De mito er¨®tico y gallina Caponata a escritora, la fascinante historia de Emma Cohen
Interpret¨® al entra?able personaje de ¡®Barrio S¨¦samo¡¯ y fue una pionera del teatro experimental, pero, sobre todo, una actriz que marc¨® su propio camino y nunca olvid¨® su otra pasi¨®n, escribir.
No pens¨¦ en Emma Cohen como un mito er¨®tico hasta que en los a?os noventa un amigo mayor que yo me habl¨® de ella en unos t¨¦rminos que me sorprendieron. En el cine espa?ol, me dijo, jam¨¢s hab¨ªa existido una mujer ni remotamente parecida. El salto generacional era evidente, para m¨ª Cohen era la gallina Caponata, personaje del que adem¨¢s nunca hab¨ªa sido muy fan quiz¨¢ porque me pill¨® ya con 11 a?os, edad en la que uno empieza a renegar de los programas infantiles. El papel lo interpret¨® entre 1979 y 1980 en Barrio S¨¦samo y en su primera aparici¨®n en pantalla, Caponata le ped¨ªa al caracol Perejil que le explicara qu¨¦ era un trasto de barro llamado botijo. ?Es como una nevera, pero sin enchufe, con lo cual se ahorra energ¨ªa?, explicaba un acad¨¦mico Perejil a una candorosa Caponata en un programa claramente visionario: artesan¨ªa y ecolog¨ªa servida a ni?os que entonces no apreciaban su estupenda pedagog¨ªa. Lo cierto es que cuando se repasa la carrera de Cohen bajo la piel de aquella gallina de largas pesta?as y ojos azules es f¨¢cil encontrar ecos de su trabajo hasta en un personaje tan popular y genial como el Luisma de Paco Le¨®n en A¨ªda. Est¨¢ claro que subestim¨¦ un perfil que a su manera cre¨® escuela.
Me temo que su trabajo como actriz no fue el ¨²nico recibido con cierto desd¨¦n e incomprensi¨®n. Su nieta pol¨ªtica, Helena de Llanos, impuls¨® hace un a?o la edici¨®n de la novela p¨®stuma de la actriz, Asuntos interiores (La Oveja Roja), que re¨²ne sus escritos en torno al personaje Carmela Kilcoyne. Se trata de una compilaci¨®n de las novelas editadas en los a?os noventa (Rojo Milady, 1993, y Loca Magnolia, 1996), pero corregidas y reescritas por ella, y la in¨¦dita Carmela Carbonilla, que dej¨® incompleta al fallecer. El libro, que se completa con un anexo de notas de la propia autora y un pr¨®logo de Helena de Llanos, se centra en este personaje nacido en Barcelona a principios del siglo XX y cuyas andanzas la sit¨²an en algunos de los grandes acontecimientos del mismo periodo. En una de las notas que dej¨® tras su muerte en 2016, Emma Cohen escribi¨®: ?Las palabras deben ser piedras, no cuentas brillantes para deslumbrar?.
Est¨¢ claro que su vida privada pesa en el relato. Nacida en 1946 en Barcelona con el nombre Emmanuela Beltr¨¢n Rahola, estudi¨® Derecho hasta que empez¨® a vivir a su aire. Su familia pertenec¨ªa a la alta burgues¨ªa catalana y cuando se refer¨ªa a sus lazos sol¨ªa hablar del que ten¨ªa con una de su abuelas, a la que adoraba, ?no por abuela sino por lo loca que estaba?. Se suele destacar su paso por Par¨ªs en mayo del 68, pero lo que mejor define su cambio de rumbo fue el contacto con el teatro independiente que empezaba a surgir primero en Barcelona y luego en Madrid al final de esa d¨¦cada y, sobre todo, en la siguiente. Ese teatro fue esencial en los movimientos contestatarios y contraculturales de los setenta y Cohen estaba ah¨ª.
En la Facultad de Derecho ya era conocida por su belleza y su fuerte personalidad. Fue elegida Lady Europa en 1971 y pos¨® en la portada del Hola con la banda de Miss. Actu¨® en todo tipo de pel¨ªculas, desde espagueti w¨¦stern a filmes de vanguardia, y es conocida la an¨¦cdota de c¨®mo se enfrent¨® al director de Chicas de alquiler cuando le pidi¨® rodar una secuencia de sexo expl¨ªcito que no estaba en el guion para la versi¨®n en el extranjero. Alejada de cualquier molde y convenci¨®n, Cohen se resiste a lugares comunes, aunque podr¨ªa encajar en el tipo de creadora que ahora se reivindica en exposiciones o documentales como Musas insumisas. Delphine Seyrig y los colectivos de v¨ªdeo feminista en Francia en los 70 y 80, centrado en el sexismo estructural del cine y en pioneras que se salieron de la norma.
Durante los 37 a?os de vida que comparti¨® con Fernando Fern¨¢n G¨®mez, al que hab¨ªa conocido en 1970, durante el rodaje de la pel¨ªcula de Javier Aguirre Pierna creciente, falda menguante, sigui¨® su camino dirigiendo cortometrajes, escribiendo relatos y novelas o dibujando. Tambi¨¦n es conocido el episodio de desamor que sufrieron cuando ella lo dej¨® por el escritor Juan Benet y c¨®mo regres¨® al lado del actor despu¨¦s de que este publicase un largo art¨ªculo autobiogr¨¢fico en Triunfo que escond¨ªa una carta de amor. En ¨¦l se refer¨ªa a Cohen sin nombrarla como la compa?era de su vida, una mujer que llen¨® la casa ?de risas, de bromas, de juegos y de amigos?.
Humor y alegr¨ªa son dos palabras importantes para comprender a una mujer que le confes¨® a su nieta su filosof¨ªa de vida: ?Elijo no sufrir¡ puedes tener una alegr¨ªa sencilla o una alegr¨ªa gorda, y yo estoy por la gorda?. Cuando Emma Cohen falleci¨® le dej¨® su casa y todas las cosas que hab¨ªan sido de la pareja a Helena de Llanos, que desde entonces trabaja en el archivo de sus abuelos con la intenci¨®n de hacer un documental sobre ellos
Tengo la impresi¨®n de que por mucho orden que se ponga a sus papeles Cohen seguir¨¢ siendo, como en esa canci¨®n del ¨²ltimo disco de Christina Rosenvinge, La flor entre la v¨ªa, un talento silvestre, ¨²nico y dif¨ªcil de domesticar. Su ¨²ltima novela, cierre de su trilog¨ªa de ?aventuras?, su ?follet¨ªn por entregas?, es inacabada, pero, como asegura la encargada de la edici¨®n, en el fondo Asuntos interiores es en su totalidad una novedad, ya que ninguna de las novelas de Cohen fue le¨ªda en su d¨ªa. Decepci¨®n que la actriz despachaba con un duro argumento: ?Un mito er¨®tico no escribe novelas?.
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