¡®Akelarre¡¯, la pel¨ªcula que reivindica a las brujas y muestra lo que nadie ha contado de ellas
¡°Quer¨ªa mostrar que el delirio demonol¨®gico viene de afuera, de una sociedad patriarcal y clerical¡±, explica Pablo Ag¨¹ero, director de la pel¨ªcula, que se present¨® en el Festival de San Sebasti¨¢n y acaba de llegar a los cines.
¡°Los hombres temen a las mujeres que no les temen¡±, sentencia uno de los personajes de Akelarre, el nuevo filme del argentino Pablo Ag¨¹ero, que ha querido dar voz a unas mujeres que fueron silenciadas. Para ello, viaja al Pa¨ªs Vasco de 1609 y recrea de forma libre la caza de brujas real que llev¨® a cabo Pierre de Lancre. ¡°La versi¨®n de la historia que tenemos es m¨¢s la visi¨®n de los inquisidores que de las v¨ªctimas. Su voz fue apagada, reprimida¡±, subraya el director. Ha buscado darles a ellas el poder del relato, cambiar clich¨¦s: sus protagonistas son alegres, j¨®venes; las im¨¢genes luminosas, no l¨²gubres. ¡°Quer¨ªa mostrar lo que nadie ha mostrado, que el delirio demonol¨®gico viene de afuera, de una sociedad patriarcal y clerical¡±, indica.
Hoy la figura de las brujas es reivindicada como s¨ªmbolo desde el feminismo y ¡°Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar¡± se ha convertido en un lema repetido en las marchas por los derechos de la mujer. Cuando Ag¨¹ero decidi¨® contar esta historia, inspirado por el libro La bruja, de Jules Michelet, esta reivindicaci¨®n no era tan com¨²n, por lo que ha tardado m¨¢s de 10 a?os en sacar adelante su pel¨ªcula, que particip¨® en la Secci¨®n Oficial del Festival de San Sebasti¨¢n y se estren¨® en cines el 2 de octubre: ¡°Di con el libro cuando presentaba mi primera pel¨ªcula en Cannes en 2008 y me provoc¨® una revoluci¨®n mental. En ese momento me dec¨ªan que no ve¨ªan qu¨¦ resonancias pod¨ªa tener en el mundo actual. Y en dos a?os se ha precipitado todo, se ve la velocidad a la que la sociedad cambia¡±.
El director se ha centrado ¡°en una de las represiones m¨¢s dirigidas hacia el g¨¦nero femenino, con esa idea de que el origen del mal es la mujer¡±, y encuentra paralelismos en la actualidad: ¡°Porque una mujer se viste de una manera o est¨¢ sonriendo se dice que est¨¢ provocando, como si su alegr¨ªa, su despreocupaci¨®n o su belleza fueran un crimen¡±. Sus protagonistas se plantan ante eso. ¡°No hay nada tan peligroso como una mujer que baila¡±, dice el inquisidor. Para ellas es su arma, apunta Ag¨¹ero: ¡°Me encanta la idea de que la fiesta es una rebeld¨ªa. Su manera de rebelarse es la alegr¨ªa. Lo l¨²gubre est¨¢ en la mirada del otro, que transforma la libertad sexual, de pensamiento, en algo oscuro. Y eso sigue vigente, la culpabilizaci¨®n, la condena de la libertad femenina. Tenemos que crear ficciones que cambien el sistema, contar historias desde otros puntos de vista¡±.
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