Custo Dalmau podr¨ªa unirse al ¨¦xodo de dise?adores que emigran de Nueva York

Esta edici¨®n, la semana de la moda neoyorquina tiene un calendario bastante desangelado. D¨ªa a d¨ªa aumenta la lista de marcas y dise?adores que deciden abandonar el ?sue?o americano? y emigrar a otras ciudades: Tommy Hilfiger presentar¨¢ en esta ocasi¨®n su colecci¨®n en Londres; Rodarte y Proenza Schouler desfilaron en Par¨ªs en julio (en huecos encajados en un cada vez m¨¢s il¨®gico calendario de ?alta costura?); Thom Browne y Lacoste tambi¨¦n han elegido mudarse a la capital francesa¡­ Otros, como Narciso Rodr¨ªguez, sencillamente han decidido cancelar el desfile. ?Qu¨¦ futuro le espera a la cita neoyorquina? ?Se ha planteado Custo Dalmau, ide¨®logo de la marca Custo Barcelona, tambi¨¦n la opci¨®n de mover su show a otra ciudad? ?Es una posibilidad que estamos barajando desde varias temporadas. De hecho estamos pensando seriamente en emigrar nosotros tambi¨¦n?, anuncia a S Moda. ?Creo que los organizadores de la fashion week de Nueva York se tienen que replantear muchas cosas para que vuelva a ser una pasarela de referencia?, denuncia. Entre los cambios que el catal¨¢n exige est¨¢ el de poner un filtro selectivo m¨¢s restringido. Tambi¨¦n defiende que deber¨ªan organizar mejor las diferentes localizaciones y el timing de desfiles: ?No tiene sentido que en la misma hora haya varios shows. Adem¨¢s, est¨¢n tratando la semana de la moda como un negocio puro y duro y es mucho m¨¢s que eso?, dice Dalmau, que es uno de los m¨¢s veteranos de la fashion week de la Gran Manzana.

El t¨ªtulo de su colecci¨®n ¨Cque presentaba de nuevo en Chelsea, en una nave de Pier 59 Studios¨C, Call Me Tomorrow (?ll¨¢mame ma?ana? en castellano) podr¨ªa parecer precisamente una llamada de atenci¨®n a los organizadores del evento para replantear el sistema de cara a los nuevos tiempos. Pero no lo es. Se trata de una declaraci¨®n de intenciones puramente est¨¦tica, ?que no es estrictamente futurista, pero s¨ª avanzada?. Y aunque Custo Dalmau pone la mirada en el futuro y en la innovaci¨®n tecnol¨®gica, en realidad, ese porvenir bi¨®nico que promueve se alimenta de referentes pasados. Al fin y al cabo, el leridano lleva 21 a?os defendiendo una mezcla radical de colores, tejidos, bordados y estampados en un collage salvaje y maximalista. Una filosof¨ªa que podr¨ªa beneficiarse de la corriente hedonista, personal y barroca de Alessandro Michele, que ha barrido con todo atisbo de uniformidad minimalista. ?Cree que esta nueva actitud podr¨ªa jugar a favor de Custo? ?Nosotros llevamos 35 a?os apostando por nuestro ADN y seguiremos apostando por ¨¦l. Nuestro ADN siempre ha sido maximalista?, zanja el creativo.

El ¨¦xito de Custo Barcelona lleg¨® con la aparici¨®n de una de las camisetas de la marca en la serie Friends a finales de los 90. El pasado mes de julio, Jennifer Lopez estren¨® el videoclip de la canci¨®n Ni t¨² ni yo, que interpreta junto con el grupo cubano Gente de Zona. Uno de los modelos que su estilista eligi¨® para ese clip pertenece a Custo Barcelona. Un gran espaldarazo que podr¨ªa traducirse en un aumento de las ventas si creemos en la nueva econom¨ªa viral (hasta la fecha el videoclip suma 42.534.825 visualizaciones). El mercado latino gana fuerza. De muestra, el itinerario de expansi¨®n, que ahora se centra en Sudam¨¦rica. Hace apenas dos semanas, Dalmau visit¨® Buenos Aires para inaugurar tienda en el pa¨ªs latino. ?Mi proyecto m¨¢s importante, ahora, es mi entrada en Argentina?, adelant¨® en febrero al diario argentino La Naci¨®n. ?El catal¨¢n busca vestir a los porte?os?, ha escrito recientemente Clar¨ªn.

A los c¨®digos habituales de la marca (tejidos ligeros, asimetr¨ªas, colores ¨¢cidos, transparencias, brillos, materiales gen¨¦ticos¡­), esta temporada centra su inter¨¦s en la ri?onera y la gorra beisbolera, ?elementos acordes con el esp¨ªritu bi¨®nico glamuroso de la colecci¨®n?, apunta. ?Aunque el accesorio clave para nosotros han sido las zapatillas deportivas para hombre y mujer?. Porque, para el catal¨¢n, la f¨®rmula athleisure no est¨¢ re?ida con el maximalismo m¨¢s ecl¨¦ctico.