Una multimillonaria demanda por fraude amenaza con la quiebra a las tabaqueras de EE UU
La Fiscal¨ªa reclama la devoluci¨®n de unos 280.000 millones de d¨®lares presuntamente obtenidos al ocultar los efectos adictivos de la nicotina durante m¨¢s de 50 a?os
Las tabaqueras estadounidenses se enfrentan desde ma?ana en Nueva York a las demandas por conspiraci¨®n contra la salud p¨²blica y fraude presentadas por la Fiscal¨ªa General, que acusa a estas compa?¨ªas de haber silenciado los efectos adictivos de la nicotina durante m¨¢s de cincuenta a?os. El juicio, tras cinco a?os de preparaci¨®n, podr¨ªa llevar al sector a la bancarrota: la Fiscal¨ªa reclama la devoluci¨®n de 280.000 millones de d¨®lares (unos 230.000 millones de euros) cuando el valor neto combinado de las empresas demandadas no llega a los 200.000 millones de d¨®lares.
Seg¨²n informa hoy el diario The New York Times, los hechos se remontan a 1953, fecha de la reuni¨®n mantenida en un hotel de Manhattan por los entonces presidentes de las compa?¨ªas del sector. Oficialmente, se reunieron para crear un instituto de investigaci¨®n, que hoy ya no existe, pero la Fiscal¨ªa asegura que el resultado del encuentro fue un pacto sectorial para callar los efectos negativos del tabaco en la salud.
Las acusadas son Philip Morris y su casa madre Altria; R.J.Reynolds; Brown & Williamson (que este verano se fusion¨® con Reynolds); Lorillard (filial de Loews Corporation); British American Tobacco; y el grupo Liggett.
Los abogados del Estado, que llevan cinco a?os preparando el caso, aseguran que durante aquella reuni¨®n los gerifaltes de las tabaqueras acordaron silenciar los efectos adictivos de la nicotina que sus estudios ya hab¨ªan confirmado, mentir sobre las enfermedades del fumador pasivo y orientar sus esfuerzos publicitarios hacia las j¨®venes generaciones.
La Fiscal¨ªa estima que este acuerdo puede considerarse como una conspiraci¨®n contra la salud p¨²blica y, en aplicaci¨®n del concepto legal del disgorgement, pretende que las tabaqueras devuelvan al erario p¨²blico los beneficios de su conducta delictiva. De tener ¨¦xito sus demandas, el sector podr¨ªa declararse en quiebra dado que el valor neto combinado de las empresas demandadas no llega a los 200.000 millones de d¨®lares, 80.000 menos de los reclamados.
Desde ma?ana, el Tribunal Federal de Distrito, en un proceso sin jurado, escuchar¨¢ a m¨¢s de cien testigos, a los que se a?aden las declaraciones por escrito de otros 200. Se espera que el proceso se prolongue durante unos seis meses. Se trata, de hecho, de la mayor acci¨®n civil emprendida en el marco de la Ley contra la Influencia Mafiosa y la Corrupci¨®n de Organizaciones.
Error pero no fraude
Las tabaqueras, por su parte, afirman que las acusaciones no tienen base alguna, y que la postura anta?o defendida de que el tabaco no era malo para la salud "pudo ser equivocada pero no existen pruebas de que constituya fraude". En palabras del vicepresidente de Altria, William Ohlemeyer, sus abogados demostrar¨¢n que ni hubo fraude en el pasado ni la intenci¨®n de cometerlo en el futuro.
Estas compa?¨ªas recuerdan tambi¨¦n que en 1998 ya llegaron a un acuerdo con los 46 Estados que les hab¨ªan demandado para recuperar 250.000 millones de d¨®lares reclamados como indemnizaci¨®n para el sistema de salud p¨²blica. El acuerdo alcanzado con la Administraci¨®n de Bill Clinton compromet¨ªa al sector a pagar 200.000 millones en 25 a?os, en programas de salud, a cambio de cierto grado de inmunidad sobre demandas del pasado. En este caso, sin embargo, no se trata de compensaciones al Estado sino de devolver beneficios que se consideran obtenidos mediante fraude.
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