¡®J¨²lia ist¡¯: la mirada agridulce de la generaci¨®n Erasmus
La premiada ¨®pera prima de Elena Mart¨ªn sobre la vida de una joven estudiante en Berl¨ªn llega al festival barcelon¨¦s D¡¯A tras triunfar en M¨¢laga.
?No estoy bien en la uni, no estoy bien en casa, estoy pasando mucho tiempo sola. Y encima, la he cagado contigo?, murmura J¨²lia a su chico, Jordi, en una conversaci¨®n v¨ªa Skype. Ella est¨¢ en Berl¨ªn, reci¨¦n aterrizada en pleno invierno para pasar su Erasmus; ¨¦l, expectante en Barcelona, ciudad natal de ambos. Esa conversaci¨®n digital, plagada de silenciosos reproches con los que se identificar¨¢n muchos de esos veintea?eros que salieron del mullido colch¨®n familiar para experimentar la vida lejos de casa con una relaci¨®n a cuestas, es una de las escenas de J¨²lia ist. La pel¨ªcula, que se estrenar¨¢ el lunes en el festival D¡¯A de Barcelona, llega con el aval de la Biznaga de Plata a mejor pel¨ªcula y a la mejor direcci¨®n y el premio Movistar+ a la mejor pel¨ªcula en el pasado festival de M¨¢laga.
Escrita a ocho manos entre Mar¨ªa Castellv¨ª, Marta Crua?as, Pol Rebaque y Elena Mart¨ªn, J¨²lia ist es el proyecto de final de carrera de cuatro compa?eros de promoci¨®n de Comunicaci¨®n Audiovisual de la Universitat Pompeu Fabra. La pel¨ªcula, que han tardado tres a?os en rodar sin subvenciones y autofinanci¨¢ndose hasta el proceso de postproducci¨®n, ahonda en el viaje inici¨¢tico a la madurez que supone el Erasmus. Una experiencia que vivieron todos ellos en diferentes ciudades europeas y cuyos miedos, decepciones y alegr¨ªas compartieron, al igual que los ficticios J¨²lia y Jordi de la pel¨ªcula, v¨ªa Skype. La cinta est¨¢ dirigida por Mart¨ªn, una barcelonesa nacida en el 92 que tambi¨¦n se pone en la piel de la protagonista, una estudiante catalana de arquitectura que pasa su Erasmus en la capital alemana, cuna de la modernidad europea de la ¨²ltima d¨¦cada.
En J¨²lia Ist ¨Crodada en catal¨¢n, ingl¨¦s y alem¨¢n¨C hay s¨ªmbolos entra?ables de la independencia primeriza como esos platos de espaguetis cocidos sin salsa ni alegr¨ªa, fiestas hasta el alba o la constante negaci¨®n de las responsabilidades, como acordarse de pagar el alquiler. Pero, lejos de la mirada puramente hedonista de otros proyectos sobre el programa de estudios europeo como L¡¯auberge espagnole (Una casa de locos), la cinta opta por un retrato m¨¢s introspectivo, natural y realista. ?Los cuatro que la hemos escrito lo hicimos porque nuestra conclusi¨®n siempre ha sido que el Erasmus fue muy distino a lo que imagin¨¢bamos. Era m¨¢s significativ0, de cambio y de crecimiento?, apunta la directora por tel¨¦fono.
Mart¨ªn, que asegura que no es ?tan t¨ªmida ni cerrada? como su protagonista, tambi¨¦n fue a Berl¨ªn durante la carrera y tambi¨¦n viaj¨® dejando a su pareja en ciudad natal. ?No era el mismo tipo de relaci¨®n que se ve en la pel¨ªcula, pero s¨ª que tuve esa sensaci¨®n de vivir con un pie atado en Barcelona y el otro en Berl¨ªn. Hasta que no hubo una ruptura, hasta que no me enfrent¨¦ a los malentendidos y la artificialidad de Skype y dej¨¦ la relaci¨®n para vivir la experiencia sola, no sent¨ª que avanzaba?.
Cuando volvi¨® a Barcelona se encontr¨® con otro de los paradigmas que perfila la pel¨ªcula: el retorno a la sobreprotecci¨®n familiar por volver a la casa de los padres y retomar viejos patrones. ?El Erasmus es un viaje de ida y vuelta, siempre hay un regreso, y esa sensaci¨®n de dar un paso atr¨¢s no te abandona al llegar. Vuelves al mismo contexto del que te has ido, crees que tienes un nuevo rol y, de repente, tienes que encajar, otra vez, en el de hija y de ni?a?. La directora vivi¨® un tiempo con sus padres, se independiz¨®, se qued¨® sin dinero y tuvo que volver a casa de sus padres. Y todo mientras rodaba J¨²lia ist y protagonizaba Les amigues de L¡¯?gata, el hit indie que maravill¨® a la cr¨ªtica y festivales hace un par de a?os. La relaci¨®n con la cinta revelaci¨®n low cost de otras cuatro estudiantes de la Pompeu Fabra est¨¢ tan presente que, ?adem¨¢s de ayudarnos con su opini¨®n en la fase primitiva de la pel¨ªcula?, tambi¨¦n se hace presente en metraje. Una de las ficticias amigas de J¨²lia es Carla Linares, que tambi¨¦n particip¨® en Les amigues de l¡¯?gata. ?Que la gente nos relaciones es inevitable, de hecho nos ha ayudado much¨ªsimo para abrirnos puertas y presentarnos; pero con Les amigues fue un proceso distinto, su ¨¦xito fue inesperado. Ahora sentimos el peso de la presi¨®n por no decepcionar o sentir que la gente no comparta igual J¨²lia ist?, cuenta.
Para Mart¨ªn, pertenecer a esta nueva generaci¨®n de creadoras salidas de la Pompeu Fabra que retratan el latir de la nueva juventud, adem¨¢s de las que lo hacen desde el Escac, es un ?orgullo?. ?S¨ª que se nota esa sensaci¨®n de cambio. Lo comentamos mucho con amigos m¨²sicos y artistas. La gente en Barcelona est¨¢ haciendo muchas cosas aunque haya pocos recursos, pero hay ganas de que pase algo en la ciudad y las cosas est¨¢n cambiando?. Preguntada por la pol¨¦mica la lista de producciones subvencionadas por TVE en las que no se incluye a ninguna directora, y tras el ¨¦xito entre la cr¨ªtica de pel¨ªculas como Estiu 1993 (Carla Sim¨®n) o Mar¨ªa y los dem¨¢s (Nely Reguera), Mart¨ªn lo tiene claro: ?La discriminaci¨®n positiva es necesaria y un buen medio de transici¨®n hasta que se d¨¦ una situaci¨®n de igualdad total. No har¨ªa falta tenerla si no vivi¨¦semos en un proceso como el que estamos viviendo?.
Metida de lleno en el teatro ¨Cacaba de representar en el Teatro Espa?ol de Madrid la obra Wonhwagen con otros actores de J¨²lia Ist¨C, Mart¨ªn no afronta nuevos proyectos en la direcci¨®n pero seguir¨¢ con su carrera como actriz cinematogr¨¢fica: el a?o que viene estrenar¨¢ Como el viento, la ¨®pera prima de Meritxell Colell. Y ya no vive con sus padres. Comparte piso en plaza Espanya con una amiga.
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