Sombreros en la coronaci¨®n?o c¨®mo la aristrocr¨¢tica costumbre de cubrirse la cabeza naci¨® para discrimar a los plebeyos
El protocolo real todav¨ªa establece que las mujeres reales deben usar sombreros en todos los eventos oficiales, siguiendo una tradici¨®n que se ha transmitido a trav¨¦s de generaciones en la monarqu¨ªa brit¨¢nica.
Es un hecho. Nadie usa tocados y sombreros como las mujeres de la familia real brit¨¢nica. Empezando por Isabel II, quien en sus 70 a?os de reinado llev¨® m¨¢s de 5.000 piezas diferentes, la mayor¨ªa de brillantes colores para cumplir con aquello de que una reina debe ser f¨¢cilmente visible entre una multitud. Porque un sombrero identifica y tambi¨¦n significa: como dice el historiador brit¨¢nico Robert Lacey a la periodista de moda Elizabeth Holmes en su libro?HRH: So Many Thoughts on Royal Style, muy pocas mujeres modernas usan un sombrero como parte de un uniforme: ¡°El sombrero es un recordatorio de que la reina est¨¢ contratada para un servicio, para un trabajo¡±, se lee en el libro. Este fin de semana en Londres, con motivo de la coronaci¨®n de Carlos III, una marea de sombreros y tocados llegar¨¢ a la abad¨ªa de Westminster porque en la sociedad brit¨¢nica, cuando se trata de una ocasi¨®n especial, no est¨¢ completa sin una pieza que adorne la cabeza de sus invitados.
El protocolo real todav¨ªa establece que las mujeres reales deben usar sombreros en todos los eventos oficiales, siguiendo una tradici¨®n que se ha transmitido a trav¨¦s de generaciones en la monarqu¨ªa brit¨¢nica. En realidad, la regla sol¨ªa ser a¨²n m¨¢s estricta: hasta la d¨¦cada de 1950, nunca se permit¨ªa ver a las mujeres reales sin un sombrero o tocado. Como afirma la comentarista experta en realeza Victoria Arbiter en la revista Insider, la realeza y la alta sociedad mantienen vivas este tipo de tradiciones para identificarse: ?Tiene que haber una ligera diferenciaci¨®n entre la familia real y nosotros, la gente com¨²n?. Precisamente para marcar esa distancia se extendi¨® el uso del sombrero en los actos regios.
Lo cierto es que ha habido algunos tocados memorables en eventos reales a lo largo de los a?os. La propia Isabel II protagoniz¨® muchos momentos significativos gracias a este accesorio desde aquel casquete bordado con perlas inspirado en los Tudor que se puso para la investidura Carlos como Pr¨ªncipe de Gales en 1969?dise?ado por?Hartnell?y la sombrerera?Simone Mirman. Aquel dise?o tuvo un gran impacto en el momento, al igual que uno de sus ¨²ltimos y m¨¢s comentados sombreros, elaborado en azul Europa y decorado con flores amarillas, que llev¨® la monarca en el d¨ªa en que Theresa May anunci¨® su estrategia para el Brexit en lo que parec¨ªa un homenaje silencioso pero evidente a la bandera comunitaria.
Otras mujeres de la realeza acapararon la atenci¨®n medi¨¢tica a ra¨ªz de sus tocados, como Diana de Gales, que dej¨® de llevarlos a finales de los a?os 80 porque como ella misma dijo no puedes abrazar a un ni?o cuando llevas un sombrero puesto. A?os m¨¢s tarde fue Beatriz de York quien se convirti¨® en ¡°meme¡± gracias a su fascinante tocado en la boda de los duques de Cambridge en 2011 (despu¨¦s lo subast¨® para donar sus beneficios a UNICEF). Su creador, Philip Treacy, ordenado?caballero brit¨¢nico por la propia Isabel II y que dise?a este tipo de accesorios para los eventos de la ¨¦lite social, explica c¨®mo esta pieza protocolaria para actos regios se ha transformado en parte del tejido social y de clase brit¨¢nico: ?Es el complemento que simboliza el glamour. Un sombrero puede cambiar tu vida. Puede hacerte encontrar marido, o novio. Los sombreros embellecen a las mujeres. Y hacen a los hombres muy felices. As¨ª que, a todas las chicas solteras, yo les digo que se pongan un sombrero. Atraen a los hombres, m¨¢s que una agencia de citas. He sabido de muchos ¨¦xitos amorosos en los que hab¨ªa un sombrero de por medio. ?Y sabes por qu¨¦? Porque inician una conversaci¨®n y te hacen sentir especial. Todos quieren conocer a la mujer del sombrero?.
Breve historia del sombrero como pieza ¡®royal¡¯
Lo primero que conviene aclarar es que, aunque en ocasiones se parecen y ambos pueden ser decorativos, el sombrero y el tocado no son lo mismo. Los sombreros generalmente cubren la parte superior de la cabeza, tienen ala y base y cuentan con un aspecto funcional (como es protegerse del sol), mientras que los tocados son esencialmente trozos de cinta que se adhieren a la cabeza con alg¨²n tipo de diadema, peine o clip, y son puramente decorativos.
Antes de que los tocados decorativos se convirtieran en el accesorio de referencia para la alta sociedad, la palabra describ¨ªa algo completamente diferente.?En la historia de la moda, un tocado originalmente se refer¨ªa a?un chal de encaje o de ganchillo?que cubr¨ªa la parte posterior de la cabeza. Seg¨²n la?Enciclopedia Brit¨¢nica?, este tipo de tocado, que se us¨® en el siglo XIX, ¡°agreg¨® un poco de misterio seductor a la decorosa moda victoriana¡±.?Pero su historia, en realidad, viene de muy atrasa en el tiempo.
Una experta en protocolo explica as¨ª c¨®mo se empez¨® a diferenciar por clases a trav¨¦s de los sombreros y tocados: ?Hist¨®ricamente el permanecer cubierto (es decir con el sombrero puesto), al igual que tomar asiento en presencia del rey o del se?or de m¨¢s alta jerarqu¨ªa, era un privilegio concedido s¨®lo a unos pocos. Se conoce con la designaci¨®n de ¡°derecho de cobertura¡± y formaba parte de los privilegios reales el poder concederlo a quien el soberano quisiese. Por otra parte, en el caso de las damas de la Corte sol¨ªan presentarse en los espacios ¨¢ulicos con un tocado que fue evolucionando con el tiempo desde la cobertura a adornos que dejaban parte del pelo a cubierto?, cuenta a SModa Dolores del Mar S¨¢nchez-Gonz¨¢lez, Catedr¨¢tica de Historia del Derecho y?Coordinadora del Master Universitario en?Protocolo?de la?Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia?(UNED). La coronaci¨®n del s¨¢bado, adem¨¢s, tendr¨¢ un componente religioso, algo que tambi¨¦n est¨¢ relacionado con la prescripci¨®n de cubrir la cabeza: en?el caso de Inglaterra, el monarca es adem¨¢s ¡°Gobernador o Jefe Supremo¡± de la iglesia protestante anglicana y el cubrimiento de cabeza para las mujeres en oficios p¨²blicos de culto es tradicional en muchas variantes de la religi¨®n cristina. ?El ¡°velo cristiano¡± var¨ªa seg¨²n cada una de esas variantes: desapareci¨® de la iglesia cat¨®lica con car¨¢cter general salvo ciertas excepciones, se mantiene mucho en las ortodoxas y se ha usado mucho tradicionalmente en el reinado de Isabel II, siguiendo las prescripciones realizadas por la Reina Victoria, aunque el tradicional velo se sustituye por un sobrero o tocado. Recordemos que, en la ceremonia, la coronaci¨®n se realizar¨¢ en la abad¨ªa de Westminster ante el Arzobispo de Canterbury, con lo que el acto tendr¨¢ componentes religiosos, y no es cuesti¨®n de empezar a ponerse y quitarse adornos. Adem¨¢s, en Gran Breta?a el sombrero en las mujeres en actos oficiales y no tan oficiales tiene mucha tradici¨®n, y si no recordemos las carreras de Ascot?, recuerda esta experta.
El evento al que se asiste es el que determina el c¨®digo de vestimenta (?dress code?) exigido. ?La elecci¨®n de la vestimenta juega un papel muy simb¨®lico y comunicativo, no s¨®lo en el caso de las monarqu¨ªas sino tambi¨¦n en el de las rep¨²blicas. Adem¨¢s, es un elemento que puede potenciar la imagen o marca de un pa¨ªs por ello es tradicional que los y las Jefes y Jefas de Estado, y sus c¨®nyuges) suelan hacer gui?os a la moda de su propio pa¨ªs como formas de potenciar la imagen o ¡°marca pa¨ªs¡±, y que en la elecci¨®n del colorido se valore la naturaleza del acto o evento al que se acude?, cuenta Dolores del Mar S¨¢nchez-Gonz¨¢lez.
Aunque adornarse el cabello es algo que las mujeres han hecho desde los inicios de la humanidad, para el siglo XV el per¨ªodo del Renacimiento introdujo una nueva est¨¦tica de vestir en el poder y la decoraci¨®n del cabello se alej¨® de prop¨®sitos ¨²nicamente rituales o espirituales. Durante el per¨ªodo Tudor, entre 1485 y 1603, las modas dictaron que las mujeres inglesas y galesas adornaban sus cabezas con velos, coifs y sombreros ¡°pillbox¡±. Aquellos tocados eran muy elaborados y costosos, estaban confeccionados con perlas, encajes, plumas, joyas e hilos de oro, as¨ª que pronto se convirtieron en s¨ªmbolo de estatus. Para el a?o 1500 los ¡°milliners¡± o fabricantes de sombreros elaboraban dise?os extravagantes, intrincados y espectaculares, aptos solo para los bolsillos de la ¨¦lite social. Seg¨²n avanz¨® el siglo XVII las mujeres de la alta sociedad brit¨¢nica se expusieron cada vez m¨¢s a la moda francesa, inspiradas por el estilo de Enriqueta de Francia, esposa de Carlos I, que llevaba unos tocados de lo m¨¢s extravagantes, o la marquesa de Fontange, que cre¨® tendencia con sus alt¨ªsimos peinados de rizos y accesorios, flores, lazos y velos. Despu¨¦s Vino Mar¨ªa Antonieta, en el siglo XVIII, que decoraba su cabello con impresionantes tocados que inclu¨ªan jardines paisaj¨ªsticos en miniatura, animales, plumas e incluso un modelo a escala de La Belle-Poule, un acorazado de guerra victorioso. Aquello encendi¨® una chispa de creatividad de moda entre las clases altas europeas. La Europa del siglo XIX estuvo plagada de guerras, revoluciones y una recesi¨®n global, y con eso, los tocados extremos pronto cayeron de moda. Dicho esto, en Gran Breta?a, los gorros, perlas, conchas y velos todav¨ªa se consideraban accesorios para el cabello apropiados en ocasiones especiales.
As¨ª llegamos al siglo XX, en el que el tocado era un s¨ªmbolo de estatus, posici¨®n y poder. En la d¨¦cada de 1920, la joven generaci¨®n de flappers influy¨® en gran medida en la moda brit¨¢nica. Sol¨ªan decorarse el pelo con perlas, lentejuelas, plumas y sombreros de cloch¨¦. La d¨¦cada de 1940 vio el surgimiento de los doll hats o?¡°sombreros de mu?eca¡±, lo m¨¢s parecido a los tocados que conocemos hoy. Estos sombreros ganaron popularidad entre las mujeres estadounidenses y europeas, que incluso vieron en los tocados caprichosos y a menudo rid¨ªculos un s¨ªmbolo de desaf¨ªo contra la austeridad de la ocupaci¨®n nazi, se?ala?Allure.
¡°Hasta la d¨¦cada de 1950, rara vez se ve¨ªa a las mujeres sin sombrero, ya que no se consideraba ¡®lo mejor¡¯ que las mujeres mostraran su cabello en p¨²blico¡±, dijo en una entrevista a la BBC Diana Mather, tutora principal de?The English Manner?.?Pero agreg¨®, ¡°todo eso ha cambiado y los sombreros ahora est¨¢n reservados para ocasiones m¨¢s formales¡±.
Los tocados modernos est¨¢n fuertemente vinculados a aquellos?sombreros de c¨®ctel?(con alguna pluma, red o velo, que los anglosajones llaman fascinators) que usaban las mujeres en las d¨¦cadas de 1950 y 1960, seg¨²n la enciclopedia brit¨¢nica.?A diferencia de los t¨ªpicos sombreros estructurados, los sombreros de c¨®ctel generalmente?no ten¨ªan alas.
Durante las d¨¦cadas de 1970 y 1980, los tocados comenzaron a aparecer entre la ¨¦lite social en eventos importantes, en gran parte gracias a?Stephen Jones?y?Philip Treacy?, quienes crearon tocados para miembros de la familia real brit¨¢nica y convirtieron estas piezas en parte de la cultura brit¨¢nica. Adem¨¢s de las bodas reales, los tocados y los sombreros decorativos tambi¨¦n son comunes en eventos de carreras de caballos como el Royal Ascot y el Derby?de?Kentucky.
Hoy son parte de la cultura brit¨¢nica y esa significaci¨®n del tocado ha hecho que algunas mujeres eligen usar tocados para resaltar una posici¨®n social, pero tambi¨¦n como una manera alegre de autoexpresi¨®n. Siempre que cumpla, claro est¨¢, el protocolo regio: solo se llevan de d¨ªa, no se pueden lucir a partir de las seis de la tarde (ah¨ª salen las tiaras) y nunca deben sobresalir del hombro.
En la ceremonia de coronaci¨®n de Carlos III se espera ver sombreros y tocados que signifiquen a las invitadas. ?Hoy las normas no son definitivas, dado que se est¨¢n haciendo continuos cambios de ¨²ltima hora. Si que es cierto que habr¨¢ que estar a las indicaciones del anfitri¨®n que el el rey Carlos III. En este sentido, ha solicitado a los arist¨®cratas que no lleven corona en la Abad¨ªa de Westminster (la familia real brit¨¢nica y la nobleza titulada -duques, condes, vizcondes y barones- pueden llevarlos), y en un principio los mantos ceremoniales, aunque en este ¨²ltimo extremo se dio marcha atr¨¢s por las m¨²ltiples protestas que la medida gener¨®. Por tanto, se supone que se exhibir¨¢n muchas tiaras?, comenta Dolores del Mar S¨¢nchez-Gonz¨¢lez. ?No se sabe qu¨¦ va a hacer la familia real brit¨¢nica, aunque suponemos que se comunicar¨¢n con el resto de familias reales si desean que se prescinda de las tiaras. En este caso lo usual es que se lleven tocados, pero supongo que no ser¨¢ infrecuente el uso de sombreros?, a?ade.
La tradici¨®n espa?ola
Como precisa Dolores del Mar S¨¢nchez-Gonz¨¢lez la corona, la tiara, el tocado, el sombrero y el velo o mantilla son?elementos de uso variado, seg¨²n usos sociales y tradiciones de cada Estado. ?Hist¨®ricamente la cosa var¨ªa, pero s¨®lo exist¨ªan coronas. Adem¨¢s, no s¨®lo hab¨ªa coronas reales, sino que, por ejemplo en nuestro pa¨ªs hab¨ªa coronas de reyes, de pr¨ªncipes, de duques, de condes¡ En Castilla los reyes no eran coronados sino que se produc¨ªa el juramento y proclamaci¨®n de los mismos, esa fue la tradici¨®n que se adopt¨® con la unificaci¨®n de los diferentes territorios. Al no existir una corona real (la que se utiliza en las ceremonias de proclamaci¨®n es una corona tumular), las monarcas espa?olas pronto comenzaron a utilizar tiaras, que suelen ser variaciones hechas sobre la corona y que se utiliza no s¨®lo por la monarqu¨ªa sino por la alta aristocracia en todo el mundo desde el siglo XVIII en adelante y especialmente a partir del XIX al ponerla de moda la emperatriz Josefina de Bonaparte?, cuenta.
?Respecto del velo, en los pa¨ªses cat¨®licos la mantilla sigue siendo usada en diversos actos de diferentes naturalezas, suele usarse de color negro por las mujeres en procesiones de Semana Santa como sustitutivo del velo, y ante el Santo Padre, adem¨¢s de ser usadas por la madrinas en las bodas y por las propias novias, si bien en ese caso es blanca?, a?ade. Este es un privilegio, recuerda esta experta en protocolo, ?que solo gozan las monarcas y consortes de pa¨ªses cat¨®licos es el vestir de blanco en presencia del Santo padre y portar un velo o una mantilla blanca (en el caso de reinas o consortes espa?olas). El ¡®Privil¨¨ge du blanc¡¯ fue una forma de agradecer a los pa¨ªses que se mantuvieron fieles a la Iglesia Cat¨®lica y no se convirtieron en protestantes, siendo la reina Victoria Eugenia la primera que se acogi¨® a dicho privilegio?.
Dado que en Espa?a no hay una gran tradici¨®n de llevar sombrero ni tocado, no es de extra?ar que a do?a Letizia no parezcan entusiasmarle: solo los ha lucido cuando la etiqueta lo exig¨ªa expresamente, como en los actos oficiales a los que ha asistido en Reino Unido. En 2018 la?sombrerera?Reyes Hell¨ªn?, asentada en Sevilla y ¨²nica distribuidora oficial de?Philip Treacy?y Stephen Jones en Espa?a, las marcas preferidas de la corte brit¨¢nica, confesaba que el desinter¨¦s de la reina por los sombreros ?es una espinita que tengo clavada?, revel¨® a?Vanity Fair:??Le he ofrecido mis servicios y le he dado mi opini¨®n, le he sugerido asesoramiento, pero no. No tiene costumbre?, a?ad¨ªa Hell¨ªn, due?a de la tienda hom¨®nima en la ciudad andaluza que adoran las hermanas?Domecq,?Nieves ?lvarez?o la familia?Peralta. ?Tenemos una reina guapa, con tipazo, y podr¨ªa lucirlos maravillosamente. Pero no se deja. En Inglaterra no entienen por qu¨¦ no usa m¨¢s sombrero con lo guapa que estar¨ªa?, dec¨ªa. La especialista aseguraba tener muy claro qu¨¦ estilos le favorecer¨ªan a Letizia. ?Tiene una cara peque?ita, tendr¨ªan que ser sombreros de ala mediana. Una boina con velo, quiz¨¢s, pero platos no, porque se la comer¨ªan?, revela. ?Siempre hay divisi¨®n de opiniones cuando lleva sombrero. Pero bien asesorada estar¨ªa ideal, estoy segura?, comentaba, y especificaba, incluso, los que m¨¢s le favorecer¨ªan:??Le pondr¨ªa?casquitos posteriores, que le quedar¨ªan de cine. Un sombrero un poco retro, y por supuesto nada recargado. Ni floripondios ni plumas gigantescas. La pluma est¨¢ muy trillada, se ha vulgarizado mucho?. Habr¨¢ que esperar a la coronaci¨®n de Carlos III para ver cu¨¢l es su elecci¨®n.
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