La importancia de callarse un comentario sobre el f¨ªsico de una persona (aunque en tu cabeza sea un piropo)
En tus pensamientos suena fenomenal, pero, ?qu¨¦ efecto puede tener ese juicio de valor espont¨¢neo en qui¨¦n lo recibe? ?Ha llegado el momento de erradicar de las conversaciones las opiniones gratuitas sobre el aspecto de otros?
¡°C¨®mo has adelgazado, qu¨¦ bien te veo¡±. Con esta frase reflexionaba en su cuenta de Instagram...
¡°C¨®mo has adelgazado, qu¨¦ bien te veo¡±. Con esta frase reflexionaba en su cuenta de Instagram la nutricionista Laura Villanueva sobre las veces que, con intenci¨®n de lanzar un piropo, estamos en realidad generando una angustia innecesaria a alguien. Esta muletilla espont¨¢nea llevaba a Villanueva a plantear algunas cuestiones en las que no solemos pensar antes de juzgar el f¨ªsico de alguien: ?Por qu¨¦ tenemos interiorizado ¡°felicitar¡± a alguien por una p¨¦rdida de peso? ?Sabemos si esa persona ha perdido peso de forma voluntaria y de forma sana? Muchas veces se adelgaza por estr¨¦s o por una enfermedad. As¨ª que, ?tienen sentido este tipo de halagos espont¨¢neos o deber¨ªamos aprender a reformularlos??
¡°Para m¨ª es un asunto muy delicado y del que he ido tomando conciencia al escuchar a mis pacientes en consulta¡±, explica a S Moda la experta en psiconutrici¨®n. ¡°Podemos creer que decir a una persona ¡®Qu¨¦ guapa est¨¢s, c¨®mo has adelgazado¡¯ o ¡®Uy, dame tus trucos para adelgazar que te veo muy guapo¡¯ va a sentar bien porque lo hacemos con buena intenci¨®n, pero realmente no sabemos qu¨¦ impacto puede tener en el otro. Al final no sabes si es porque est¨¢ pasando por un momento traum¨¢tico que ocasiona una falta de apetito (un divorcio, una perdida familiar, un proceso econ¨®mico malo¡) o que est¨¢ adelgazando porque tiene una enfermedad que le impide comer¡±, recuerda Villanueva.?
Un cuadro ansioso depresivo llev¨® a Laura, de 43 a?os, a perder peso de manera muy evidente y a enfrentarse a comentarios constantes sobre su aspecto: ¡°Para m¨ª ha sido complicado asimilarlo porque la delgadez es una consecuencia directa de la enfermedad¡±, recuerda. ¡°Ahora he conseguido olvidarme un poco de ello, pero antes cada vez que me ve¨ªa en el espejo lo asociaba a eso¡±.?
Por su experiencia, Laura cree que la gente, cuando hace esos comentarios, no es consciente de que est¨¢ invadiendo la intimidad de una persona: ¡°A m¨ª han llegado a decirme que ¡®qu¨¦ suerte¡¯ por estar as¨ª de delgada. Con todo el sufrimiento que llevo a las espaldas contestaba que ¡®dudaba mucho que quisieran estar en mi situaci¨®n¡¯. Una cosa es la percepci¨®n que la gente tiene de ti y otra, muy distinta, lo que t¨² sientes. A lo mejor alguien me ve bien con ese aspecto, pero yo no estoy feliz as¨ª¡±. Por ello, Laura anima a no opinar sobre el f¨ªsico de nadie sin saber antes lo que supone para esa persona.?
Otra gran reflexi¨®n a la que invita esta realidad es en qu¨¦ momento la sociedad ha interiorizado que perder peso es siempre sin¨®nimo de algo positivo. Tal y como explica la nutricionista, con este tipo de comentarios ¡°estamos dando por hecho que cuando esa persona era m¨¢s gorda, estaba fea y ahora, cuando ha adelgazado, autom¨¢ticamente pasa a ser bella. De esta forma perpetuamos la gordofobia, las situaciones discriminatorias para aquellas personas que no tengan un cuerpo normativo y un tipo de conducta que pone siempre el aspecto f¨ªsico por delante de la salud mental¡±.?
El marketing de la industria de belleza hace tiempo que ha convertido el cuerpo de las mujeres en un ¡°campo de batalla¡± en el que constantemente se ha de erradicar o solventar alg¨²n tipo de defecto. Un mantra que poco a poco ha calado en la sociedad y que impregna todas las conversaciones. Tamara Navas, psic¨®loga especializada en trastornos de la conducta alimentaria, indica que esos mensajes pueden tener un efecto muy da?ino en determinadas personas. ¡°Si estamos ante un comentario aislado y esa persona se siente bien consigo misma, no hay problema. Pero si ese comentario recae en una persona que tiene una autoestima m¨¢s baja de lo normal, la repercusi¨®n puede ser muy grande y puede ser un motivo de trabajo a nivel terap¨¦utico¡±, se?ala. ¡°Ese comentario puede convertirse en creencia y en llevarnos a generalizar, a dudar, a pensar que no somos v¨¢lidos, que no somos suficiente¡ Y tambi¨¦n nos puede generar limitaciones a la hora de conocer a una nueva persona o hacer amistades, porque nos lleva a relacionarnos desde ese punto¡±.?
De hecho, ¡ªseg¨²n una encuesta realizada por TopDoctors¡ª, cuando llega el verano, el 82% de los espa?oles se averg¨¹enza de su cuerpo al ponerse en ba?ador y a un 43% les influye lo que opine su entorno de su aspecto f¨ªsico. Una insatisfacci¨®n con la imagen corporal que experimentan en mayor grado los adolescentes y las mujeres menores de 30 a?os y que tiene una incidencia directa sobre su bienestar emocional. As¨ª lo observa tambi¨¦n en terapia la psic¨®loga Navas, quien constata la presi¨®n que sufren las mujeres por el peso. ¡°Muchas chicas tienen que estar delgadas porque sienten que es la ¨²nica forma de ser aceptadas¡±, explica. ¡°Y las redes sociales est¨¢n jugando un papel muy importante en esto. Casi todos los perfiles de personas con influencia son de mujeres muy delgadas que logran mucho ¨¦xito. As¨ª que quienes lo ven asumen que es por eso, por la imagen que proyectan, y no por lo que son¡±.?
Aunque los comentarios sobre las variaciones en el peso son los m¨¢s habituales, el fen¨®meno de las opiniones no pedidas se extiende a todo tipo de rasgos f¨ªsicos. Un cl¨¢sico, cuando llega el buen tiempo, son los chascarrillos sobre el nivel de moreno alcanzado. Estela, de 31 a?os, recibe en verano todo tipo de observaciones por ser p¨¢lida. ¡°En estos tiempos, lo socialmente aceptado es estar moreno y delgado, as¨ª que cuando un extra?o me dice ¡®qu¨¦ blancas est¨¢s¡¯, lo vivo como una intromisi¨®n similar a la que se produce cuando juzgan tu peso. La diferencia es que la gente considera feo ir directamente donde alguien a decirle: ¡®Oye, qu¨¦ gordo est¨¢s¡¯, pero no entienden que tampoco tiene gracia ir donde alguien a cuestionar su tono de piel con comentarios como: ¡®A ver si te da el sol¡¯. ?Qu¨¦ creen, que no me veo cada d¨ªa en el espejo? Llevo toda la vida siendo as¨ª¡±.?
En marzo, tras la ceremonia de entrega de los Oscar, se produjo un intenso debate p¨²blico sobre la conveniencia de hacer interpretaciones sobre el aspecto de alguien. Entonces, fue una broma sobre la calvicie de una mujer, la actriz Jada Pinkett, lo que origin¨® una agresi¨®n de su marido, el tambi¨¦n actor Will Smith, al presentador del evento y dej¨® uno de los momentos m¨¢s surrealistas del show business reciente.?
Por el tipo de sociedad en la que vivimos ¡ªcon la imagen en el centro de todo¡ª las profesionales consultadas ven muy dif¨ªcil erradicar por completo este tipo de apreciaciones. Pero s¨ª indican que podemos hacer un peque?o ejercicio de empat¨ªa para reconducir esos comentarios que nos salen de manera natural. Para plantear una apreciaci¨®n sobre alguien de manera responsable bastar¨ªa con alejar el foco de lo f¨ªsico y centrarse en lo an¨ªmico. ¡°Parece que solo podemos hacer elogios sobre lo f¨ªsico: ¡®C¨®mo has adelgazado¡¯,¡®C¨®mo has hecho para estar tan bien¡¯, etc¨¦tera.¡¯ Pero quiz¨¢s basta cambiar eso por un ¡®Qu¨¦ feliz te veo¡¯,¡®Qu¨¦ bien te sientan las vacaciones¡¯ o un simple ¡®Qu¨¦ tal est¨¢s¡¯. Si, antes de hacer un juicio de valor, me preguntas primero c¨®mo estoy, yo ya puedo introducir ah¨ª otro tipo de matices y, quiz¨¢s, contarte que llevo un mes horrible¡±, recuerda Villanueva.