Cinco trucos sencillos para mejorar tu sexualidad
Las ¨¦pocas de desgana pueden aprovecharse para invertir en dep¨®sitos er¨®ticos a plazo fijo, realizando actividades, no sexuales, que nos convertir¨¢n en expertos/as entre las s¨¢banas.
1. Relajaci¨®n
A priori podr¨ªa parecer que la excitaci¨®n sexual y una libido en buena forma tienen poco o nada que ver con un estado de relajaci¨®n, pero lo cierto es que el sexo es interpretado por nuestro cerebro y biolog¨ªa como un extra, un juego, un recreo y solo los muy poco responsables o los viva la virgen se permitir¨ªan jugar cuando est¨¢n cargados de trabajo o ansiosos por alg¨²n problema que los atenaza. Y si a¨²n as¨ª, deciden olvidarse por un momento de sus quehaceres, es seguro que la diversi¨®n no ser¨¢ igual, ya que es muy probable que un Pepito Grillo les recuerde la moraleja del fastidioso cuento de La cigarra y la hormiga en el mejor de los momentos.
El estr¨¦s, el exceso de trabajo y la ansiedad son la Inquisici¨®n de la era moderna, que persigue el pecado de la concupiscencia con jornadas laborales maratonianas, miedo al fracaso, desavenencia de la vida laboral y familiar y pavor a integrar la casta de los desempleados, en la que, como en el castillo de Dr¨¢cula, se puede entrar pero nunca salir, al menos con vida.
La relajaci¨®n deber¨ªa estar altamente indicada para cualquiera que viva en el siglo XXI, pero desde el punto de vista sexual es tambi¨¦n un arma muy eficaz que los expertos en sexo aconsejan a menudo a sus pacientes. Seg¨²n Francisca Molero, sex¨®loga, ginec¨®loga, directora del Institut Clinic de Sexolog¨ªa de Barcelona y directora del Instituto Iberoamericano de Sexolog¨ªa, ¡°la relajaci¨®n te hace ser m¨¢s consciente de las sensaciones. Te permite concentrarte en lo f¨ªsico, si es m¨¢s corporal; o en la visualizaci¨®n, si es m¨¢s mental. Muchos de los casos de anorgasmia en mujeres se deben, en ¨²ltima instancia, a su incapacidad para dejar de controlar o para dejarse llevar, con lo que la relajaci¨®n puede ser de gran ayuda, como ocurre tambi¨¦n con los pacientes con eyaculaci¨®n precoz, generalmente hombres con altos niveles de ansiedad¡±.
2. Leer o escribir relatos er¨®ticos
Es muy probable que si estamos en modo asexual lo ¨²ltimo que nos apetezca sea ver cine porno, pero la literatura es otra cosa, porque ¨¦sta no se conforma con im¨¢genes manufacturadas sino con las que nosotros creamos a partir de nuestras fantas¨ªas y porque, adem¨¢s, los libros subidos de tonos, si son buenos, mezclan a la perfecci¨®n la lujuria con un gran abanico de ingredientes como el misterio, la historia, los viajes, la ciencia ficci¨®n¡ Recuerdan a esos platos dise?ados para que los ni?os coman verduras, en los que los vegetales est¨¢n camuflados en recetas atractivas para que hagan su efecto sin disgustar a los m¨¢s peque?os.
Santiago Frago, sex¨®logo y codirector del Instituto Amaltea de Zaragoza, centro especializado en sexolog¨ªa, apunta que ¡°leer relatos er¨®ticos puede ser muy ¨²til cuando queremos movilizar el deseo er¨®tico. El problema no es solo que no se tenga deseo, sino que muchas veces est¨¢ hipotecado. Es decir, sujeto a unas normas, sobrevalorado o no le permitimos pasar ¨¦pocas en las que se encuentre de vacaciones. Como en todo, hay que dedicar tiempo al deseo si queremos cultivarlo, y la literatura er¨®tica est¨¢ especialmente indicada para las mujeres, que tienen un erotismo m¨¢s elaborado¡±.
Recientemente se ha descubierto que leer libros subidos de tono puede ser la mejor terapia para evitar el deterioro cognitivo que, inevitablemente, llega con los a?os. El psiquiatra Rafael Alarc¨®n, coordinador de la secci¨®n de Gerontopsiquiatr¨ªa de la Asociaci¨®n Psiqui¨¢trica de Am¨¦rica Latina (APAL), sosten¨ªa en un art¨ªculo del diario argentino La Naci¨®n, que la lectura de textos er¨®ticos tiene la capacidad de despertar emociones, estimular los sentidos, mantener las reacciones corporales y activar las funciones cognitivas. Pero escribir es un arma todav¨ªa m¨¢s poderosa, ya que requiere un papel m¨¢s activo. Plasmar en un papel lo que nos gusta, nuestras experiencias o fantas¨ªas ¨Cindependiente de la calidad del estilo literario- es un ejercicio que Francisca Molero pide a menudo a sus pacientes y que atrae, poderosa y sutilmente, al deseo.
3. Ejercicios de Kegel
La operaci¨®n biquini de la sexualidad se consigue con tan solo quince minutos diarios de dedicaci¨®n a esos peque?os m¨²sculos que tenemos dentro de nuestra vagina. No hay que desplazarse a ning¨²n gimnasio, ni pagar las mensualidades. No hay que cambiarse de ropa, ni gastar dinero en unas buenas zapatillas. Los ejercicios de Kegel se pueden hacer en cualquier momento y, si tenemos practica, compaginarlos con otras tareas o actividades. Cuando ya casi todo en la vida exige mucho esfuerzo para pocos resultados, estas contracciones profesan la filosof¨ªa inversa, con lo que adem¨¢s de para nuestra sexualidad, nos servir¨¢n para reconciliarnos con la vida y el ser humano.
Seg¨²n Patricia Izquierdo, fisioterapeuta especialista en rehabilitaci¨®n del suelo p¨¦lvico, con consulta en Madrid, los beneficios de esta practica se traducen en que ¡°al tonificar esta musculatura, la vagina se mantiene m¨¢s firme, m¨¢s cerrada, lo que hace que la penetraci¨®n sea m¨¢s placentera. Con ellos aumenta tambi¨¦n la irrigaci¨®n de las paredes vaginales, lo que las hace m¨¢s sensibles. Durante la menopausia, con la consiguiente bajada del nivel de estr¨®genos, el tono muscular de esta zona se reduce, adem¨¢s de aparecer la sequedad. Estos ejercicios ayudan a mantenerla m¨¢s firme y mejoran la lubricaci¨®n. Durante el orgasmo se producen contracciones musculares del suelo p¨¦lvico. Si tenemos estos m¨²sculos tonificados, las contracciones ser¨¢n mayores, lo que aumentar¨¢ la calidad del cl¨ªmax¡±.
Los hombres tambi¨¦n tienen musculatura p¨¦lvica. Ejercitarla, seg¨²n Izquierdo, ser¨¢ ¡°una ayuda para mantener la erecci¨®n, sobre todo a partir de ciertas edades¡±.
Las bolas chinas son tambi¨¦n buenas herramientas para cuidar esta zona, ¡°se pueden combinar con los ejercicios de Kegel y as¨ª los beneficios se potencian. Pero entonces hay que hacer las contracciones de pie, nunca tumbadas. Las bolas hay que usarlas cuando estamos en movimiento, ya que act¨²an por la fuera de la gravedad, que hace que nuestros m¨²sculos trabajen para sujetarlas, y por la vibraci¨®n que produce la bolita que llevan dentro, y que provoca una contracci¨®n refleja del suelo p¨¦lvico¡±, comenta esta experta.
4. Recibir un masaje t¨¢ntrico
Darse un masaje o pasar un d¨ªa en un spa son actividades que nos centran en el cuerpo y no en la cabeza, que es la parte de nuestra anatom¨ªa que, generalmente, tenemos m¨¢s presente. Entre las diferentes t¨¦cnicas para tocar el cuerpo, el masaje t¨¢ntrico es la que m¨¢s conexiones mantiene con la sexualidad. ¡°Es un masaje de los sentidos¡±, apunta Munindra Nath, maestro de tantra yoga, masajista t¨¢ntrico y creador del v¨ªdeo blog Yogiupdate.com. ¡°El masaje er¨®tico siempre ha existido pero la modalidad t¨¢ntrica, que se conoce ahora y que consiste en un masaje que recorre todo el cuerpo, incluida el ¨¢rea genital si el cliente lo requiere, es fruto de la rama m¨¢s occidental de esta disciplina, la que se conoce como neotantra¡±.
Seg¨²n Munindra, ¡°hay dos aspectos fundamentales en los que esta practica se perfila como muy adecuada para potenciar la sensualidad. Primero por la descentralizaci¨®n, ya que en un masaje se trata todo el cuerpo y no solo las zonas genitales, con lo que se contribuye a la desgenitalizaci¨®n de la anatom¨ªa y a repartir el erotismo de la cabeza a los pies. Esto hace que cuando se llegue a la zona de mayor carga er¨®tica, las sensaciones sean m¨¢s fuertes. Otro aspecto importante es que la persona que recibe un masaje est¨¢ liberada de la, a veces, gran tarea y presi¨®n de sentir o hacer sentir algo a los dem¨¢s, tan com¨²n en una relaci¨®n sexual. Aqu¨ª, por el contrario, uno se abandona a la experiencia de sentir sin ning¨²n tipo de expectativas, listones o evaluaciones posteriores¡±.
Un buen masaje t¨¢ntrico debe ir acompa?ado de elementos dirigidos a los diferentes sentidos, como aceites de aromaterapia para relajar ¨CMunindra apunta que el Ylang-ylang es muy indicado para mujeres¨C, m¨²sica suave, un ambiente agradable y aceites esenciales, que se pueden mezclar con el de base para potenciar determinados efectos. ¡°El masaje t¨¢ntrico¡±, cuenta este maestro, ¡°puede ayudar en casos de anorgasmia, en los que es fundamental la estimulaci¨®n sin que haya la presi¨®n de satisfacer a la pareja, en vaginismo o cuando hay falta de deseo, es decir, cuando el cuerpo deja de estar presente, ya que esta practica nos devuelve o descubre la conciencia corporal¡±.
5. Apuntarte a clases de pole dance, burlesque o danza del vientre
Gracias a la conexi¨®n cuerpo mente, si erotizamos nuestra anatom¨ªa, conseguiremos el mismo efecto en nuestros pensamientos y viceversa. El baile, adem¨¢s de ser un buen y divertido ejercicio f¨ªsico, es altamente evocador y tienen un enorme poder, gracias al apoyo de la m¨²sica, para sugerir situaciones y fantas¨ªas o para inducir ciertos estados de ¨¢nimo. Por eso los maor¨ªes antes de ir a la guerra bailaban el haka y muchas parejas antes de acabar en la cama van antes a una discoteca. Contonearse descarada o sensualmente es una buena manera de fomentar nuestra autoestima er¨®tica, sentirse m¨¢s poderosa, mimar y aceptar el propio cuerpo y generar endorfinas. ¡°Muchas de mis clientas vienen por recomendaci¨®n de su sex¨®logo o psic¨®logo¡±, comenta Chiqui Mart¨ª, que dirige Strip-Art Studio, en Barcelona, donde imparte clases de pole dance en su modalidad genuina, es decir, la que no renuncia el lado sensual de esta disciplina y se fija solo en el aspecto gimn¨¢stico de la misma.
La danza del vientre adem¨¢s de ser muy adecuada para coordinar y aprender nuevos movimientos ayuda a localizar la cadera, esa zona anat¨®mica que para muchas/os se asemeja al tri¨¢ngulo de las Bermudas, algo misterioso, invisible y sin explicaci¨®n racional. El burlesque es perfecto para las amantes del vintage y admite todas las tallas, alturas y edades, adem¨¢s de combinar a la perfecci¨®n con el teatro, la iron¨ªa y una cierta inclinaci¨®n exhibicionista.
Estos bailes exigen adem¨¢s, un atuendo lo m¨¢s breve posible y la prueba de fuego de enfrentarse, en todo momento al espejo. Al principio puede resultar chocante, pero finalmente la mayor¨ªa acaba no solo firmando la paz con sus nalgas, culos y curvas, sino hasta encontr¨¢ndoles la gracia y el atractivo. Se lo que me digo porque practico burlesque en mis ratos libres.
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