?Dime cu¨¢nta gente te sigue y ver¨¦ si te invito a mi fiesta?: cuando el n¨²mero de seguidores tambi¨¦n importa fuera de las redes
La pol¨¦mica causada por un evento organizado por una influencer digital reabre el debate: ?c¨®mo nos afecta en el d¨ªa a d¨ªa nuestra popularidad en redes?
Mostrar un elevado n¨²mero de seguidores en redes sociales era el requisito indispensable para poder acceder a una fiesta organizada por Charly Jordan, una estrella de las redes sociales (casi 5 millones de followers en Instagram y m¨¢s de 7 en TikTok) que se define a s¨ª misma como ?modelo, empresaria y DJ?. Al menos, as¨ª lo denunci¨® en un v¨ªdeo una de las j¨®venes que hac¨ªa cola para entrar al evento y que se qued¨® petrificada al enterarse de que deb¨ªa mostrar el dichoso numerito a modo de acreditaci¨®n. A pesar de que la anfitriona ha negado tal cosa asegurando que lo ¨²nico que quer¨ªa comprobar su equipo de seguridad era si los asistentes contaban con su follow para evitar que se colaran ?personas random que no eran mis amigos?, la pol¨¦mica est¨¢ servida. En cualquiera de los dos supuestos el perfil en redes sociales se convierte en un sustituto de las invitaciones de toda la vida, en un pseudodocumento de identidad que nos traslada inevitablemente al archireferenciado cap¨ªtulo de Black Mirror en el que el valor de las personas depende de los ¡®me gustas¡¯ y seguidores que acumulan en el mundo virtual.
?Hemos hecho un sondeo entre influencers para recoger si hab¨ªan vivido algo similar y todas las respuestas han sido negativas?, contesta a S Moda Marisa Oliver, directora de la agencia de influencers digitales Hamelin Agency al ser preguntada sobre si existe un patr¨®n en el que el n¨²mero de seguidores se est¨¦ convirtiendo en la llave para acceder a fiestas y eventos. Jaime Vargas, CEO y fundador de TKers Agency, la primera agencia espa?ola especializada en TikTok, coincide con ella en que ?jam¨¢s? ha tenido constancia de ning¨²n otro caso similar.
Sin embargo, aunque los porteros de discoteca sigan reclamando el DNI en lugar de la popularidad del perfil de Instagram, el n¨²mero de seguidores es el pasaporte por el que muchos influencers acceden a determinados eventos organizados por grandes marcas, as¨ª como a viajes, presentaciones, fiestas exclusivas y, por supuesto, colaboraciones remuneradas. M¨¢s a¨²n: seg¨²n un reportaje de Vogue Bussiness, muchos creadores de contenido est¨¢n consiguiendo puestos ejecutivos en las marcas de moda gracias a la popularidad que les ha otorgado internet. ?Para colaborar con marcas de la industria de la moda y la belleza hay que tener, al menos, entre 10.000 y 15.000 followers?, confirma Oliver, que asegura que en sectores m¨¢s nicho como las especialidades m¨¦dicas se puede considerar que una voz es influyente en redes si alcanza los 5.000 o incluso menos.
A pesar de lo anterior, los profesionales del sector insisten en la importancia de valorar la calidad por encima de la cantidad. En TikTok, por ejemplo, la influencia no se mide en n¨²mero de seguidores, sino de visualizaciones por lo que ?cualquiera con ingenio puede subir un v¨ªdeo que alcance millones de views y tener su momento de gloria sin que tenga miles de seguidores?, explica el CEO de TKers Agency. A modo de ejemplo, el experto asegura que las dos creadoras de contenido m¨¢s influyentes de su agencia, Ale Agull¨® (c¨®mica que triunfa con sus sketches de ¡®cara cuadrada¡¯ en los que tambi¨¦n participa su madre) y Espersansa Grasia (que parodia la correcci¨®n estadounidense frente a la naturalidad espa?ola), no est¨¢n ni siquiera en su top 10 de followers. Traslando el ejemplo a la industria de la moda e Instagram, podemos citar perfiles como el de Blanca Mir¨®, que colabora con las marcas m¨¢s reputadas del sector (de Chanel a Gucci) sin necesidad de acumular los millones de seguidores de otros perfiles como el de Dulceida.
Cuando los seguidores importan, aunque no seas ¡®influencer¡¯
La cantidad de almas que permanecen atentas a cada nueva actualizaci¨®n se ha convertido en un criterio que trasciende a aquellos que se dedican profesionalmente a la creaci¨®n de contenido digital. Son muchos los actores, por ejemplo, que han confesado c¨®mo el n¨²mero de seguidores que acumulan en Instagram es un criterio evaluable m¨¢s a la hora de conseguir un papel.
Amaia Salamanca, que hace a?os renegaba de las redes, confesaba a esta revista que decidi¨® abrirse un perfil en Instagram al ?darse cuenta de que las necesitaba?. ?No solo porque son ¨²tiles para promocionar tu trabajo, sino porque a veces que cuenten contigo en un proyecto tambi¨¦n depende del n¨²mero de seguidores?, explic¨®. No es la ¨²nica que ha hablado del tema: Aitor Luna asegur¨® que a los actores j¨®venes se les pide ?20.000 seguidores como m¨ªnimo? y hasta una estrella global como Sophie Turner, Sansa Stark en Juego de Tronos, afirm¨® que gracias a su fanaticada virtual hab¨ªa logrado el papel por encima de ?otra actriz mucho mejor?. Sin olvidar esos anuncios virales en los que se exige un m¨ªnimo de followers para acceder a un casting y que han sido condenados por entidades como la Uni¨®n de Actores.
?La industria del cine y del teatro tienen en cuenta el n¨²mero de seguidores a la hora de cerrar un papel porque hoy en d¨ªa parte de la promoci¨®n de la pel¨ªcula o de la obra pasa por los canales digitales?, comenta Marisa Oliver. Y a?ade: ?Eso no quiere decir que este dato sea determinante, solo es algo m¨¢s que se empez¨® a tener en cuenta con la aparici¨®n de Instagram. A partir de 2015 ocurr¨ªa de forma t¨ªmida, pero hoy en d¨ªa ya casi todas las productoras y los directores de casting lo valoran?. Sin embargo, una cantidad generosa de followers no siempre se traduce en una recaudaci¨®n en taquilla igualmente boyante. En un art¨ªculo titulado La ¡®paradoja Corber¨®¡¯: cuando tener millones de seguidores no es suficiente para vender entradas, Carlos Meg¨ªa analizaba c¨®mo ser una estrella en redes no siempre es sin¨®nimo de llenar las butacas. Actores tan seguidos como ?rsula Corber¨® o Mario Casas no lograron los resultados esperados en algunas de sus pel¨ªculas a pesar de su trabajo de promoci¨®n en perfiles con millones de seguidores, demostrando que la f¨®rmula del ¨¦xito de un largometraje es mucho m¨¢s compleja que echar un vistazo al n¨²mero de seguidores de su elenco.
La visibilidad que estos perfiles otorgan a todo lo que hacen ¨Cse traduzca despu¨¦s en ventas o no¨C es tambi¨¦n el motivo que explica por qu¨¦ todo influencer que se precie ha publicado su propio libro. Dulceida, Paula Ordov¨¢s o Laura Escanes, por citar tres ejemplos nacionales, comercializan en tapa dura sus propias experiencias en torno a la moda, la vida sana e incluso la poes¨ªa. Y tambi¨¦n es frecuente que las editoriales publiquen aquellas historias a las que ven m¨¢s probabilidades de viralizarse, seg¨²n las habilidades tuiteras de sus autores. ?Las nuevas generaciones cada vez consumen m¨¢s contenidos digitales de car¨¢cter inmediato. Es normal que las editoriales busquen en los influencers digitales aliados para sacar nuevos libros, de hecho, en algunas librer¨ªas existen secciones dedicadas a estos autores y los grandes grupos editoriales nos llaman cada a?o para revisar con qu¨¦ talentos podr¨ªan sacar un libro que pudiera tener salida?, detalla la directora de Hamelin Agency.
Cantidad VS Calidad
A pesar de la obsesi¨®n con los n¨²meros, los expertos consultados coinciden en la necesidad de premiar la calidad de los contenidos por encima de la cantidad de seguidores. ?Lo contrario es pan para hoy y hambre para ma?ana?, apunta la experta. Aportar valor, tener voz propia y autoridad son los criterios que deben valorarse y que, seg¨²n dicen, son cada vez m¨¢s importantes para las marcas. ?Buscan naturalidad, credibilidad y calidad antes que n¨²mero de impactos. Si un perfil re¨²ne las dos cosas, ?bingo!, pero por suerte, la calidad se est¨¢?imponiendo a la cantidad?, afirma el CEO de TKers Agency.
Entonces, ?estamos cerca de emular a Bryce Dallas Howard en Black Mirror?demostrando lo populares que somos en internet para acceder a ciertas experiencias? Por suerte, los expertos consideran que no llegaremos a ese extremo, aunque ?no cabe duda de que vivimos en un mundo en el que tu imagen depende de la huella digital que tengas?, en palabras de Marisa Oliver. ?Hay muchas formas de construir una marca personal digital, y s¨ª, los likes y tener seguidores importa, por supuesto, pero reducirlo todo a eso es muy simplista?.
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