Mary Beard: ¡°La sociedad moderna ignora a las mayores¡±
Acad¨¦mica, buena divulgadora y premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2016, esta experta en cultura cl¨¢sica rompe estereotipos, combate a los trolls de Internet y pide criticar el sexismo del d¨ªa a d¨ªa.
Manolo [Blahnik] quer¨ªa saber m¨¢s sobre los zapatos de las mujeres romanas, por eso acudi¨® a m¨ª, y nos hicimos amigos. Habr¨ªa sido un magn¨ªfico dise?ador de calzado para Ner¨®n o Cal¨ªgula, pero creo que es agradable que est¨¦ creando para nosotros, no para ellos?. Quien dice esto tras soltar una sonora carcajada es Mary Beard (1955, Much Wenlock), una adicta confesa a los zapatos. Y tambi¨¦n una de las intelectuales europeas m¨¢s influyentes, catedr¨¢tica de Cl¨¢sicas en la Universidad de Cambridge.
Su naturalidad y cercan¨ªa rompen con la imagen de acad¨¦mica ensimismada en su especialidad. Ella estudia el pasado y lo comunica al presente. Tiene un blog ¨CA Don¡¯s Life, en The Times Literary Supplement¨C en el que insin¨²a con sorna que la mayor similitud entre Donald Trump y Julio C¨¦sar es su alopecia; en uno de sus documentales en la BBC destap¨® un m¨¦nage ¨¤ trois romano ¨Cel grabado para la eternidad en el epitafio de Allia Potestas¨C y es activa en Twitter, donde ha combatido con ingenio y argumentos a los trolls que criticaban su f¨ªsico. ?La mayor¨ªa son simplemente gente solitaria y triste. Mi experiencia es que si te enfrentas a ellos, no los alimentas, muchos se disculpan. Hay campa?as que promueven que estas actitudes se penalicen, pero yo no quiero encerrarlos. Deseo que aprendan a comunicarse en Internet?.
Fomenta la conversaci¨®n. El jurado del Princesa de Asturias destaca que cuenta con el reconocimiento tanto del mundo acad¨¦mico como de la sociedad. ?Han estado ambos separados demasiado tiempo?
S¨ª, he intentado crear un v¨ªnculo. Me gusta decir que soy de la parte acad¨¦mica del mundo real. Me encanta ir a la biblioteca, pero creo que tengo la obligaci¨®n de explicar por qu¨¦ ese conocimiento tiene una utilidad. Para un acad¨¦mico, es complicado conectar con el p¨²blico general; resulta un desaf¨ªo exponer tus ideas a gente que de antemano no posee un gran conocimiento y a la que tienes que convencer de que son interesantes.
?Las nuevas formas de comunicaci¨®n ayudan a mantener viva la Antig¨¹edad?
Con un programa de televisi¨®n sobre los romanos llegas a millones de personas. Puedes sumergir a la gente en c¨®mo se sent¨ªa y en la apariencia que ten¨ªa ese mundo mejor que con un libro. Y las redes sociales para m¨ª son el ahora: Twitter es una de las v¨ªas principales a trav¨¦s de las cuales averiguo lo que est¨¢ pasando en el mundo y me comunico.
?Tambi¨¦n sirven como altavoz feminista?
Funcionan en dos sentidos: las redes sociales le dan una voz a las mujeres, pero tambi¨¦n a quienes las atacan. Es un lugar donde podemos iniciar campa?as sobre feminismo, pero tambi¨¦n ves a las f¨¦minas cosificadas, la misoginia, la violencia¡
En su af¨¢n por dar voz a las mujeres contra los abusos habl¨® sobre su propia violaci¨®n (de joven, en un viaje en tren de Mil¨¢n a N¨¢poles).
Para m¨ª, fue especialmente duro. La gente dice que fui muy valiente al contarlo, pero yo no me sent¨ª as¨ª. Era algo de lo que ten¨ªa que hablar. Muchos piensan que ha sido m¨¢s f¨¢cil porque tengo una confianza razonable en m¨ª misma, soy resiliente, estaba contando algo que pas¨® hace tiempo¡ No hay que dejar pasar los abusos. Hay que criticar el sexismo del d¨ªa a d¨ªa, hasta el m¨¢s trivial. Animar a que otros lo hagan.
Tampoco se ha callado cuando la han criticado por salir en televisi¨®n sin ocultar sus canas. ?Ser mayor y sabio no es un plus hoy en d¨ªa?
No creo que haya muchas culturas en las que se haya apreciado a las se?oras mayores¡ Son los hombres de cierta edad los que salen en la televisi¨®n hablando sobre pol¨ªtica, no f¨¦minas de pelo canoso. En la sociedad moderna ignoramos a las mujeres adultas.
Ahora Theresa May es primera ministra y Hillary Clinton podr¨ªa presidir los EE UU. ?Est¨¢n ayudando a cambiar el rol femenino?
Cuando era adolescente habr¨ªa sido imposible pensar que una mujer pudiera ser presidenta de los EE UU. Y ahora es dif¨ªcil, pero imaginable. En los ¨²ltimos 50 a?os se han hecho progresos incre¨ªbles, pero todav¨ªa quedan montones de cosas que hacer. Y sigo pensando que la idea de que se escuche la voz de la mujer no le gusta a todo el mundo. Eso se ve perfectamente con Hillary Clinton.
?Seguimos teniendo los mismos problemas que en la Antig¨¹edad? Cuenta que R¨®mulo y Remo fueron refugiados; recuerda las rebeliones dentro del Imperio, y ahora est¨¢ el Brexit¡
Todas las culturas afrontan estos problemas, y antes que nosotros lo hicieron otros. El Imperio Romano era mayor que Europa, pero tambi¨¦n es Europa, y siempre queremos ver esos lazos entre el pasado y el presente, pero tenemos que ser cautelosos. Romanos, griegos y egipcios pueden ayudarnos a vernos a nosotros mismos de una forma distinta, pero no necesariamente nos ofrecer¨¢n respuestas, porque somos un mundo completamente diferente.
Tambi¨¦n explica que el emperador Cayo ha acabado siendo conocido como Cal¨ªgula, un diminutivo que hace alusi¨®n a sus botas, y que Caracalla es un mote referido a su capa. ?La moda es importante en la historia?
Lo que eliges vestir es muy importante. He tenido debates acerca de esto con gente que dice que no cuido mi aspecto. Les respondo que todo el mundo, salvo unos pocos, se preocupa. No es solo una cuesti¨®n de alta moda, sino que lo abarca todo, habla sobre c¨®mo quieres mostrarte. Ahora sabemos c¨®mo somos todo el tiempo, hacemos selfies¡ Somos plenamente conscientes de nuestra apariencia.
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