Elvira Solana, o c¨®mo hacer arquitectura a trav¨¦s de los murales
Comenz¨® trabajando en estudios de arquitectura y ahora crea murales que redefinen espacios a trav¨¦s de la pintura. Nos muestra su casa en la localidad c¨¢ntabra de Santo?a, que ha transformado apelando a la historia y al humor con sus pinceles
Apunta cada idea, cada pensamiento, en un cuadernito japon¨¦s de tama?o A5, muy fino, con tapas negras blandas. Elvira Solana (Santo?a, 37 a?os) ha perdido la cuenta de los que lleva pulcramente garabateados, con bocetos de edificios descubiertos en viajes, plantas y alzados; con proyectos so?ados y pendientes que alg¨²n d¨ªa quiere hacer realidad; con paredes pintadas al detalle y planos de d¨®nde se encuentra ese mural dentro de la habitaci¨®n, dentro del edificio. ¡°El contexto lo es todo¡±, repite como un mantra. Al pasar las p¨¢ginas aparecen esquemas de los interiores que Renzo Mongiardino cre¨® para los distintos pisos de la Casa Scaccabarozzi de Tur¨ªn en los a?os ochenta, pero tambi¨¦n disecciones de dise?os de Gio Ponti, trazados de la Villa Imperial de P¨¦saro o bosquejos de frescos de casas pompeyanas. ¡°Cuando empec¨¦ a estudiar la historia de los murales vi que desde el principio han sido un gesto muy peque?o con el que puedes cambiar completamente c¨®mo experimentas y c¨®mo percibes un lugar¡±, reflexiona Solana.
Para familiarizarse con ese tipo de pintura se volc¨® en investigar y tomar apuntes. Porque no era a lo que se dedicaba, lo que hab¨ªa imaginado que iba a ser su vida profesional: ella era arquitecta, como su padre, hab¨ªa dejado Santo?a para estudiar Arquitectura en la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid y empez¨® a trabajar haciendo proyectos para distintos estudios. Hasta que lleg¨® la crisis econ¨®mica de 2008: ¡°Los a?os m¨¢s cr¨ªticos para los estudios de arquitectura fueron de 2012 a 2016, esa ¨¦poca fue un desastre total. Y lleg¨® un momento en el que dije: ¡®Esto es insostenible¡¯. Empec¨¦ a deprimirme porque pensaba que no estaba cotizando, que iba a cumplir 30 y no ten¨ªa un futuro... Nos pas¨® a muchos durante la crisis, nos reciclamos, cambiamos de profesi¨®n¡±.
De la madera a los pigmentos
Se dio un tiempo para averiguar por qu¨¦ caminos la iba a llevar ese reciclaje. ¡°Cuando dej¨¦ la arquitectura decid¨ª dejarla al cien por cien, no quer¨ªa tener m¨¢s v¨ªnculos con esto, nada te¨®rico, nada denso. Quer¨ªa hacer algo tranquilo, que yo controlara¡±, recuerda, ¡°a veces puedes olvidarte de cu¨¢l es tu singularidad y la m¨ªa era que trabajaba muy bien con las manos¡±. Abandon¨® el AutoCAD, los encargos recurrentes de parkings: ¡°En 2016 romp¨ª con todo. Antes de los murales, mi intenci¨®n era probar con la carpinter¨ªa, buscaba una escala m¨¢s familiar, que yo controlase y pudiera llevar a cabo sin muchos medios¡±. As¨ª que primero pens¨® en la madera. Viaj¨® a Tailandia e Indonesia, quer¨ªa aprender c¨®mo se trabajaba ese material all¨ª. Pero en lugar de regresar convertida en ebanista comenz¨® a dibujar de nuevo, algo que hab¨ªa dejado de lado con los programas de dise?o de ordenador. Y as¨ª empez¨® a pintar.
¡°Pens¨¦ que pod¨ªa probar durante un a?o y ver si funcionaba. Cuando creas un mueble necesitas un taller, y eso era un gasto de alquiler que no sab¨ªa si iba a poder cubrir. Y unos materiales, otro gasto extra, y produces sin saber si vas a colocar esas piezas, pueden venir otros y copiar las ideas que te han costado tanto esfuerzo y hacerlas m¨¢s baratas... Hacer algo f¨ªsico era muy arriesgado. Sin embargo, comprar unos pinceles y unas pinturas, coger la mochila y venirme a Madrid a empezar a pintar parec¨ªa viable¡±, argumenta Solana. Fue entonces cuando se lanz¨® al mural: ¡°Me di cuenta de que lo que intento hacer es arquitectura con la pintura, la utilizo como elemento arquitect¨®nico para transformar el espacio¡±.
Una vez decidido el camino a seguir, surgieron las preguntas. ¡°?Por qu¨¦ estoy pintando sobre una pared? ?Tiene algo que ver con que sea arquitecta? ?Qu¨¦ est¨¢ ocurriendo? ?Por qu¨¦ he acudido a buscar la escala humana y no la escala de la ilustraci¨®n, del papel? Y entonces d¨¢ndole vueltas y vueltas, investigando, empezando a leer, a mirar, a ver, te das cuenta de que esta separaci¨®n de artes en sectores acotados del arquitecto, el pintor, el escultor, es una cosa bastante moderna pero en realidad antes no era as¨ª, no hab¨ªa esta separaci¨®n¡±, afirma.
Solana habla r¨¢pido y gesticula con las manos mientras relata su historia. Cuenta que la primera oportunidad se la dio una amiga que ten¨ªa un bar en Madrid. ¡°Luego otros amigos me dijeron que acababan de comprar una casa que llevaba a?os cerrada y la quer¨ªan reformar, en la calle Bail¨¦n. Era espectacular, en un edificio de Cano Lasso, un arquitecto de los sesenta. Fue como si me tocara la loter¨ªa, ten¨ªa que hacer algo grande. Se me ocurri¨® ampliar la casa en 10.000 metros cuadrados a trav¨¦s de cinco murales, construir con la pintura un jard¨ªn y pabellones... Cuando lo acab¨¦ vino gente a verlo, conoc¨ª a los chicos del estudio de dise?o Casa Josephine, me di a conocer en este mundo, en una cosa supernicho. As¨ª me present¨¦: ¡®Soy arquitecta, pinto murales, transformo la arquitectura a trav¨¦s de la pintura. Y esto es lo que hago¡±. Era 2018, empezaron a surgir nuevos proyectos. Desde entonces ha mantenido una vida anclada a una maleta, movi¨¦ndose por encargos (suele dedicar un mes y medio a la ejecuci¨®n in situ de cada proyecto) y volviendo entre uno y otro a Madrid y Santo?a. En esa villa marinera de Cantabria se recluy¨® durante el confinamiento de 2020, en un piso familiar que tom¨® como lienzo en blanco para experimentar. Respet¨® el mobiliario heredado, las repisas de madera. ¡°Me tuve que adaptar al contexto y decid¨ª mantenerlo¡±, indica. El resultado evoca a Giorgio de Chirico, pero no intencionadamente. ¡°Me lo dicen. Aunque yo no lo mire directamente a ¨¦l, s¨ª he mirado a otros que lo han hecho¡±, admite. En las paredes cre¨® falsas estanter¨ªas, geometr¨ªas imaginadas, incluy¨® colosos de aspecto p¨¦treo y en el ba?o recurri¨® a peque?as figuras en posturas ¨ªntimas y sexuales. Siempre con una intenci¨®n detr¨¢s: ¡°El mural tiene una parte figurativa innegable, y eso implica un mensaje, un simbolismo. Me gusta cuando es un poco ir¨®nico, como en el ba?o¡±.
El mundo de las ilusiones ¨®pticas
Para desarrollar su forma propia de expresarse se empap¨® de referencias. Habla del muralismo de la Roma cl¨¢sica, del mexicano, de los renacentistas y barrocos, los de las vanguardias... ¡°Todo en el Imperio Romano estaba hecho con ladrillo y cemento, buscaban edificar r¨¢pido y expandirse y por eso constru¨ªan con materiales muy humildes, pero lo revest¨ªan imitando materiales lujosos. La pintura sobre la pared parec¨ªa un m¨¢rmol, un estuco, una ventana, un jard¨ªn...¡±, dice. Las ilusiones ¨®pticas contin¨²an hoy tan vigentes como entonces. Ella trat¨® de incorporar a las suyas la t¨¦cnica del fresco pero al final se decant¨® por el acr¨ªlico, m¨¢s vers¨¢til, adaptable y duradero. En los ¨²ltimos a?os ha pintado murales en la Rep¨²blica Dominicana, el sur de Francia, Lisboa o Menorca. ¡°Han sido casi todo particulares¡±, repasa, ¡°cuando empec¨¦ pensaba que lo m¨¢s com¨²n iba a ser tener clientes de hoteles, restaurantes...¡±.
Pero eso tambi¨¦n ha llegado: en los ¨²ltimos meses el arquitecto italiano afincado en Par¨ªs Fabrizio Casiraghi le ha encargado una pieza para el restaurante Sant¡¯Ambroeus de Mil¨¢n y, adem¨¢s, sus creaciones han salido de la pared para pasar a las tres dimensiones, con una instalaci¨®n en la milanesa Villa Necchi Campiglio por encargo de T Magazine, dentro de las actividades del Salone del Mobile.
Ve la capital portuguesa perfecta para desarrollar sus ideas por la cantidad de creativos a los que est¨¢ atrayendo, ¡°hay una comunidad art¨ªstica extranjera muy interesante instal¨¢ndose all¨ª con muchas ganas de retos¡±. Los suyos, por ahora, est¨¢n en el mobiliario y la cer¨¢mica. ¡°Lo que ocurre es que la cabeza va much¨ªsimo m¨¢s r¨¢pido que las manos¡±, lamenta. Muchos proyectos, a los que se suma una reflexi¨®n constante. ¡°Quiero ser coherente, vivimos en un mundo limitado de recursos, materiales y medios¡±, recalca, ¡°forma parte del discurso futuro repensar la arquitectura¡±. Por eso cree que el auge del mural no ser¨¢ una moda pasajera; por ese poder de imaginar y transformar solo con un pincel.
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