Joyce Carol Oates : ¡°El tono de mi novela ¡®Blonde¡¯ es ¡®negramente humor¨ªstico¡¯, y el de la pel¨ªcula no¡±
La prol¨ªfica escritora estadounidense publica ¡®Babysitter¡¯, una novela ambientada en 1977 en la que habla de violencia sexual, racismo y posesi¨®n de armas.
No ha pasado un solo d¨ªa de su vida sin ganas de escribir. ¡°Tengo much¨ªsimas ideas y borradores que nunca tendr¨¦ tiempo de ejecutar. Siempre he tenido historias que contar o personas sobre las que escribir¡±, asegura Joyce Carol Oates (Lockport, Nueva York, 86 a?os). Eterna candidata al Nobel, ha publicado m¨¢s de un centenar de libros, impartido clases en Princeton y desde 2012 vuelca sus pareceres en una din¨¢mica cuenta de Twitter en la que opina sobre temas de actualidad (desde su apoyo a la abolici¨®n a la pena de muerte hasta recomendaciones literarias, la ¨²ltima, una novela de Geraldine Brooks), arremete contra el expresidente Donald Trump y, tambi¨¦n, comparte fotos de gatitos. Prefiere contestar por escrito a la entrevista, y lo hace con frases cortas, como reflejos de sus comentarios en las redes sociales. Si no hubiera sido escritora se habr¨ªa dedicado a ¡°las artes visuales, la pintura, el dibujo, la escultura o la fotograf¨ªa¡±, enumera. Sus novelas son precisamente eso, retratos de una ¨¦poca con muchas capas para observar y reflexionar. La ¨²ltima, Babysitter, es un thriller ambientado en el Detroit de 1977. Su protagonista, Hannah Jarrett, vive atrapada en su c¨®moda (y aburrida) cotidianeidad y no deja de pensar en el asesino en serie infantil Babysitter, que ve como una amenaza para sus hijos.
Describe a Hannah con detalle. Habla de su bolso de Prada, sus tacones de Saint Laurent¡ ?La moda le ayuda a crear sus personajes?
Es una mujer insegura que se refugia en prendas caras y de moda, para ella es un disfraz en el que esconderse. Quiere aparentar que es como otras mujeres de su c¨ªrculo porque est¨¢ aterrada ante la idea de quedarse aislada.
?C¨®mo recuerda la ¨¦poca de la novela, 1977?
La fecha es crucial, porque el asesino en serie conocido como Babysitter oper¨® justo en ese momento. Fue una d¨¦cada de ansiedades raciales provocadas por los asesinatos [de poblaci¨®n negra] de los a?os sesenta.
Para usted, ?cu¨¢les han sido los cambios m¨¢s importantes que se han producido desde entonces?? ?Estamos mejor, o seguimos enfrent¨¢ndonos a los mismos problemas sin resolver?
Destacar¨ªa los avances en los derechos de las mujeres y de las minor¨ªas, que se han fortalecido desde entonces.
Hannah es una mujer hastiada que se embarca en una aventura extramatrimonial. ?Por qu¨¦ eligi¨® a esta protagonista?
Porque es una mujer angustiada por su identidad m¨¢s all¨¢ de ser madre y esposa. Piensa que debe ser deseada para merecer la pena. Lo que siente va m¨¢s all¨¢ del simple aburrimiento.
Ella se enfrenta a una violaci¨®n y se averg¨¹enza, su marido la juzga, tiene miedo del qu¨¦ dir¨¢n. ?Sigue ocurriendo lo mismo 40 a?os despu¨¦s?
El mundo no ha cambiado mucho en ese tipo de casos. A menudo, se sigue culpando a las v¨ªctimas.
En sus novelas aborda asuntos candentes en la sociedad. Babysitter habla de un asesino en serie, pero tambi¨¦n de prejuicios: un hombre negro inocente muere por el color de su piel, algo que sigue siendo un problema hoy. ?El movimiento Black Lives Matter no ha calado lo suficiente?
El movimiento Black Lives Matter ha llamado la atenci¨®n sobre los prejuicios perennes que vemos en nuestra sociedad, pero no ha cambiado las pol¨ªticas que existen en nuestros retr¨®grados estados ¡®rojos¡¯ [republicanos], y pienso que ah¨ª es necesario un cambio pol¨ªtico profundo.
Ha opinado mucho en Twitter sobre el posible regreso de Donald Trump. ?Cree que va a ser de nuevo candidato presidencial?
Sinceramente, no lo creo. Perdi¨® en 2020 y volver¨ªa a perder, no tiene suficientes apoyos. El Partido Republicano debe buscar a candidatos m¨¢s j¨®venes.
?Qu¨¦ le atrae de las redes sociales?
Son una forma de comunicarse mejor con personas de ideas afines, de aprender sobre el mundo. Son esencialmente ef¨ªmeras, no tienen gran trascendencia.
El debate sobre las armas es una constante en los Estados Unidos. Su protagonista teme que su marido tenga una pistola, que lo vea como su derecho. ?Cree que la regulaci¨®n va a cambiar?
Me parece que la venta de armas da demasiado dinero como para que se imponga el sentido com¨²n. Pero los pol¨ªticos progresistas esperan cambiar eso.
?Abordar estos problemas a trav¨¦s de la ficci¨®n puede impulsar un cambio real en la sociedad?
Se cuentan historias desde la antig¨¹edad. Algunas buscan cambiar la sociedad, otras reflejarla. Algunas son ¨ªntimas y confesionales, otras son entretenidas. No existe una ¨²nica regla para el arte.
Su novela Blonde, de 1999, vuelve a estar de actualidad por el estreno del filme basado en ella. ?Qu¨¦ le ha parecido la adaptaci¨®n de Andrew Dominik?
Es una pel¨ªcula visualmente iconoclasta, con referencias al g¨¦nero de terror. No se trata de un intento de representar la novela, que es una epopeya. Ana de Armas ha logrado una interpretaci¨®n genial, tan fascinante que olvidas que se trata de una actuaci¨®n.
Algunos cr¨ªticos han dicho que es un retrato mis¨®gino de Marilyn Monroe, ?est¨¢ de acuerdo?
Se trata de una acusaci¨®n posterior al #MeToo del abuso masculino sobre Norma Jean/Marilyn Monroe.
Algunas escenas, como la del sexo oral a Kennedy durante la crisis de los misiles de Cuba o la de los fetos que hablan, han sido pol¨¦micas. ?Imagin¨® as¨ª estas partes de la novela?
No tengo una opini¨®n particular al respecto. Un director de cine crea su propia visi¨®n. La ficci¨®n en prosa es totalmente diferente del cine. El tono de mi novela es profundamente ir¨®nico, pero ¡®negramente humor¨ªstico¡¯, y ese no es el tono de la pel¨ªcula.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.