"La independencia de un peri¨®dico se apoya en su solvencia econ¨®mica"

La plataforma de este encuentro con los lectores, ELPAIS.es, Internet, fue otro de los blancos de las preguntas. Ceberio contest¨® a dos interrogantes de los internautas al respecto, una sobre la posibilidad de que la versi¨®n digital desincentive la compra del peri¨®dico de papel -"No me considero un buen profeta, pero seguramente m¨¢s pronto que tarde el papel dejar¨¢ de ser el soporte b¨¢sico de los peri¨®dicos. S¨®lo espero que eso no cambie sustancialmente el compromiso que los periodistas tenemos con el p¨²blico"-; y otra sobre la propia estrategia del diario con este soporte -"A medio plazo introduciremos algunos contenidos de pago. En unos pocos d¨ªas estaremos en disposici¨®n de ofrecer versiones para m¨®viles, Palm?".

?Y por qu¨¦ tengo que comprar EL PA?S y no El Mundo, preguntaba provocativo un lector: "Yo no voy a tratar de convencerle de que no compre otro peri¨®dico, faltar¨ªa m¨¢s. ?Por qu¨¦ creo que debe comprar El Pa¨ªs? Sencillamente porque creo que es un peri¨®dico respetuoso con sus lectores y con los periodistas que lo hacen; que tiene una cultura profesional que trata de combinar el rigor y el ejercicio de la libertad. En definitiva, creo que es un peri¨®dico poco personalista y que cuando comete errores est¨¢ dispuesto a reconocerlo, aunque le duela".

La independencia del diario y de sus periodistas ha sido otro de los asuntos que centraron las interrogantes de los lectores. ?No ha coartado la libertad de su peri¨®dico la salida a Bolsa del a?o pasado?, preguntaba un internauta: "La pertenencia a un grupo que cotiza en bolsa nos obliga en todo caso a ser m¨¢s transparentes y rigurosos en la gesti¨®n. En nada influye sobre los contenidos editoriales del diario, que sigue gozando de todos los mecanismos de garant¨ªa para el trabajo profesional: estatuto de redacci¨®n, libro de estilo, defensor del lector, etc. La independencia de un peri¨®dico se apoya en su solvencia econ¨®mica y en los compromisos p¨²blicos adquiridos entre la empresa y sus profesionales. Nada de eso ha cambiado. Y si alguien se propusiera hacerlo mediante un asalto a trav¨¦s del mercado, hoy lo tendr¨ªa m¨¢s dif¨ªcil que hace un a?o".

Un lector, que felicit¨® a Ceberio por ser "un aut¨¦ntico director de peri¨®dico", indagaba el n¨²mero de horas que le dedica diariamente a su cargo: "Cuando me nombraron director en noviembre de 1993 el consejero delegado, Juan Luis Cebri¨¢n, me dijo en una larga conversaci¨®n que se es director del peri¨®dico 365 d¨ªas al a?o. 'Por supuesto', a?adi¨®, 'nadie te puede exigir que trabajes todos los d¨ªas, pero la responsabilidad ¨²ltima no se delega'. Traducido en horas de trabajo al d¨ªa, la jornada de un director empieza a eso de las diez y media y rara vez termina ante de las once de la noche. Luego llega la primera edici¨®n impresa y hay que leerla junto a las ediciones de la competencia. Bueno, tampoco se trata de llorar por la mala vida de un puesto que uno decide aceptar sin que nadie le obligue".

Pasadas las dos horas, el director de EL PA?S daba por concluida la charla-celebraci¨®n con los lectores: "Agradezco a todos los internautas que en esta tarde de viernes han entrado en contacto con El Pa¨ªs a trav¨¦s de nuestra edici¨®n de Internet, que tambi¨¦n hoy celebra su quinto aniversario. Lamento haber dejado sin respuesta m¨¢s de 400 preguntas, pero repetiremos esta experiencia regularmente en el futuro. En este momento mi funci¨®n de director me exige ocuparme de la primera p¨¢gina del peri¨®dico de ma?ana. Malo ser¨ªa que celebrara nuestras bodas de plata dejando de salir a los quioscos".