se comercializan hijabs deportivos. Marcas m¨¢s peque?as como la holandesa Capsters o la canadiense ResportOn consiguieron en 2014 que la Fifa reconociera sus prototipos, lo que permiti¨® a las mujeres musulmanas formar parte de las competiciones deportivas.

En la misma l¨ªnea, Marine Serre, la ganadora del ¨²ltimo premio LVMH, traduce a un lenguaje contempor¨¢neo la vestimenta femenina ¨¢rabe. En sus propias palabras, tal y como Serre afirmaba para?The Business of Fashion, cre¨® su marca ¡°como respuesta a la actitud xen¨®foba que surgi¨® tras los ataques terroristas perpetrados en Par¨ªs y Bruselas¡±. Con la mezcla de algunos de los s¨ªmbolos m¨¢s representativos del mundo isl¨¢mico (la luna creciente, por ejemplo) y elementos de trajes tradicionales con toques deportivos del mundo occidental, esta dise?adora franco-belga usa la moda intentando acercar distintas formas de entender el mundo.

Actitud e indiferencia. Con esas dos palabras define Demna Gvasalia la colecci¨®n oto?o invierno 2017/18 dise?ada para Balenciaga. En ella, la desestructuraci¨®n de los patrones cl¨¢sicos de la casa, unida a la superposici¨®n de prendas y la mezcla de tejidos formales con otros m¨¢s t¨¦cnicos definen la que fue una de las propuestas m¨¢s sonadas de la temporada. Las prendas con capucha dejan de ser ¨²nicamente funcionales y se convierten en una declaraci¨®n de intenciones. Porque ir con tacones no implica que no puedas pertrecharte como es debido ante la lluvia o el fr¨ªo. Esa mezcla, que tambi¨¦n vimos en el desfile de Y-Project, tiene mucho que ver con el ¡°look quechua¡±, una tendencia derivada del normcore en la que la est¨¦tica monta?era se combina con elementos m¨¢s sofisticados propios de la vida urbana. Los plumas, las camisetas y las chirucas de marcas como Salomon, The North Face o Patagonia se mezclan tanto con vaqueros como con pantalones de raso.