La Habana acoge la VI Conferencia de Naciones Unidas sobre sequ¨ªa y desertizaci¨®n
Este problema afecta a la cuarta parte del suelo del planeta y m¨¢s de 1.200 millones de personas sufren sus consecuencias
La VI Conferencia de Naciones Unidas sobre sequ¨ªa y desertizaci¨®n comienza hoy en La Habana con la participaci¨®n de una docena de jefes de Estado y de Gobierno, en su mayor¨ªa de Africa, y unos 3.000 delegados de 160 pa¨ªses de Am¨¦rica, el Caribe y Europa. Los principales retos de la Conferencia, que se extender¨¢ hasta el 5 de septiembre y que se celebra por primera vez en un pa¨ªs caribe?o, son avanzar en medidas para luchar contra la sequ¨ªa y la desertizaci¨®n, y frenar el deterioro ambiental.
A pesar de que las relaciones entre el Gobierno cubano y la Uni¨®n Europea (UE) atraviesan por uno de sus peores momentos, la UE estar¨¢ representada a "alto nivel" y al menos cuatro de sus miembros, entre ellos Italia, contar¨¢n en la Conferencia con delegaciones encabezadas por ministros, seg¨²n los organizadores.
El programa oficial de la conferencia, que comenz¨® este fin de semana con actividades para las ONG, incluye una reuni¨®n ministerial, un foro de intelectuales y artistas y otro de alto nivel que concluir¨¢ con una Mesa Redonda de Parlamentarios, entre el 3 y el 4 de septiembre.
Las causas del fen¨®meno
La desertizaci¨®n, un proceso gradual de p¨¦rdida de la productividad del suelo y de reducci¨®n de la cubierta vegetal, afecta al 75% de las tierras secas del mundo, que representan cerca de 4.000 millones de hect¨¢reas, la cuarta parte del planeta, en m¨¢s de un centenar de pa¨ªses, seg¨²n datos de Naciones Unidas.
En conjunto, m¨¢s de 1.200 millones de personas sufren las consecuencias directas de la desertizaci¨®n, como escasez de alimentos y agua, migraciones en masa y p¨¦rdidas econ¨®micas ingentes. La pobreza, la ignorancia en la utilizaci¨®n de m¨¦todos de cultivo y el uso de tecnolog¨ªas de mala calidad han contribuido a incrementar la degradaci¨®n natural de la tierra. En opini¨®n de los expertos de la ONU, la reducci¨®n de la pobreza y la lucha contra la desertizaci¨®n requieren una planificaci¨®n capaz de integrar factores ambientales, tecnol¨®gicos, socioculturales, econ¨®micos e institucionales.
El principal desaf¨ªo para combatir el problema est¨¢ en movilizar fondos suficientes para aplicar f¨®rmulas capaces de paliar los efectos de la sequ¨ªa, bien mediante participaci¨®n privada o a trav¨¦s de mecanismos de intercambio de deuda. Afganist¨¢n y Mongolia tienen la peor situaci¨®n en el mapa de la desertizaci¨®n elaborado por la ONU, aunque tambi¨¦n figuran como zonas cr¨ªticas Am¨¦rica Latina y el Caribe.
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