Laura Gonzalez, la interiorista del momento en Par¨ªs tiene nombre espa?ol
El sal¨®n de referencia del mundo ¡®deco¡¯ Maison&Object la ha nombrado Dise?adora del A?o. Es la creadora francesa de la que todo el mundo habla por sus osadas fusiones de estampados y materiales. Hablamos con ella de c¨®mo dominar el arte de las mezclas imposibles.
Que de ni?a pasara vacaciones y fines de semana visitando anticuarios, chamarileros y brocantes junto a sus padres ha tenido mucho que ver con que Laura Gonzalez se haya convertido en uno de los nombres m¨¢s solicitados del mundo de la decoraci¨®n, con clientes como Cartier, Louboutin y los restaurantes parisinos del momento. Ella asegura que esas escapadas familiares educaron su gusto, avivaron su debilidad por lo artesanal y forjaron un ojo para las mezclas imposibles ¨Cde materiales, estampados y objetos¨C que en septiembre fue reconocido con el premio Dise?adora del A?o de Maison&Objet.
?Todo empez¨® con la educaci¨®n que me dieron. Soy hija ¨²nica y mis padres me llevaban siempre con ellos, eran unos apasionados de las antig¨¹edades, los museos y el arte. Siempre viv¨ª as¨ª, rodeada de telas y objetos. Y eso se qued¨® en mi cabeza?, explica con su voz pausada en un perfecto espa?ol con deje parisino. El Gonzalez sin tilde lo hered¨® de su padre, franc¨¦s nacido en Argelia de una alemana y un progenitor mitad espa?ol ¨Cde ah¨ª el apellido¨C y mitad italiano. La madre de Laura es gallega. ?Yo soy Europa?, bromea mientras recuerda que fue su t¨ªa materna, en los veranos que pasaba con ella en A Coru?a, quien la anim¨® a dibujar y hacer casitas para las barbies, sus primeros proyectos de interiorismo. ?A ella le encantaba crear cosas con las manos, cort¨¢bamos telas, invent¨¢bamos espacios¡ Esos juegos me dieron la sensibilidad que necesitaba para ser decoradora?, explica.
Para cultivar ese gusto por lo artesano estudi¨® pintura y alfarer¨ªa en Cannes, donde se crio. La Fundaci¨®n Maeght, de la cercana Saint-Paul-de-Vence, se convirti¨® en su museo preferido, una inspiraci¨®n constante. Sus impulsores fueron Marguerite y Aim¨¦ Maeght, galeristas y editores mecenas de figuras como Matisse o Bonnard. Rodeada de piezas de Mir¨®, Calder y Chagall en ese impresionante edificio de Josep Llu¨ªs Sert (que trabaj¨® con Le Corbusier y dirigi¨® el Departamento de Arquitectura de Harvard), Gonzalez cultiv¨® una pasi¨®n por el color, los estampados y los materiales que hoy se plasma tanto en sus estilismos como en sus proyectos. Las tendencias no van con ella: ?La mezcla es mi ADN. Yo soy as¨ª. As¨ª me visto. Desde peque?a me gustaban mucho los colores y mi estilo no ha cambiado desde el principio. Ahora puede ser m¨¢s fino, maduro, pero es el mismo que cuando empec¨¦. No busco estar de moda?.
Con 18 a?os se matricul¨® en la Escuela Nacional Superior de Arquitectura Paris-Malaquais de Par¨ªs, fundada solo un a?o antes, en 2001, en un edificio hist¨®rico de la rive gauche. ?Eleg¨ª esa carrera porque conjuga el trabajo art¨ªstico con otro muy real, se dibuja y se construye, es t¨¦cnico y creativo, y encaja con mi car¨¢cter, porque no soy una artista total; tengo un punto de locura pero con los pies en la tierra?, afirma. Sus modelos a seguir, como ella, poco ten¨ªan que ver con el minimalismo: la decoradora Dorothy Draper, la anticuaria Madeleine Castaing y el interiorista Jacques Grange.
El ¨¦xito de Laura fue precoz y osado, porque sus inicios coincidieron con la antesala de la crisis econ¨®mica global de 2008. ?No me di cuenta, era muy joven y no sent¨ªa el riesgo. Ahora hay m¨¢s presupuesto, pero te dan menos tiempo para los proyectos; hay que ir muy r¨¢pido porque todo es muy caro?, reflexiona. Admite que esa juventud, m¨¢s que el hecho de ser mujer en un mundo en el que los grandes nombres eran masculinos, fue un obst¨¢culo al empezar: ?Ser joven era un problema. Cuando llegas y eres una chica joven te miran de otra forma, tienen una opini¨®n preconcebida sobre ti. Pero no he tenido problemas en este sector por ser mujer; al contrario, a m¨ª me ha facilitado las cosas en un trabajo de hombres. Cuando estoy encontrando m¨¢s dificultades es ahora, al haber sido madre, porque compatibilizar trabajo y familia resulta m¨¢s dif¨ªcil?.
Reci¨¦n licenciada cre¨® su propio estudio, Pravda, present¨® una idea para redecorar el emblem¨¢tico Bus Palladium, y gan¨®. No se trataba de un encargo menor: el local es un icono de la vida nocturna del barrio de Pigalle. Por all¨ª pasaron Salvador Dal¨ª y los beatniks, Johnny Hallyday y Mick Jagger, Serge Gainsbourg lo menciona en una canci¨®n¡ ?Era una locura. Hacer un proyecto tan grande con 24 a?os parec¨ªa inimaginable. Yo hab¨ªa realizado el interiorismo del piso de uno de los asociados. Me dijo que acababa de comprarlo con unos amigos y que si quer¨ªa entrar en la competici¨®n. Hasta entonces solo hab¨ªa hecho apartamentos, tiendas, cosas peque?itas. Dije que s¨ª, present¨¦ mi plan tres d¨ªas despu¨¦s y como los otros estudios no hab¨ªan respondido me lo dieron. Fui m¨¢s r¨¢pida. Y adem¨¢s era muy joven, sal¨ªa mucho y sab¨ªa qu¨¦ necesitaba el lugar, era la clienta perfecta para un sitio como Bus Palladium?, recuerda entre risas.
Con 37 a?os, mantiene la energ¨ªa de esos primeros trabajos, pero ya convertida en una decoradora de prestigio con una larga lista de encargos. Solo en los ¨²ltimos meses ha dise?ado la tienda de Cartier en el madrile?o barrio de Salamanca, renovado la ic¨®nica sede de la plaza Vend?me de la firma de joyer¨ªa y ha inaugurado dos nuevos restaurantes de referencia en la agenda parisina: La Gare (la apuesta del chef peruano Gast¨®n Acurio, que ocupa el edificio de una antigua estaci¨®n) y Lap¨¦rouse (un establecimiento hist¨®rico abierto en 1766, que entre 1933 y 1968 tuvo tres estrellas Michelin y cuya cocina alab¨® el mism¨ªsimo Marcel Proust). Porque aunque trabaja en otros ¨¢mbitos, los restaurantes son el punto fuerte de su estudio. Le Figaro dice que es ?la decoradora de todo Par¨ªs?, sustituta natural de gur¨²s como Philippe Starck o Christian Liaigre. Ahora todo lleva la firma de Gonzalez, desde Noto (situado en la sede de la filarm¨®nica de Radio France en el Faubourg Saint-Honor¨¦, con un interior inspirado en Visconti) a la Brasserie La Lorraine (una instituci¨®n del distrito 17 en cuyas paredes y suelos jug¨® con el universo marino).
La relaci¨®n con la restauraci¨®n tambi¨¦n le viene de familia: ?Mi padre tiene negocios, hoteles, restaurantes¡ Por eso siempre he conocido por dentro este tipo de establecimientos. Desde peque?a estaba en sus locales, ve¨ªa la hospitalidad desde el otro lado?. Eso la ha ayudado a entender qu¨¦ busca la clientela. ?Antes pod¨ªas comer bien y tener una decoraci¨®n fea. Ahora ya no es as¨ª. Se valora la propuesta completa: la decoraci¨®n, la comida, el servicio, la experiencia¡ Si vas a salir de casa y gastar dinero es para vivir una experiencia?, reflexiona, aunque admite que ella no selecciona solo los restaurantes por su est¨¦tica, porque, insiste, ?hay que mezclar las cosas, ir a sitios m¨¢s pijos y tambi¨¦n a otros m¨¢s simples, es necesario tener de todo?.
En su curr¨ªculo cada vez hay m¨¢s de todo tambi¨¦n: un hotel de cinco estrellas (el Relais Christine), tiendas de Christian Louboutin (en 2018 firm¨® la de Barcelona), conceptos de imagen de marca, como el que hizo en 2017 para el pastelero Pierre Herm¨¦ y la firma cosm¨¦tica L¡¯Occitane en los Campos El¨ªseos¡ Adem¨¢s, junto a su marido Benjamin Memmi ¨Cque ha dejado su carrera en el mundo de la moda, donde trabaj¨® en las l¨ªneas masculinas de marcas como Sandro o Zadig & Voltaire, para unirse a la compa?¨ªa de Laura¨C, dise?a desde hace dos a?os una l¨ªnea de mobiliario y objetos de la que salen las piezas que emplea en sus proyectos. Para ellas, vuelve a mirar al trabajo manual que descubri¨® de ni?a. ?En el estudio hay una persona dedicada solo a buscar artesanos. Si hacemos un proyecto en China, buscamos creadores locales. Es una de las mejores partes de mi trabajo, poder aprender de esta gente que tiene un saber hacer que debe perdurar. No quiero que se pierda la artesan¨ªa, porque si eso ocurriera olvidar¨ªamos un trozo de historia?.
Preservar esas piezas es su objetivo. Va a abrir un espacio para exponer sus descubrimientos en una casona que va a restaurar en Vexin, al noroeste de Par¨ªs. Tendr¨¢ ?una sala de exposici¨®n viva?, como aquella Fundaci¨®n Maeght de su infancia. All¨ª mostrar¨¢ sus creaciones, colaboraciones, obras de artistas y artesanos¡ ?Mi universo se volvi¨® un estilo, y eso para un arquitecto es muy importante?.
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