Tiffany & Co y Supreme: por qu¨¦ han unido fuerzas la firma de la famosa caja azul con la marca gamberra favorita de los ¡®skaters¡¯
En pleno proceso de renovaci¨®n de su imagen, la legendaria ense?a joyera de las pedidas de mano y las pel¨ªculas rom¨¢nticas se al¨ªa con una de las etiquetas m¨¢s deseadas de la moda urbana.
Tiffany & Co es la firma joyera de las pedidas de matrimonio m¨¢s rom¨¢nticas del celuloide, de la Audrey Hepburn petrificada frente a su escaparate y de los turistas peregrinando a su tienda de la?Quinta Avenida, parada casi obligatoria en cualquier gu¨ªa de Nueva York. En las ant¨ªpodas de ese imaginario se sit¨²a Supreme, la marca del skate, de los chavales matando la tarde en el halfpipe y de las colas interminables a las puertas de sus tiendas para adquirir camisetas que multiplican por diez su precio en la reventa. M¨¢s all¨¢ de compartir nacionalidad neoyorquina no son muchos los paralelismos y conexiones que pod¨ªan establecerse entre ambas etiquetas. Al menos hasta ahora. En los perfiles de Instagram de ambas casas se puede ver un adelanto de la que ser¨¢ su primera colecci¨®n conjunta. Una colaboraci¨®n que supone el estreno de Supreme en el mundo de la joyer¨ªa y que confirma c¨®mo la marca de skaters y gamberros ha conquistado al lujo.
La colaboraci¨®n es una mezcla de collares de perlas de los que cuelga una ir¨®nica etiqueta en plata en la que puede leerse ?please return to Supreme? (?por favor, devolver a Supreme? en un claro gui?o a las famosas piezas de Tiffany con el mismo mensaje creadas en 1969), llaveros con navaja incorporada y pendientes con forma de coraz¨®n. Todo elaborado en plata y disponible ya a nivel mundial a excepci¨®n de Jap¨®n, donde estar¨¢ a la venta el 13 de noviembre. La campa?a que presenta las joyas tambi¨¦n marca un punto y aparte en la est¨¦tica de la firma joyera de la caja azul. Menos edulcoradas y elegantes de lo que nos tiene acostumbrados, en las im¨¢genes los modelos posan con grill dental dorado, llavero de mosquet¨®n colgando del vaquero y llavero-navaja en un desafiante primer plano. Todo marcado con el doble logo de Tiffany y Supreme.
Las colaboraciones forman parte del ADN de Supreme desde que en 1994 un joven llamado?James Jebbia, su fundador, abriera la primera tienda de la firma en Nueva York y fuera ganando relevancia como firma de culto vinculada al patinaje, el hip hop y la moda urbana. Desde entonces ha firmado colecciones con decenas de marcas. Algunas m¨¢s afines a su imaginario ¨CNBA, The North Face o Vans¨C, otras junto a dise?adores tan respetados como Junya Watanabe, Jean Paul Gaultier o Yohji Yamamoto y algunas tan sorprendentes como la que present¨® en 2017 con Louis Vuitton,?uno de los m¨¢ximos representantes del lujo franc¨¦s. Fue entonces cuando los m¨¢s puristas se llevaron las manos a la cabeza y los medios especializados intentaron analizar c¨®mo repercutir¨ªa la uni¨®n en el imaginario de ambas marcas y si la sobrexposici¨®n de Supreme uniendo fuerzas a diestro y siniestro con ense?as de todo tipo pod¨ªa acabar por hacerle perder su factor cool. Ya entonces la uni¨®n pod¨ªa entenderse como el acercamiento por parte de Louis Vuitton a un cliente que no entiende el lujo en funci¨®n de los ceros que figuran en la etiqueta, sino en base a la dificultad de conseguir una prenda concreta. Una forma de rejuvenecer su marca captando a un p¨²blico m¨¢s joven, santo grial que persiguen todas las firmas hoy en d¨ªa y que explicar¨ªa el movimiento de Tiffany & Co. Despu¨¦s del anuncio de la colaboraci¨®n, las b¨²squedas de la firma joyera aumentaron un 46% en apenas 48 horas, seg¨²n datos de la plataforma especializada Lyst.?
El giro de tim¨®n para la ense?a joyera comenz¨® despu¨¦s de ser adquirida hace un a?o por el grupo LVMH, el gran conglomerado de firmas de lujo que consigui¨® hacerse con su control?tras meses de litigios y el desembolso de 13.500 millones de euros.?Desde entonces la marca ha emprendido un viaje en el que?va tomando distancia del imaginario cl¨¢sico del romance y el matrimonio al que ha estado tradicionalmente asociada. Como contaba Leticia Garc¨ªa en este art¨ªculo,?en este tiempo la ense?a ha apostado por embajadores de un perfil m¨¢s diverso (como la actriz Tracee Ellis Ross o la estrella de pop coreano Ros¨¦), ha ampliado su oferta de joyer¨ªa masculina, ha apostado por la publicidad disruptiva ¡ªhace unos meses lanzaron la campa?a?Not your mother¡¯s Tiffany?(¡®no es el Tiffany de tu madre¡¯) para acercarse a las nuevas generaciones¡ª y ha dado protagonismo a las piezas exclusivas y vanguardistas frente al resto de productos de la marca. La jugada maestra lleg¨® con la incorporaci¨®n de Beyonc¨¦ y Jay-Z, una de las parejas m¨¢s poderosas de la industria del entretenimiento, como protagonistas de una campa?a publicitaria en la que la artista actualiza el ic¨®nico personaje de Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes. La colecci¨®n con Supreme no viene sino a confirmar que?Tiffany & Co. est¨¢ lista para escribir un nuevo cap¨ªtulo en su historia. Uno que ser¨¢ respaldado por el poder¨ªo econ¨®mico y la influencia del grupo LVMH en el que las pedidas de mano de anta?o dar¨¢n paso a colecciones y campa?as m¨¢s actuales, arriesgadas y deseables.
Por su parte, Supreme es la ¨²ltima adquisici¨®n del grupo estadounidense VF, que?compr¨® la compa?¨ªa por unos 1.800 millones de euros el a?o pasado?con la intenci¨®n de transformar su modelo de negocio?hacia uno centrado en el retail e hiperdigital.?Con el?boom?de la ropa?streetwear?y, en concreto, de las prendas de?skate, la marca neoyorquina logr¨® una posici¨®n de privilegio en la industria de la mamo de un fandom capaz de hacer colas de infinitas horas cada jueves, d¨ªa de la semana en el que lanzaban sus novedades. Sus seguidores ¨Caqu¨ª el t¨¦rmino ¡®comprador¡¯ se queda corto¨C son capaces?de comprar billetes de avi¨®n para no perderse las inauguraciones de la firma o de invertir en el mismo modelo de camiseta en ocho colores diferentes. Muchas acaban en portales como eBay vendi¨¦ndose por muchos ceros m¨¢s que su precio original. Solo queda comprobar si ocurrir¨¢ lo mismo con su nueva colaboraci¨®n con?Tiffany & Co.
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