Salir de las tinieblas por la pasi¨®n: por qu¨¦ los vampiros son los monstruos cl¨¢sicos que mejor reflejan nuestros miedos y deseos
Durante la d¨¦cada de los dos mil se experiment¨® un auge de la tem¨¢tica vamp¨ªrica en el terreno audiovisual que triunf¨® entre los adolescentes. Estas m¨ªticas criaturas nocturnas pasaron de ser monstruosas y terror¨ªficas a levantar pasiones y conectar con toda una generaci¨®n
Un cervatillo que pasea tranquilo por un vasto bosque estadounidense de ¨¢rboles perennifolios est¨¢ a punto de ser devorado por un depredador inesperado: un vampiro. Durante la quietud que precede a la caza, una voz en off recita la frase que da comienzo a una de las sagas m¨¢s ic¨®nicas de la cultura pop millenial: ¡°Nunca me hab¨ªa detenido a pensar en c¨®mo iba a morir, pero morir en lugar de alguien a quien se ama me parece una buena forma de acabar¡±. Este y otros fragmentos del guion de Crep¨²sculo (Catherine Hardwicke) se quedaron a vivir en la memoria de un mont¨®n de adolescentes que forraban sus carpetas y paredes de la habitaci¨®n con im¨¢genes de los protagonistas de las pel¨ªculas. Lo curioso es que, a pesar de que el mito haya evolucionado y mutado, ha sabido continuar muy presente en la cultura pop: ¡°El vampiro es el ¨²nico monstruo cl¨¢sico que ha logrado adaptarse a los tiempos porque ha pasado de reflejar nuestros miedos a plasmar tambi¨¦n nuestros deseos¡±, afirma David Remart¨ªnez, periodista y escritor del libro Una historia pop de los vampiros.
Sin duda, las adaptaciones al cine de los libros de Stephenie Meyer ¨Dresponsables de las ojeras que muchos j¨®venes luc¨ªan bajo los ojos tras pasar la noche en vela con ellos entre las manos¨D, supusieron el culmen de la tendencia narrativa de vampiros del siglo XXI. Sin embargo, existen muchas otras que tambi¨¦n calaron profundamente en el ideario colectivo de los adolescentes del momento, como la pionera Buffy, cazavampiros (Joss Whedon), True Blood (Alan Ball) o Cr¨®nicas vamp¨ªricas (Kevin Williamson; Julie Plec), todas ellas marcadas por tramas repletas de pericias sobrenaturales en las que criaturas oscuras, j¨®venes y guapas se enamoran y desenamoran entre ellas y de otros seres humanos. Atr¨¢s quedaron las aterradoras caracter¨ªsticas del Nosferatu de Murnau y el remoto castillo maldito del Dr¨¢cula de Bram Stoker (Francis Ford Coppola). Ahora estos seres dejan a un lado su naturaleza malvada, tienen un rostro y un cuerpo eternamente bello y encarnan muchos de los anhelos humanos.
Morder el esp¨ªritu adolescente
¡°Soy una amante del teatro y las buenas pel¨ªculas. Ya te dije que para m¨ª una referencia es Crep¨²sculo¡±, le dec¨ªa In¨¦s Hernand a Mercedes Mil¨¢ en el monogr¨¢fico dedicado a la interpretaci¨®n de su nuevo programa No s¨¦ de qu¨¦ me hablas, generando risas de complicidad entre el p¨²blico. El formato pretende mostrar a los j¨®venes c¨®mo era la sociedad espa?ola hace d¨¦cadas y es precisamente Hernand, colaboradora del programa, quien representa las ideas, las caracter¨ªsticas y la esencia de las ¨²ltimas generaciones. Por esta raz¨®n, referenciar a Crep¨²sculo en los primeros minutos de un episodio dedicado a la interpretaci¨®n configura una zona de confort para gran parte de la audiencia, que en su d¨ªa se debat¨ªa entre vampiros y hombres lobos. Es posible que se perciba como un meme, pero al fin y al cabo muchas personas siguen sintiendo ternura al pensar en ello, ya que forma parte de sus recuerdos y de su adolescencia: ¡°Toda ¨¦poca ha tenido un vampiro que la representara. Estas reinterpretaciones y adaptaciones de mitos anteriores se realizan siempre intentando hablar a una nueva generaci¨®n que se identifique con ellas¡±, reflexiona Julio P¨¦rez Manzanares, doctor en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid y autor del libro Dr¨¢cula Superstar.
Este sentimiento de cohesi¨®n podr¨ªa darse, entre otras cuestiones, porque dichas narrativas encarnan muchas de las fantas¨ªas adolescentes. Efectivamente, en todas estas series y pel¨ªculas hay varias caracter¨ªsticas comunes: los protagonistas son j¨®venes, guapos, misteriosos, rebeldes y seductores. Ciertamente, durante esta etapa vital, desear ser alternativo, especial y distinto al resto no es ninguna rareza. Y es que, en estas propuestas audiovisuales, seg¨²n Remart¨ªnez, se presenta al vampiro como un modelo aspiracional y resulta atractivo por sus tormentos y placeres, que coinciden con las turbulencias de la adolescencia: ¡°Todas estas propuestas han conectado con sus p¨²blicos porque les han prometido una adolescencia de fantas¨ªa, donde sus sentimientos y poderes se oponen a los del mundo de los adultos¡±.
Otros temas que atraen a la mayor¨ªa de los j¨®venes como polillas a la luz son el erotismo y el romanticismo. Algunos no lo han vivido y todav¨ªa lo perciben como algo plat¨®nico y otros est¨¢n comenzando a experimentarlo; en cualquier caso, supone algo novedoso que suele despertar curiosidad. ¡°Los vampiros del siglo XXI pueden mantener relaciones sexuales, algo que antes ten¨ªan prohibido por la religi¨®n. Dr¨¢cula mord¨ªa, pero no ten¨ªa sexo. Hoy los vampiros juveniles ni temen siquiera al sol, no te digo ya al crucifijo. Les aterra el desamor y eso explica por s¨ª solo la evoluci¨®n¡±, afirma Remart¨ªnez.
Esta preferencia por la inclinaci¨®n rom¨¢ntica por encima de la terror¨ªfica ¨Dincluso en la noventera Buffy, cazavampiros, cuya protagonista luchaba contra ellos, se enamoraba de uno¨D, queda reflejada en cifras. Uno de los v¨ªdeos subidos por la youtuber y comunicadora Andrea Compton, hablando precisamente de Cr¨®nicas vamp¨ªricas, re¨²ne ni m¨¢s ni menos que 378.000 visualizaciones y m¨¢s de 1.900 comentarios. Sin duda, esta serie es especialmente famosa por sus besos apasionados, sus l¨ªos amorosos y por su capacidad para mantener a la audiencia en vilo, pendiente de qu¨¦ rumbo tomar¨¢n los corazones de los protagonistas. ¡°A medida que la figura se ha ido haciendo m¨¢s familiar, y aportando nuevos matices al hilo de los cambios sociales se ha convertido en una especie de estrella del rock mucho m¨¢s deseable que los buenos de la pel¨ªcula. De ah¨ª que estos tengan que ir rindi¨¦ndole admiraci¨®n o incluso enamorarse de ella para que el conflicto pueda seguir existiendo¡±, explica P¨¦rez Manzanares.
Esta tendencia es palpable tambi¨¦n en pel¨ªculas de vampiros del siglo XXI que no est¨¢n destinadas a este p¨²blico, como Solo los amantes sobreviven, de Jim Jarmusch, en la que los protagonistas abrazan su intimidad reposando juntos en un sof¨¢, visten ropas glamurosas, protegen sus ojos del sol ocult¨¢ndolos tras unas Ray-Ban y viven rodeados de guitarras el¨¦ctricas, un mont¨®n de libros y un aura cool que los hace parecer precisamente eso: estrellas de rock enamoradas y perdidas en un mar de siglos vividos.
Huellas de pasiones pret¨¦ritas
Forks es a d¨ªa de hoy pr¨¢cticamente un parque de atracciones: es posible visitar la supuesta casa de Bella, cuya furgoneta est¨¢ aparcada en la entrada en la misma posici¨®n que en la pel¨ªcula, hay un museo con objetos utilizados en la saga ¨DForever Twilight in Forks Collection¨D y un enorme cartel de bienvenida hace un gui?o a la saga y al potencial peligro de encontrar vampiros en la peque?a ciudad perteneciente al estado de Washington. Si se escribe Forks en el buscador de Instagram o de TikTok, es posible encontrar un mont¨®n de v¨ªdeos de personas que visitan esta regi¨®n haciendo referencia a Crep¨²sculo. Sin duda, a pesar de que esta no fue la localizaci¨®n donde se filmaron las pel¨ªculas, ya que realmente se grabaron en Oreg¨®n (EE UU) y Vancouver (Canad¨¢), la localidad estadounidense supo sacar partido a su popularidad realizando todas estas acciones, adem¨¢s de a?adir un espacio dedicado a la saga en su p¨¢gina de turismo e incluso organizando un festival tem¨¢tico anual. ¡°Dentro del fen¨®meno fan y la mitoman¨ªa siempre ha sido muy importante la peregrinaci¨®n al lugar en el que sentirse ¡®parte de la historia¡¯. Lo parad¨®jico del asunto es que esos lugares, ciertamente, nunca fueron reales. Esto resulta evidente en el caso del castillo de Dr¨¢cula en Transilvania, que jam¨¢s fue visitado por dicha figura hist¨®rica¡±, comenta P¨¦rez Manzanares.
Esta idea de la importancia del fen¨®meno fan tambi¨¦n podr¨ªa resumirse en una intervenci¨®n de la youtuber Andrea Compton ¨Dque debe su apellido a Bill Compton, vampiro protagonista de la serie True Blood¨D, en un episodio del programa de radio de la Cadena SER dedicado al cine y las series, La Script. Durante el mismo, la comunicadora, que encabeza el podcast Cuarto Milenial, declaraba que con Crep¨²sculo ¡°hemos aprendido lo que es un fandom y lo que es llorar con tus amigas con una historia de vampiros que no tiene ning¨²n sentido. Es algo generacional y es precioso¡±.
El otro gran pilar de la permanencia en el tiempo de estas series de vampiros modernos destinados esencialmente a un p¨²blico adolescente es, como con tantas otras tendencias que inspiran las corrientes actuales, la nostalgia y el gusto por revivir el pret¨¦rito. Tanto es as¨ª que series como True Blood siguen estando de completa actualidad ¨Dsin ir m¨¢s lejos, Netflix la a?adi¨® a su cat¨¢logo a finales de 2023¨D y que sea muy f¨¢cil encontrar camisetas y memes relacionados con este universo: ¡°La cultura pop siempre vive de volver sobre s¨ª misma. La recurrencia y la pervivencia nost¨¢lgica de los iconos es fundamental para que sean parte del ideario popular colectivo¡±, afirma P¨¦rez Manzanares.
En definitiva, son varios los motivos por los que durante la ¨¦poca de los primeros dos mil las series y pel¨ªculas de tem¨¢tica vamp¨ªrica proliferaron y triunfaron a partes iguales, ofreciendo nuevas narrativas y percepciones con respecto a un monstruo que, a pesar de haber mostrado romanticismo, sensibilidad y atisbos de humanidad en anteriores versiones, como en la ic¨®nica Dr¨¢cula de Bram Stoker, contin¨²a siendo una criatura despiadada a la que temer, capaz de cometer cualquier aberraci¨®n. Tal vez cuando no se obtiene aquello que se anhela en la realidad se recurre a la fantas¨ªa ¨Despecialmente en una etapa tan convulsa como la adolescencia, en la que todo sabe a poco y nadie parece entender a nadie¨D. Se viaja a los libros, a las pel¨ªculas y a todos esos otros escenarios en los que es posible so?ar con una versi¨®n m¨¢s elevada y excitante de nosotros mismos, en la que los vampiros brillan con la luz del sol y hablan con un lenguaje enrevesado que, entonces, resultaba encantador.
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