El influyente estilo del circo
Se le conoce como el mayor espect¨¢culo del mundo y, tras d¨¦cadas de crisis, ahora resurge renovado y convertido en poderosa inspiraci¨®n de dise?adores, arquitectos y cineastas.
Es tan rom¨¢ntico, este lugar es como un poema?, dice Jessica Lange sobre la carpa en la que rueda American Horror Story: Freak Show, la serie de terror en la que la actriz interpreta a una terrible maestra de ceremonias. Esta cuarta temporada, que narra las historias de una extra?a compa?¨ªa ambulante, ha conseguido atraer a 10 millones de espectadores solo en EE?UU. Un evento televisivo que confirma el renovado inter¨¦s del p¨²blico por el circo. Uno de sus autores, Ryan Murphy, entiende la fascinaci¨®n por este universo, en este caso ambientado en la d¨¦cada de los 50, y en el que encuentra un paralelismo con la actualidad. ?Aquella ¨¦poca se asemeja al presente en lo referente a las luchas por los derechos civiles. Los artistas ambulantes eran uno de los grupos m¨¢s discriminados, y cada miembro de la compa?¨ªa podr¨ªa identificarse con un colectivo marginado. En esta ficci¨®n, ellos, tras siglos de abusos, decidieron no aguantar m¨¢s y reclamar justicia?.
Ahora, en cambio, los grandes espect¨¢culos que recorren el mundo se han convertido en una nueva alternativa profesional para grandes artistas y atletas ol¨ªmpicos. ?El 36,6% de nuestras estrellas provienen del deporte?, explica Chantal C?t¨¦, portavoz del Circo del Sol. La ¨²ltima en incorporarse a esta compa?¨ªa ha sido la espa?ola Margalida Cresp¨ª, la nadadora de sincronizada que fue bronce ol¨ªmpico en equipos en Londres 2012 y oro mundial en combo. Ella asegura que su elecci¨®n viene motivada por considerarlo una buena salida para finalizar su carrera, ?adem¨¢s de una profesi¨®n en la que se tiene una jornada laboral normal y no 10 horas diarias de entrenamiento?. Su caso no es aislado, el Circo tambi¨¦n tiene en su equipo a los gimnastas nacionales Omar Cort¨¦s o Edi Moreno.
Entrada de la boutique vintage La Mona Checa, en el barrio de Malasa?a, Madrid.
Jean Franco Sialer
La buena salud de la industria choca con el estado en el que se encontraba en las d¨¦cadas de los 80 y 90. ?En Espa?a tuvieron que cerrar aproximadamente el 50% de las carpas itinerantes. Fueron incapaces de renovarse ante una sociedad cambiante que requer¨ªa un enfoque art¨ªstico capaz de evolucionar y no aferrarse a una falsa visi¨®n de la tradici¨®n?, explica Donald B. Lehn, presidente de la Federaci¨®n Europea de Escuelas de Circo Profesionales (FEDEC). ?La reactivaci¨®n viene de la mano de grupos de teatro de calle como Els Comediants o Bread and Puppet. Tambi¨¦n de compa?¨ªas como El Circo Imaginario de la hija de Chaplin, del apoyo del Estado franc¨¦s al nuevo circo y la proliferaci¨®n de escuelas por todo el mundo?, explica Javier Jim¨¦nez, presidente de la Asociaci¨®n de Malabaristas Espa?ola.
Tsumori Chisato (o-i 2014).
InDigital
Domadores de destrezas. ?Su atractivo es una reacci¨®n ante el exceso de tecnolog¨ªas. Hoy no somos capaces de asimilar y participar de tantas redes sociales o aprender a utilizar nuevos gadgets antes de que lleguen otros que nieguen a los anteriores?, dice Juan Ruiz, propietario de la tienda de moda vintage La Mona Checa, en Madrid, decorada como la escena de un n¨²mero de domadores. ?Por eso, este espect¨¢culo nos parece ex¨®tico. Con ¨¦l nos enfrentamos a destrezas imposibles que nada tienen que ver con efectos especiales?, nos cuenta Luc¨ªa Seoane, el otro 50% del establecimiento. Decorar de esta forma no es un fen¨®meno aislado, sino una tendencia que se impone con fuerza en Europa. Un ejemplo es el restaurante Biribilu, en Atenas, obra del estudio de arquitectura Minas Kosmidis, que reinterpreta n¨²meros de malabaristas ecuestres. O el 25 H Hotel de Viena, donde el decorador Olaf Hajek ha escogido esta tem¨¢tica para recrearla en las suites por considerarla ?surrealista, sorprendente y sexy. Pero tambi¨¦n porque representa a personas con esp¨ªritu aventurero, como aquellas compa?¨ªas n¨®madas que siempre estaban en carretera?, afirma.
Interior del restaurante Biribildu, Atenas.
Studio Vavdinoudis Dimitriou
El vestuario de los malabaristas, funambulistas, payasos o contorsionistas tambi¨¦n ilusiona a la pasarela. Como demostraron Valentino, Tsumori Chisato, Issa o Matthew Williamson en sus colecciones para este oto?o-invierno. Manish Arora, uno de los grandes defensores de esta tendencia, considera que ?sus referencias son inagotables y representan el perfecto equilibrio entre lo comercial y la fantas¨ªa?. Algo l¨®gico para los renovadores del espect¨¢culo. ?Nuestra imagen no es monocolor, como se observa en los cartelones, las carpas, los nuevos vestuarios elaborad¨ªsimos, los maquillajes¡ Si se analiza, es f¨¢cil descubrir que es el arte m¨¢s vanguardista e innovador que hay en la actualidad?, concluye Javier Jim¨¦nez.
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