Paula Beer: ?Se espera mucho del amor y, a menudo, hay mucho ego y proyecciones detr¨¢s de ¨¦l?
La int¨¦rprete se llev¨® el Oso de Plata a la mejor actriz del ¨²ltimo Festival de Berl¨ªn y acaba de ser premiada en los European Film Awards por su papel en ¡®Ondina¡¯. ?Es un cuento de hadas, pero en versi¨®n moderna, sin los trajes de ¨¦poca ni los castillos?, explica.
Ondina trabaja en Berl¨ªn como gu¨ªa tur¨ªstica. Tiene un peque?o apartamento en Alexanderplatz, un m¨¢ster en Historia y un empleo como freelance. Pero debajo de esa apariencia de vida urbana y moderna se esconde un antiguo mito rom¨¢ntico: si el hombre al que ama la traiciona, ella deber¨¢ matarlo y, despu¨¦s, regresar al lago de donde una vez emergi¨®. A grandes rasgos, este es el inici¨¢tico argumento de Ondina, la ¨²ltima pel¨ªcula de Christian Petzold, el director de Barbara (2012), Phoenix (2014) o En tr¨¢nsito (2018), que se estren¨® en Espa?a el 20 de noviembre y que protagoniza Paula Beer (Mainz, Alemania, 1995), una de las actrices europeas con mayor proyecci¨®n del momento.
La int¨¦rprete germana fue una de las estrellas del pasado Festival Internacional de Cine de Berl¨ªn, donde el filme se present¨® hace unos meses. La misma ma?ana de la premi¨¨re nos encontramos con ella enfundada en un ajustado mono negro que contrasta con unas impolutas botas deportivas blancas. Estamos en la suite de un hotel a escasos metros del Berlinale Palast, el gigantesco auditorio donde un par de d¨ªas despu¨¦s se llevar¨¢ el Oso de Plata a la mejor actriz por su papel. ?Es muy poco probable que una pel¨ªcula se proyecte en la secci¨®n oficial, con lo que ya solo eso era un regalo. Pero llevarme esta estatuilla es algo que jam¨¢s hubiera pensado?, comentar¨¢ delante de las c¨¢maras tras hacerse con el galard¨®n. Ese ser¨¢, por cierto, el ¨²ltimo premio de esta categor¨ªa, ya que en 2021 el certamen solo contar¨¢ con un trofeo a la mejor interpretaci¨®n, sin g¨¦nero asignado de por medio y sin distinci¨®n entre hombres y mujeres.
Pero regresemos a la habitaci¨®n de hotel y a la cinta de Petzold, la segunda vez consecutiva que coincide con el director alem¨¢n y con su coprotagonista masculino, Franz Rogowski. ?Rodando En tr¨¢nsito, un d¨ªa Christian nos desvel¨® a Franz y a m¨ª el argumento de su pr¨®ximo filme?, recuerda Beer. ?Nos quedamos bastante impresionados y semanas despu¨¦s nos pregunt¨® si quer¨ªamos hacer esa pel¨ªcula con ¨¦l. La primera vez que pude leer el guion me enamor¨¦ del texto porque su manera de escribir es siempre muy literaria. Y no es nada corriente encontrarse algo as¨ª, por lo que al comenzar el rodaje estaba realmente emocionada?.
Basado en la leyenda de las ninfas acu¨¢ticas de la mitolog¨ªa germ¨¢nico-escandinava, el drama de Petzold no es el primero en sumergirse en semejantes aguas. A su manera antes lo hicieron escritores como Hans-Christian Andersen (La sirenita), Oscar Wilde (El pescador y su alma) o E. T. A. Hoffmann, compositores como Hans-Werner Henze y cineastas como Neil Jordan. ?Es como un cuento de hadas, pero en versi¨®n moderna, sin los trajes de ¨¦poca ni los castillos?, explica Beer. ?En la f¨¢bula original, Ondina es una mujer maravillosa y tremendamente er¨®tica, que tiene muy presente la venganza. La nuestra, por el contrario, es una figura emancipada y que no quiere matar a nadie, solo quiere amar. Y creo que es genial que se trate de un amor incondicional. Pero incondicional tambi¨¦n significa: te amo tanto que me marchar¨¦, de lo contrario no sobrevivir¨ªas. Se espera mucho del amor y, a menudo, hay mucho ego y proyecciones detr¨¢s de ¨¦l?.
Aunque el director afirma que no le gusta nada la adaptaci¨®n de dibujos animados de La sirenita, su int¨¦rprete fetiche no es de la misma opini¨®n. ?A m¨ª me encantaban esa clase de pel¨ªculas de Disney cuando era peque?a. Crec¨ª con ellas. Normalmente est¨¢ clara la diferencia entre un cuento de hadas y una historia real, por eso me fascina esta versi¨®n, porque es una mezcla extra?a y enso?adora de los dos mundos. Adem¨¢s, esta Ondina conjuga los estereotipos de ambos g¨¦neros, tanto el femenino y sensual como el masculino y violento. Unir estos extremos es muy moderno, especialmente en el debate actual sobre los personajes femeninos en el cine?.
Nacida en Mainz en 1995, Beer ha vivido desde que ten¨ªa 12 a?os en la capital alemana, adonde se mud¨® en 2007 con sus padres, una pareja de artistas. Estudi¨® en el colegio Montessori y form¨® parte de la compa?¨ªa juvenil de teatro del Friedrichstadt-Palast, hasta que consigui¨® su primer papel importante en la gran pantalla gracias a Los diarios de Poll, de Chris Kraus. Tiempo despu¨¦s, el franc¨¦s Fran?ois Ozon la reclut¨® para Frantz, el largometraje por el que recibi¨® el premio Marcello Mastroianni al mejor int¨¦rprete emergente en el Festival de Cine de Venecia de 2016, un galard¨®n que antes se hab¨ªan llevado Jennifer Lawrence, Gael Garc¨ªa Bernal o Mila Kunis.
En cierto modo, Berl¨ªn es tambi¨¦n protagonista de su ¨²ltimo trabajo. ?Conozco bien la historia de la ciudad y, adem¨¢s, tuve meses para investigar sobre ella. Creo que es muy bonito que la trama se desarrolle en este lugar porque, pensando en la leyenda en la que nos basamos, Ondina pudo habitar aqu¨ª, porque esta es una metr¨®poli levantada sobre lagos y zonas pantanosas. Y eso tambi¨¦n significa que los cuentos de hadas todav¨ªa tienen cierta conexi¨®n con nosotros, incluso con Berl¨ªn, que no tiene nada que ver con un bosque encantado y que a veces puede resultar un sitio un poco inh¨®spito?. Beer acaba de ser reconocida con el galard¨®n a mejor actriz europea de los European Film Awards, los premios de la industria europea del cine que se concedieron el 12 de diciembre. En esa categor¨ªa tambi¨¦n compet¨ªa la espa?ola Marta Nieto por Madre, de Rodrigo Sorogoyen. En el futuro, espera m¨¢s ofertas de directoras, aunque asegura no reparar en el g¨¦nero cuando lee un guion. ?No importa si es hombre o mujer mientras conecte con esa persona y crea que voy a poder hacer un trabajo interesante a sus ¨®rdenes?, admite.
Aun as¨ª, confirma que no le llega ni un diez por ciento de proyectos con firma femenina. ?Es realmente complicado, porque hablamos de una situaci¨®n muy antigua y que ha permanecido as¨ª durante d¨¦cadas. Ahora tenemos una directora por cada diez directores. Y eso, en el mejor de los casos?. Para ella, un primer paso ser¨ªa una cuota femenina para poder empezar a vislumbrar cierta igualdad. ?Aunque tampoco creo que esa sea la soluci¨®n definitiva. El verdadero problema es c¨®mo est¨¢ configurada toda la estructura de poder. La mayor¨ªa de las decisiones en esta industria las toman los hombres, no las mujeres. Y cuando una llega a los puestos de decisi¨®n, en muchas ocasiones tiene que comportarse como ellos para ser aceptada en ese entorno. Y demasiadas veces nos tratamos entre nosotras mismas de manera muy dura. El sistema tiene que cambiar, es evidente, y esto puede llevar mucho tiempo. Por eso forzar la igualdad puede ser algo positivo hasta que lleguemos a un punto en el que ya no lo necesitemos m¨¢s?.
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