?Se convertir¨¢ en tendencia la fotograf¨ªa #nophotoshop?
Cada vez son m¨¢s los fot¨®grafos que rehusan del uso del conocido progama inform¨¢tico. La naturalidad toma el poder.
![foto](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DHIIFADCAFMVPPUECT242POJJQ.jpg?auth=c73857968d4ba5c8440929dc9488a353bb71b331dee83bc6205d15cbb006957b&width=414)
Desde hace unos d¨ªas circula por Twitter la etiqueta #nophotoshop. Podr¨ªa pensarse que ha sido lanzada por alg¨²n fot¨®grafo de moda harto de adulterar sus fotos. Pero su impulsora es una famosa con una imagen p¨²blica tan artificial como las im¨¢genes photoshoseadas en las que aparece: Kim Kandarshian.
La chica con las curvas m¨¢s vertiginosas del momento utiliz¨® hace poco su cuenta de Instagram ¨Cla m¨¢s popular de esa red social¨C para mostrar c¨®mo es su cuerpo sin retoques digitales. La foto estaba acompa?ada por las etiquetas #nofilter, #nophotoshop.
El retrato difundido entre los instagramers tiene inter¨¦s porque es una imagen estudiada para parecer casual. Kardarshian usa una postura que estiliza su figura y se ha empleado un encuadre a contraluz para disimular imperfecciones. De hecho, la foto podr¨ªa considerarse un ejemplo can¨®nico de c¨®mo se miente en fotograf¨ªa sin ordenadores de por medio. Vamos, lo que era com¨²n hace unos 10 a?os.
En torno a 2002 las c¨¢maras r¨¦flex digitales lograron captar im¨¢genes reproducibles a toda p¨¢gina en las revistas de moda. Hasta ese momento los fot¨®grafos contaban para hacer su trabajo con el control del tiempo, la iluminaci¨®n, el encuadre, elegir entre el color o el blanco y negro, la ¨®ptica, el maquillaje, la comunicaci¨®n con el modelo y, sobre todo, la capacidad de sorpresa del p¨²blico que ve¨ªa su trabajo. En definitiva, la luz y la psicolog¨ªa han sido casi siempre lo ¨²nico que hacia falta para embaucarnos.
El gran cambio que Photoshop ha supuesto para muchos es pensar que el p¨ªxel, y no la luz, es la materia prima de la fotograf¨ªa. Pero para practicar el ilusionismo fotogr¨¢fico no hace falta manipular un mosaico digital. Ya en la primera imagen fotogr¨¢fica de la historia encontramos el enga?o. Cuando observamos la luz que entraba por la ventana de la casa de campo de Joseph Nic¨¦phore Ni¨¦pce en 1826 pensamos que se trata de un instante fugaz, pero en verdad la imagen tard¨® ocho horas en formarse.
La fiebre por transformar en el ordenador una toma se explica porque es un procedimiento m¨¢s barato que hacer una buena foto sin retoques. Si Richard Avedon necesitaba que el modelo y su equipo de ayudantes trabajaran durante horas para obtener un retrato, ahora se piensa que basta disparar unas cuantas r¨¢fagas a Kim Kandarshian para luego enmendar el resultado en una pantalla. As¨ª, el ¨²nico que cobra por una larga jornada de trabajo es el retocador.
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/EBFIRNWZX5MP7E6YZ7F2FZRXLU.jpg?auth=46d4c9fe07cd5362e6ed1fdbd0a4c095af76b87e96b3bd9b5fad9072a14d9027&width=414)
Kim Kandarshian en la foto publicada en Instagram.
Kim Kandarshian
Los riesgos de ese m¨¦todo de trabajo, en los que no suele haber ninguna clase de planteamiento art¨ªstico, son que una adolescente lance una campa?a en internet para que se dejen de publicar fotograf¨ªas manipuladas o engordar a¨²n m¨¢s el negocio de los paparazzi. Pues la prensa rosa se ha hecho con el monopolio de contestar a la irreal idealizaci¨®n digital con la que se nos presenta a muchos ¨ªdolos.
?Hay vida fuera de ese c¨ªrculo vicioso? Quiz¨¢ no tanta como ser¨ªa deseable, pero desde luego m¨¢s de la que cabe sospechar. He aqu¨ª tres trabajos fotogr¨¢ficos que son un buen ejemplo de c¨®mo es posible captar la belleza de alguien sin usar conservantes digitales.
Las fotos de Peter Lindbergh sobre Espa?a en Vogue. El trabajo que el veterano Peter Lindbergh realiz¨® en 2010 sobre Espa?a peca de mostrar algunos t¨®picos propios de un extranjero en un pa¨ªs que le apasiona. Pero en ese inmenso reportaje sobre todo se palpa oficio y a ratos bastante arte. Sobre todo en algunos de los retratos. Probablemente la afinidad de Lindbergh con algunos personajes que posaron para ¨¦l tuvo mucho que ver en eso.
El mayor artificio que hay esas fotos es el inconfundible blanco y negro de grises profundos que emplea el autor. De hecho, el alem¨¢n es uno de los pocos fot¨®grafos de moda que se ha rebelado p¨²blicamente contra Photoshop y adem¨¢s ha sido escuchado. Suyas son las conocidas fotos sin manipular de Monica Bellucci , Sophie Marceau y Eva Herzigova para la portada de Elle.
Los retratos de Txema Rodr¨ªguez. El fot¨®grafo Txema Rodr¨ªguez no s¨®lo no mueve ning¨²n p¨ªxel en los rostros de los que retrata, adem¨¢s usa dos herramientas prohibidas en muchos plat¨®s fotogr¨¢ficos de moda: el teleobjetivo y el primer¨ªsimo plano. Con ellas realiza una introspecci¨®n de los numerosos personajes que se plantan frente a su objetivo y se comunica con ellos.
No hablamos de la charla de rigor que suele entablarse con el retratado, sino de ese an¨¢lisis instintivo que marca la frontera entre los fot¨®grafos que observan de los que s¨®lo disparan. Usando ese m¨¦todo, en el que la t¨¦cnica queda al servicio de la psicolog¨ªa, Rodr¨ªguez demuestra que la dignidad y las arrugas tambi¨¦n son belleza. Recomendamos conocer adem¨¢s de sus fotos sus ideas sobre las im¨¢genes de moda en el art¨ªculo "C¨®mo la fotograf¨ªa ha arruinado la vida de millones de mujeres."
El libro Belleza de Barrio de Ricardo Cases. Tres de los libros de fotograf¨ªa m¨¢s interesantes de los ¨²ltimos a?os son de Ricardo Cases: Belleza de Barrio, La caza del lobo congelado y Paloma al aire -este ¨²ltimo considerado por el British Journal of Photography como el mejor libro de fotograf¨ªa de 2011-. En Belleza de Barrio retrata a las mujeres que acuden a una escuela de peluquer¨ªa en Aluche. Las protagonistas posan con la misma seriedad con la que lo hacen muchas famosas en una gran revista de moda, aunque ellas pueden presumir de que sus fotos son mucho mejores que bastantes de las que se ven en los kioscos.
Cases no emplea el bistur¨ª digital, le basta su ya m¨ªtico flash, su tendencia compulsiva a hacer fotos sin parar y sobre todo una gran sensibilidad. Pues, aunque parezca mentira, no es f¨¢cil darse cuenta que la belleza est¨¢ a la vuelta de la esquina.
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/RGPJMPMGTJJE7CQD4KNF4KZMFU.jpg?auth=22d15c330485e64887c1c93c8d87fd6f7d5db6826f1a03de125e3186e1741be7&width=414)
Retrato de Pen¨¦lope Cruz que hizo Peter Lindbergh para Vogue
Vogue
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