6 pruebas de que el perreo es el nuevo pop

El mi¨¦rcoles el festival Primavera Sound sorprend¨ªa a muchos presentando un cartel en el que, m¨¢s all¨¢ de la paridad (por primera vez un evento de estas caracter¨ªsticas cuenta con un line up con m¨¢s de un cincuenta por ciento de artistas femeninas), destaca por su expl¨ªcita apuesta por los ritmos urbanos y el reguet¨®n. Ivy Queen, Japanese, Don Chezina, Hurricane G, Tony Touch y el pionero DJ Playero estar¨¢n presentes. Aunque si un nombre destaca con luz propia ese es el del colombiano J Balvin, quien junto a Solange y Rosal¨ªa ejercer¨¢ de cabeza de cartel el pr¨®ximo 1 de junio. Los tiempos est¨¢n cambiando y, por si hubiera alguna duda, el reguet¨®n se ha consolidado como el nuevo pop de nuestro tiempo dado su alcance masivo. Lo que en un principio podr¨ªa haberse considerado una mera moda pasajera ha pasado a ser el g¨¦nero predominante tanto en las calles como en las plataformas de streaming, por lo que nunca est¨¢ de m¨¢s detenerse en este asunto para entender el verdadero calado de este fen¨®meno global.

Los festivales indies sucumben a la realidad de la calle

Podr¨¢ gustar m¨¢s o menos, pero resulta innegable que el Primavera Sound en su pr¨®xima edici¨®n dar¨¢ un paso al frente normalizando un g¨¦nero como el reguet¨®n que contin¨²a siendo demonizado y mal entendido por las mentes m¨¢s puristas. Muchos podr¨¢n pensar que la maniobra es postureo mercadot¨¦cnico o una estrategia para atraer a un nuevo target de p¨²blico. No obstante, nadie que haya vivido encerrado en una cueva durante los ¨²ltimos a?os puede poner en tela de juicio que lo latino est¨¢ m¨¢s de moda que nunca y que mercados reacios a la m¨²sica no-anglosajona han sucumbido al hedonismo del perreo. Hasta el ex presidente Barack Obama en un mitin del Partido Dem¨®crata el pasado 22 de octubre dijo ¡°?qui¨¦n no ama a J Balvin y el reguet¨®n?¡±. La internacionalizaci¨®n medi¨¢tica de un g¨¦nero musical cuyas ra¨ªces son puramente latinas, a su vez, es un golpe sobre la mesa a las pol¨ªticas xen¨®fobas del actual habitante de la Casa Blanca. Si el reguet¨®n es la banda sonora de los tiempos que corren, una v¨¢lvula de escape de la cruda realidad que une a la gente en las pistas de baile de todo el mundo, ?por qu¨¦ no deber¨ªa estar presente en un festival de estas caracter¨ªsticas que siempre ha destacado por su atrevimiento y su eclecticismo? A¨²n est¨¢ por verse si la cita m¨¢s masiva de Norteam¨¦rica, Coachella, tomar¨¢ el testigo. A nadie deber¨ªa de extra?ar que as¨ª fuera.

El perreo acapar¨® la pachanga en nuestro pa¨ªs

La pachanga en realidad es un g¨¦nero musical que naci¨® en Cuba a finales de los cincuenta y que fusiona el merengue con el son montuno, pero en Espa?a popularmente siempre se ha asociado esa palabra a las discotecas de m¨²sica comercial. A principios de siglo en este tipo de clubes se hermanaban todo tipo de ritmos: desde pop, pasando por el rock o cantaditas dance. Sin embargo, todo cambi¨® en 2003 cuando la paname?a Lorna empez¨® a sonar masivamente con aquel Papi Chulo¡­ Te Traigo el Mmmm y el p¨²blico se dio de bruces con la g¨¦nesis del perreo, algo del todo novedoso en aquel momento por nuestras latitudes. Desde entonces la presencia de melod¨ªas reguetoneras no ha hecho m¨¢s que ir en aumento (obviamente, porque el p¨²blico ha estado receptivo a ello) y, literalmente, las discotecas de pachanga han pasado a ser templos por y para el reguet¨®n.

Dej¨® de ser una moda pasajera hace a?os

Cuando un g¨¦nero musical desembarca con tanta fuerza siempre existe la idea de que ser¨¢ una moda pasajera que, tal como vino, m¨¢s pronto que tarde desaparecer¨¢. Con el reguet¨®n no ha ocurrido eso. M¨¢s all¨¢ de Lorna, en 2004 Daddy Yankee con la ayuda en la producci¨®n de Luny Tunes trajo el primer hit masivo del g¨¦nero: aquel Gasolina que catorce a?os despu¨¦s sigue sonando. El hecho de que el reguet¨®n haya expandido sus centros de operaciones (m¨¢s all¨¢ de en Puerto Rico, donde naci¨®, cuenta con Colombia y Miami actualmente como sus dos principales epicentros) ha provocado que diversos artistas se hayan valido de ¨¦l para expandir un lenguaje unitariamente latino. ¡°Fue dif¨ªcil ganar credibilidad en mi pa¨ªs con un g¨¦nero que no era genuinamente colombiano. Era como ver a un argentino cantando vallenato. La gente me dec¨ªa que estaba loco, que el reguet¨®n s¨®lo era para puertorrique?os. Pero yo siempre he visto la m¨²sica como el f¨²tbol: no importa de d¨®nde seas. La historia dice que el f¨²tbol naci¨® en Inglaterra, pero los goleadores de hoy en d¨ªa son de todas partes. Si anotas los goles, est¨¢s dentro de la cancha¡±, dice el propio J Balvin en la entrevista que este mismo ocupa la portada de Rockdelux.

Asimismo, cuando en los Grammy Latinos de 2005 se invit¨® a Ivy Queen y a Vico C, as¨ª como a una decena de otros reguetoneros para homenajear a h¨¦roes de la salsa como Celia Cruz, en realidad se estaba televisando en horario de prime time un relevo generacional. Aquella noche no se premi¨® a ning¨²n artista del g¨¦nero, pero fue todo un punto de inflexi¨®n decisivo para que al a?o siguiente Alejandro Sanz y Shakira se llevaran el Grammy a Grabaci¨®n del A?o por La Tortura.

Su calado social ha sido imparablemente internacional

Podr¨ªa haberse tratado de un g¨¦nero predominante en Latinoam¨¦rica y Espa?a, pero su m¨²sica ha traspasado barreras y se ha consolidado como un g¨¦nero con entidad propia en Estados Unidos y todos los mercados europeos. Pese a ello, cuando en 2017 lleg¨® el Despacito de Luis Fonsi y Daddy Yankee, todo explot¨® como nunca. El tema lleva m¨¢s de 5.765.000.000 reproducciones en Youtube y fue un hit incontestable en todo el mundo, demostrando que una pieza en espa?ol puede batirse cara a cara con el de artistas internacionales de primer nivel. El hecho de que el Primavera Sound d¨¦ cobijo en esta pr¨®xima edici¨®n a J Balvin y a otros artistas de reguet¨®n rompe con el prejuicio de que lo popular no puede formar parte, y hasta encabezar, un festival indie de estas caracter¨ªsticas. Del mismo modo que Coachella o hasta Glastonbury, dos citas musicales mucho m¨¢s desprejuiciadas que las de nuestro pa¨ªs (en la primera han actuado Lady Gaga o Beyonc¨¦ sin que nadie se haya escandalizado lo m¨¢s m¨ªnimo), a partir de ahora cualquier artista de la esfera mainstream podr¨ªa pasar por el Parc del F¨°rum, lo cual expande hasta el infinito las posibilidades de contrataci¨®n. ?Hay algo malo en ello? M¨¢s bien al contrario. Cuanta m¨¢s variedad, mejor.

Pocos artistas ajenos a ello han esquivado el fen¨®meno

Que la ya mencionada Beyonc¨¦ invitara el pasado 21 de abril a J Balvin en Coachella para acompa?arle en Mi Gente dice mucho de este cambio de paradigma. Y tampoco fue casualidad que el mism¨ªsimo Justin Bieber aceptara participar en una nueva versi¨®n del Despacito que no hizo m¨¢s que popularizar todav¨ªa m¨¢s la canci¨®n. Las estrellas mainstream como Enrique Iglesias se abrazan al beat dembow para ganar minutos en la radio, s¨ª, pero gracias a ello hemos visto colaboraciones imposibles como aquel ?chame la Culpa de Luis Fonsi con Demi Lovato o, a¨²n m¨¢s recientemente, a C. Tangana con la cada vez m¨¢s en alza Becky G en Booty. Las sinergias no s¨®lo son viables entre pa¨ªses latinos (ah¨ª est¨¢ Shakira, quien en numerosas ocasiones ha colaborado con su compatriota Maluma), sino que se han derribado todo tipo de fronteras. En el Vibras de J Balvin, sin ir m¨¢s lejos, podemos encontrar a Rosal¨ªa en Brillo: toda una declaraci¨®n de intenciones que demuestra que el reguet¨®n, m¨¢s all¨¢ de la pol¨¦mica que puede suscitar por sus a veces letras machistas (algo que ocurre en todos los g¨¦neros musicales, sin excepci¨®n), tiene entre sus mayores bazas su naturaleza inclusiva y su capacidad de adaptaci¨®n.

Es infalible en las plataformas de streaming

Esta misma semana Spotify ha hecho p¨²blicos los datos de la m¨²sica m¨¢s escuchada en nuestro pa¨ªs durante este a?o e, indiscutiblemente, el reguet¨®n encabeza la lista ensalzando al puetorrique?o Ozuna, Bad Bunny, J Balvin, Juan Mag¨¢n, Daddy Yankee y Maluma como los m¨¢s reproducidos. Mientras que en Estados Unidos el hip hop y el trap, con el imbatible Drake en lo m¨¢s alto, lo acapara todo, J Balvin consigue colarse en la cuarta posici¨®n y en el top diez tambi¨¦n vemos la presencia de los ya mencionados Ozuna y Bad Bunny. El desembarco de lo latino a¨²n no puede contra la hegemon¨ªa del hip hop en el pa¨ªs norteamericano, pero se le acerca muy peligrosamente. Por mucho que a algunos les pese, ya nada es igual.