La mitad de las embarazadas menores de 18 a?os abort¨® en Espa?a en 2001, seg¨²n datos del CSIC
La investigadora que ha dirigido el informe reclama m¨¢s educaci¨®n sexual y una mayor conciencia social del riesgo del sexo sin protecci¨®n
El 50% de las menores de 18 a?os que se quedaron embarazadas en Espa?a durante 2001 terminaron abortando -un 15% del conjunto de mujeres f¨¦rtiles-, un porcentaje que supone m¨¢s del doble del registrado en 1990, seg¨²n ha indicado hoy la investigadora del Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) Margarita Delgado, en la presentaci¨®n de un estudio sobre la evoluci¨®n del embarazo y el aborto en nuestro pa¨ªs en la d¨¦cada de los noventa. El informe refleja el crecimiento constante de esta opci¨®n en los 90 y un aumento espectacular entre las adolescentes: un 99% de 1990 a 2001.
El trabajo sobre la evoluci¨®n del aborto en Espa?a, dirigido por esta experta en demograf¨ªa del Instituto de Econom¨ªa y Geograf¨ªa del CSIC, constata que en 1990 la tasa de abortos se situ¨® en un 8,4%; en 1995 se elev¨® al 12%, en 2001 fue del 15% y en 2002 alcanz¨® casi el 16% (dato provisional). En rueda de prensa, Delgado ha llamado la atenci¨®n sobre los aumentos "espectaculares" entre adolescentes (15-19 a?os), alrededor de un 99% en la ¨²ltima d¨¦cada: en 1990 el n¨²mero de interrupciones de embarazo ascendi¨® a 4.979; en 1995 sumaron 6.975 y en 2001 alcanzaron casi los 10.000.
La misma tendencia se registr¨® en el grupo de 20 a 25 a?os, con un aumento del 95,3% en el periodo de referencia: 10.000 abortos en 1990; 13.200 en 1995 y m¨¢s de 19.500 en 2001. Para el resto de las edades, el porcentaje de crecimiento durante la d¨¦cada super¨® el 87%, seg¨²n ha explicado la profesora del CSIC, que ha subrayado que la tasas m¨¢s altas se concentran entre menores de 25 a?os al aglutinar el 42% de las interrupciones practicadas. El informe resalta asimismo que la proporci¨®n de mujeres menores de edad embarazadas que recurren al aborto creci¨® del 21% en 1990 al 50% en 2001.
Un "inadecuado" nivel de anticoncepci¨®n
A tenor de los resultados de la investigaci¨®n, Delgado ha reclamado acciones "de efectos m¨¢s persistentes en el terreno de la educaci¨®n sexual y crear una mayor conciencia social del riesgo del sexo sin protecci¨®n", al tiempo que ha hecho hincapi¨¦ en el "inadecuado" nivel de anticoncepci¨®n en nuestro pa¨ªs y una escasa informaci¨®n o educaci¨®n sexual. Tras explicar que el 99% de las interrupciones son por causas m¨¦dicas (salud f¨ªsica/ps¨ªquica) y el resto por malformaciones del feto y violaciones, ha indicado que dentro de la Europa de los Quince, "Espa?a ocupaba en los 90 puestos casi a la cola, pero mientras en otros pa¨ªses ha bajado o se ha estabilizado, aqu¨ª ha aumentado notablemente".
"Por ejemplo, Holanda tiene una de las menores tasas de aborto, porque se da informaci¨®n sexual a edades tempranas, de forma gradual y constante, en lugar de campa?as espor¨¢dicas". Por comunidades aut¨®nomas y para el conjunto de edades, la investigadora ha citado a Baleares, con un 20% de abortos sobre el total de embarazos, y Asturias, con un 19%, entre las regiones con un mayor porcentaje en 2001. Adem¨¢s, ha destacado el caso de Andaluc¨ªa, donde el aborto se multiplic¨® casi por siete -del 2% en 1990 al 13% en 2001- y en Murcia de triplic¨® (del 4 al 15%). En el polo opuesto se sit¨²an Navarra, Extremadura, Pa¨ªs Vasco y Castilla-La Mancha, las ¨²nicas regiones donde en 2001 abortaron menos del 10% del total de embarazadas.
En cuanto al porcentaje de aborto voluntario entre las menores de edad, el trabajo refleja que en ocho comunidades se interrumpe m¨¢s del 50% de los embarazos, con Catalu?a a la cabeza (60%); seguida de Arag¨®n, Madrid, Asturias, Castilla y Le¨®n, Baleares, Pa¨ªs Vaco y Comunidad Valenciana. El estudio subraya que en Murcia el recurso al aborto entre las menores de 18 a?os se multiplic¨® por 14 entre 1990 y 2001. Sobre la prevista ampliaci¨®n de los supuestos que contempla la actual ley reguladora del aborto, la profesora ha aseugrado desconocer si ello "incidir¨¢ o no", pero coinciden en que "debe hacerse en condiciones de seguridad y no fomentarlo como un m¨¦todo de planificaci¨®n familiar".
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