El tercer intento de contactar con la sonda 'Beagle 2' en Marte tambi¨¦n fracasa
La nave europea 'Mars Express' se inserta con ¨¦xito en la ¨®rbita marciana
Si existen marcianos de antenas verdes, puede que ahora bailen al son de la m¨²sica de Blur. O puede que no. Un acorde de nueve notas del grupo brit¨¢nico es el sonido que m¨¢s ans¨ªan escuchar los cient¨ªficos de la Agencia Europea del Espacio (ESA), como signo de que la Beagle 2 ha aterrizado sana y salvo en Marte. Pero hasta ahora los tres intentos de ponerse en contacto con el m¨®dulo de descenso han sido vanos. El aparato ha podido quedar destruido en el descenso, o tal vez su antena ha resultado da?ada o est¨¢ dirigida hacia el lugar equivocado, pero las notas m¨¢s esperadas no se han escuchado.
Esta tarde, los cient¨ªficos han intentado de nuevo contactar con el peque?o robot, pero no han podido contactar con ¨¦l. Este tercer intento se ha llevado a cabo usando las antenas de la Mars Express, la nave espacial que la albergaba en su seno hasta que hace unas horas la lanz¨® contra Marte. Esa parte de la misi¨®n s¨ª ha sido un ¨¦xito: la nave europea, que ha recorrido 400 kil¨®metros en sus seis meses de viaje interplanetario, se coloc¨® ayer en ¨®rbita tras una serie de complicadas maniobras para dejarse atrapar por la gravedad marciana. La alegr¨ªa estall¨® entonces entre las 250 personas que segu¨ªan la operaci¨®n minuto a minuto en el centro de control de la ESA en Darmstadt (Alemania), informa Alicia Rivera.
S¨®lo uno de ocho
Pero un velo de preocupaci¨®n cubri¨® enseguida la euforia, al fracasar el primer intento de comunicaci¨®n con el m¨®dulo de descenso, que deb¨ªa caer a Marte al mismo tiempo que su nave nodriza se colocaba en ¨®rbita. El director general de la agencia, Jacques Dordain, se apresur¨® entonces a se?alar que, si bien constituye la parte m¨¢s espectacular, el Beagle 2 s¨®lo constituye uno de los ocho experimentos de la misi¨®n.
La Mars Express es una nave peque?a (1.200 kilos) en la que se han montado siete instrumentos cient¨ªficos. Esta previsto que funcione al menos durante un a?o marciano (687 d¨ªas) en una ¨®rbita de trabajo, polar y el¨ªptica, que se acercar¨¢ hasta 259 kil¨®metros de la superficie de Marte y se alejar¨¢ 11.560 kil¨®metros. La misi¨®n se puede seguir en www.beagle2.com.
En pos de se?ales de vida
El modulo de descenso se separ¨® el d¨ªa 19 de su nave nodriza y tom¨® un rumbo de colisi¨®n con el suelo. Una vez en la atm¨®sfera, su escudo protector deber¨ªa haberlo protegido del calor de la entrada hasta el momento en el que se desplegara el paraca¨ªdas para frenar la ca¨ªda y se hincharan los airbag que lo rodean para amortiguar el golpe. La sonda rebotar¨ªa entonces sobre la superficie, hasta quedar varados sus 30 kilos de masa en Marte.
Una vez desplegada su antena, deber¨ªa haber podido comunicarse con la nave Mars Odyssey, de la NASA, en ¨®rbita desde 2001. Ante el silencio de la sonda, entr¨® en acci¨®n el plan de b¨²squeda de su se?al con radiotelescopios desde la Tierra. Los cient¨ªficos no han esperado hoy a escuchar al m¨®dulo: han tratado de ponerse en contacto con el Beagle 2, y ha barrido toda la superficie marciana con el telescopio de Jodrell Bank, en la ciudad brit¨¢nica de Manchester.
De las once sondas que han aterrizado en Marte, tan s¨®lo tres han sobrevivido. De hecho, de las 30 misiones emprendidas por rusos o estadounidenses al planeta rojo, 13 han terminado en fracaso total o parcial. La misi¨®n de la Beagle 2 es ara?ar la superficie marciana, y recoger muestras de polvo y roca para analizarlas en busca de se?ales de vida. A partir de hoy, la ESA se esforzar¨¢ todos los d¨ªas por escuchar su latido, con la fecha l¨ªmite del 7 de enero. Entonces, haya sobrevivido o no, su coraz¨®n se apagar¨¢ definitivamente con las bater¨ªas ya vac¨ªas.
Y la nave sali¨® por detr¨¢s de Marte
La emocionante jornada de ayer en el centro de control de Darmstadt comenz¨® a la una de madrugada, pocas horas despu¨¦s de que se hubieran enviado a Mars Express las ¨®rdenes para que se orientara correctamente, encendiera su motor en el momento preciso para que perdiera velocidad y la atrapase la gravedad marciana. El encendido, autom¨¢tico, se produjo a las 3.42 y dur¨® 34 minutos en los que consumi¨® 250 kilogramos de combustible, seg¨²n informa Alicia Rivera. La nave estaba en ese momento a 157 millones de kil¨®metros de la Tierra y su se?al, a la velocidad de la luz, tardaba ocho minutos y 44 segundos en llegar a la Tierra.
Pero toda la maniobra cr¨ªtica (si no se hubiese encendido el motor la nave habr¨ªa pasado de largo de Marte y se habr¨ªa perdido), se produjo detr¨¢s del planeta rojo visto desde la Tierra, y no hab¨ªa forma de saber exactamente que estaba pasando all¨ª. En el debido instante, la NASA inform¨® a la ESA de que su red de grandes antenas de espacio profundo hab¨ªa captado la se?al de Mars Express saliendo por detr¨¢s de Marte. Era la primera confirmaci¨®n de que todo hab¨ªa ido bien.
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