The Fat Jew, el arte de forrarse con bromas ajenas
El exitoso ¡®instagrammer¡¯ que tiene entre manos un libro, una l¨ªnea de vino y un desfile en la New York Fashion Week, se ha hecho famoso ¡®agregando¡¯ (o robando) chistes de Internet.
Acaba de fichar por la CAA, seguramente la agencia de talentos m¨¢s poderosa de la industria del entretenimiento, en cuya interminable lista de representados destacan Cate Blanchett, George Clooney, Pen¨¦lope Cruz y Robert de Niro entre muchos otros. Tiene, o ten¨ªa, un acuerdo para desarrollar un programa en el canal Comedy Central, un contrato con la agencia de modelos One Management y planes para lanzar una l¨ªnea de vino rosado ¨Cque confirmar¨ªa que eso del bros¨¦, los t¨ªos muy machos que beben rosado, no era broma¨C, un anticipo millonario por un libro titulado Money Pizza Respect, que ver¨¢ la luz antes de final de a?o y, lo que quiz¨¢ es m¨¢s sorprendente, le guardan hueco en la pr¨®xima New York Fashion Week¡° para mostrar su firma de ¡°dadbods¡± (lo que vendr¨ªa ser ropa para gordiflacos). Y todo esto, seg¨²n sus enemigos, por robar chistes.
Julian Ostrovsky opera como The Fat Jew ¨CEl Jud¨ªo Gordo¨C y ha amasado en su cuenta de Instagram @thefatjewish ?unos 5,7 millones de seguidores abonados a su humor tontuno e internetero, es decir, con muchas bromas sobre la ineptitud de ¡°la gente blanca¡± y el clan Kardashian y pantallazos de Solo en casa y El pr¨ªncipe de Bel Air. Representa, como dec¨ªa el laudatorio art¨ªculo que le dedic¨® el New York Times, un nuevo modelo de comediante que no ha tenido que trabajarse el circuito de stand up ni emplearse como guionista sino que se lanz¨® directamente como aut¨®nomo de las redes sociales.
Empresas de todo tipo lo tienen fichado desde hace meses como uno de esos usuarios de Twitter e Instagram suficientemente influyentes como para pagarles hasta 2.500 d¨®lares por un post esponsorizado o, literalmente, por un pedazo de su carne. Burger King le solt¨® un buen mont¨®n de dinero a cambio de que se tatuase su logo. Incluso sus perros, Toast y Muppet, tienen sus propias y exitosas cuentas de Twitter e Intagram y el primero protagoniz¨® una campa?a de Karen Walker. Seguramente no es casualidad que Ostrovsky est¨¦ casado con una publicista, Kate Sturino.
A decir de muchos tuiteros y de prominentes c¨®micos profesionales, el modus operandi de The Fat Jew, igual que el de otros pol¨¦micos perfiles como Elliot Tebele, que opera desde la muy popular cuenta @fuckjerry, consiste en colgar las bromas de los dem¨¢s sin ni siquiera adaptarlas, simplemente cortando la firma que las acredita. Hay quien se ha dedicado a compilar decenas de ejemplos de estas apropiaciones. ?
?tbt to Monday. @thefatjewish it was nice to finally meet you!! #?
Una foto publicada por January Jones (@januaryjones) el
Hace unos d¨ªas, cuando se supo que Ostrovsky hab¨ªa firmado con la CAA, la guionista y escritora Maura Quint empez¨® desde su Facebook un llamamiento para dejar de seguir a The Fat Jew: ?¡°Se gana la vida aprovech¨¢ndose del duro trabajo de otra gente¡±, denunciaba. La gente a la que roba son c¨®micos y escritores en apuros a los que les gustar¨ªa beneficiarse de su propio trabajo pero no pueden porque este despojo humano lo est¨¢ monetizando antes que ellos. Cuando se le dice, ¨¦l lo ignora o dice ¡®whoops¡¯ o ¡®ay, supongo que lo hizo un becario¡¯. Este tipo no hace nada, no contribuye, no genera nada. Es un par¨¢sito, un virus y el ejemplo de lo que no funciona en el mundo. Por favor, no lo apoy¨¦is. Es pura basura¡±. La denuncia de Quint se hizo viral y empez¨® ¡°la conversaci¨®n¡± ¨Ccomo se dice ahora cada vez que hay una pol¨¦mica y el causante se felicita porque ¡°al menos se ha iniciado la conversaci¨®n¡±¨C en torno a la autor¨ªa del humor. Sin embargo, no parece que le haya costado muchos seguidores a The Fat Jew, que sigue acumulando likes a mansalva.
Muchos otros c¨®micos prominentes, como Chelsea Peretti, de la serie Brooklyn Nine Nine, Michael Ian Black, que aparece en el bombazo del verano, Wet Hot American Summer, o Kumail Nanjiani, de Sillicon Valley, se han sumado a la cruzada. El actor Patton Oswalt, todo un l¨ªder de opini¨®n en Twitter, se ha estado cachondeando del t¨¦rmino que utiliza el Hollywood Reporter para referirse a las pr¨¢cticas de The Fat Jew en un extenso art¨ªculo que le dedica: agregar (chistes). La agregaci¨®n, ese viejo amigo de Internet, es lo que hacen medios como The Huffington Post, con la sensible diferencia que esas cabeceras no pagan a sus colaboradores ocasionales pero s¨ª respetan su firma, lo que les puede aportar beneficios secundarios.
Robar un chiste es feo. Eso lo sabe todo el mundo. Pero, ?es grave? En muchos casos, s¨ª. Lo expres¨® bien el c¨®mico Davon Magwood hace unas semanas. A ra¨ªz del furor por la caza de le¨®n Cecil, que desat¨® uno de esos souffl¨¦s de indignaci¨®n en Internet, colg¨® un tweet en el que aparec¨ªa ¨¦l disfrazado de le¨®n y dec¨ªa ¡°voy a empezar a vestirme de le¨®n. As¨ª, si me asesinan, s¨¦ que la gente blanca vengar¨¢ mi muerte¡±. The Fat Jew se la apropi¨® (o la agreg¨®) sin citar la fuente, como es su costumbre, y Magwood le respondi¨® con una carta abierta en la que dec¨ªa: ¡°Si cuelgas mi trabajo y me das cr¨¦dito, igual genera tr¨¢fico en mi web y ventas para mi ¨¢lbum de comedia y entonces consigo sacar dinero de lo m¨ªo¡±.
Hasta ahora, The Fat Jew, que basa su imagen c¨®mica en ser un t¨ªo desastrado, vestido con mankini, peinado con su caracter¨ªstico mo?o, y adicto a la comida basura (a pesar de que creci¨® en el acomodado Upper West Side de Nueva York y es hijo de un radi¨®logo y una nutricionista) y no un despiadado ¨¦xito comercial, ha ido respondiendo a todos aquellos que le han llamado a cap¨ªtulo con vagas disculpas (tweets del tipo ¡°lo siento, t¨ªo, lo vi en un blog¡±) y evasivas, pero a medida que aumenta su fortuna y sube su perfil, crece tambi¨¦n la presi¨®n. De momento, Comedy Central, que emplea a muchos de los c¨®micos saqueados, ya ha aclarado que el contrato que ten¨ªa con Ostrovsky caduc¨® y ahora no tiene nada entre manos con ¨¦l. Otros c¨®micos llaman a la calma, como Andy Richter: ¡°Relax. As¨ª que un mierda ha fichado por la CAA. No le est¨¢ quitando el sitio a nadie. He visto a muchos falsos ser elevados y cuando no consiguen dar nada, acaban por caer¡±.
Portada del libro que Fat Jew sacar¨¢ en octubre y por el que ha conseguido un contrato millonario.
Amazon
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.