La fundadora de Laza Clothing: ?En Par¨ªs te preguntan sobre c¨®mo produces. En Madrid, si se puede meter en la lavadora?

La historia de Maia Apaolaza y su firma Laza Clothing sucede a contracorriente: la dise?adora sali¨® del epicentro de la moda, Madrid, ¨Cdonde pasan las cosas¨C y volvi¨® a San Sebasti¨¢n, su hogar, para crear una firma que pusiera en jaque el modelo de negocio tradicional.

En su familia se respiraba el gusto por la moda y el dise?o (hered¨® de su abuela Angelita la pasi¨®n por las telas y la costura) y con 14 a?os daba sus primeros pasos en el mundo de la moda. ¡°Estudiaba piano y les ped¨ª a mis padres que me desapuntaran: yo lo que quer¨ªa era aprender a coser. Me matricularon en Corte Par¨ªs, mis compa?eras eran se?oras de 58 a?os y all¨ª empec¨¦ a hacer faldas y vestidos¡±, cuenta Apaolaza a S Moda por tel¨¦fono.

Pasaron los a?os y se fue a estudiar la carrera a Reino Unido, al London Fashion College. El siguiente paso fue ir a Par¨ªs: ¡°Mi sue?o era vivir en Par¨ªs y trabajar para Chanel¡±, asegura. M¨¢s tarde lleg¨® la Escuela de la C¨¢mara Sindical de la Costura, donde se formaron genios como Yves Saint Laurent, para cursar el posgrado de modelaje y confecci¨®n profesional. Pero Par¨ªs en distancias cortas no era lo que hab¨ªa imaginado, porque del mismo modo que idealizamos parejas, tambi¨¦n lo hacemos con ciudades. ¡°Llegu¨¦ con 22 a?os y la gente quedaba para fumar y beber vino. Yo ven¨ªa de vivir en Londres cuatro a?os y echaba de menos las pintas y los pubs. Cuando termin¨¦ el postgrado, me mont¨¦ en el tren camino a San Sebasti¨¢n y llegu¨¦ llorando a Hendaya. No sab¨ªa qu¨¦ iba a hacer con mi vida¡±.

De ah¨ª salt¨® a Madrid y comenz¨® una trayectoria imparable por grandes dise?adores y empresas. El primero, ?ngel Schlesser, seguido de Miguel Palacios, Hoss Intropia o El Corte Ingl¨¦s, momento en el que germin¨® la semilla que se convertir¨ªa en su propia marca. ¡°En El Corte Ingl¨¦s dise?aba para la marca S¨ªntesis y Laza Clothing surgi¨® como una forma de dar salida a mis inquietudes creativas¡±. Unos meses m¨¢s tarde volvi¨® a San Sebasti¨¢n ?para crear una firma que pusiera el foco en la sostenibilidad. ¡°Mi objetivo nunca hab¨ªa sido emprender, pero sent¨ªa la necesidad de demostrar que s¨ª era posible hacer las cosas de otra forma. Cuando trabajas en esto asumes cierta responsabilidad¡±. Su primera colecci¨®n, que produc¨ªa bajo demanda, vio la luz en 2019. ¡°Fue un homenaje a mi abuela (hab¨ªa fallecido unos meses antes). Lo viv¨ª como un momento de desahogo personal, una ¨®pera muy dram¨¢tica¡±, cuenta.

¡°Decid¨ª trabajar con un solo tejido y un proveedor para que la trazabilidad fuera real¡±, explica Maia Apaolaza. Eligi¨® el cupro, un material confeccionado a partir de residuos de algod¨®n y celulosa reciclada que importan desde una empresa familiar en Italia. ¡°El tejido es fluido y con ca¨ªda. Es una fibra de calidad con un tacto que recuerda a la seda¡±. Pero en su af¨¢n por confirmar la sostenibilidad del tejido decidi¨® buscar respuestas a todas las preguntas y tirar del hilo. ¡°Mucha gente se autodenomina sostenible, pero quer¨ªa investigar si realmente era as¨ª. El cupro lo fabricaban en Italia pero la fibra se la proporcionan desde Jap¨®n. Viaj¨¦ a Par¨ªs para asistir a la feria de tejidos y que all¨ª me explicaran el origen del material¡±.

Adem¨¢s, para la dise?adora, una producci¨®n local y de cercan¨ªa era una condici¨®n sine qua non a la hora de esbozar su modelo de negocio. ¡°Producimos en peque?os talleres con modistas locales, uno en Asturias y otro en Madrid¡±, dice. Laza Clothing respira nostalgia y sus dise?os buscan la atemporalidad: que sus colecciones sobrevivan al paso de los a?os y se adapten a diferentes escenarios de nuestra vida. ¡°Vamos contra los tempos marcados por la industria y la necesidad de hacer 2, 4 o 6 colecciones al a?o. Laza es una firma vers¨¢til, pero tambi¨¦n con un amor incondicional por la moda vintage y los m¨¢gicos a?os 20¡±.

Su modelo de negocio quiere romper con el arquetipo tradicional: sus dise?os se pueden comprar y alquilar, y han instaurado un programa de upcycling para ofrecer una nueva oportunidad a sus piezas. ¡°Si en alg¨²n momento una clienta no utiliza la prenda, tiene la opci¨®n de tra¨¦rnosla y que la reinterpretemos. Es una forma de ofrecerle una segunda vida¡±. Una praxis que confirma su car¨¢cter sostenible y que se empieza a cristalizar en las grandes marcas. ¡°Espa?a es la cuna de la moda r¨¢pida, pero hasta firmas como Zara est¨¢n dando una vuelta a su modelo de negocio. Quiero pensar que las cosas se van a hacer mejor aunque sea porque nos lo obliga la Uni¨®n Europea¡±, a?ade.

Laza Clothing tambi¨¦n est¨¢ presente en diferentes tiendas multimarca repartidas por la pen¨ªnsula y en Marsella, Francia. ¡°Este a?o fuimos por primera vez a la feria Who¡¯s Next, en Par¨ªs. Mi ambici¨®n es ampliar los puntos de venta¡±. Para recortar distancias con su clientela, los pop-ups se han convertido en una herramienta fundamental (ya han pasado por Madrid, San Sebasti¨¢n o Par¨ªs). El pr¨®ximo es Berl¨ªn: ¡°All¨ª tenemos unas expectativas muy altas¡±, se?ala. Porque no es una novedad: fuera de las fronteras se aprecia con m¨¢s cari?o la producci¨®n responsable y circular. ¡°Cuando estuvimos en Par¨ªs, las personas que ven¨ªan de Alemania, Dinamarca o Noruega me preguntaban sobre el origen del tejido, el proceso de producci¨®n, la circularidad¡­ Sin embargo, en Madrid me preguntan ¡®?se puede lavar en la lavadora?¡¯. Es un poco desalentador¡±, confiesa.

Si pensamos en los pr¨®ximos a?os, la directora creativa prioriza continuar investigando por asegurar un futuro circular. ¡°Desde el d¨ªa uno almacenamos los retales que se desechan de mis colecciones. Estamos trabajando con dos f¨¢bricas para lograr auto reciclar mi propia fibra. Hoy en d¨ªa parece que lo ¨²nico que se puede reciclar es el poli¨¦ster, cosa que es muy frustrante, pero encontraremos la forma de conseguirlo¡±, termina.?? ?