Philip Morris, condenada a pagar 28.000 millones de d¨®lares a una fumadora
La demandante adujo que 'siempre se hab¨ªa fiado' de la multinacional tabaquera
Una mujer de 64 a?os obtuvo ayer la mayor victoria en la historia de la lucha judicial contra el tabaco. Un tribunal de Los ?ngeles conden¨® a la compa?¨ªa Philip Morris a pagar 28.000 millones de d¨®lares (casi igual en euros) a Betty Bullock, que sufre c¨¢ncer de pulm¨®n. La mujer acus¨® a la compa?¨ªa de haber provocado esta enfermedad al no advertir expresamente sobre los riesgos del tabaquismo. El jurado ya hab¨ªa condenado a la empresa a pagar otros 850.000 d¨®lares como da?os compensatorios, pero subieron la cifra despu¨¦s de un d¨ªa y medio de deliberaci¨®n. Las acciones de Philip Morris cayeron inmediatamente en picado hasta perder un 7,37% e impulsaron un retroceso del 2,45% en Wall Street.
Betty Bullock empez¨® a fumar cuando ten¨ªa 17 a?os. A los 64 sufre un c¨¢ncer de pulm¨®n que no cede en su avance y se ha extendido ya al h¨ªgado. Denunci¨® a Philip Morris con el argumento de que siempre se hab¨ªa fiado de la compa?¨ªa cuando aseguraba p¨²blicamente que los estudios m¨¦dicos no demostraban vinculaci¨®n real entre el c¨¢ncer y el consumo de tabaco.
En un pa¨ªs con m¨¢s abogados que todo el resto del mundo, Bullock encontr¨® el perfecto letrado para representarla: Michael Piuze, curtido en el enfrentamiento con las tabaqueras. Hab¨ªa defendido al fumador Richard Boeken en un proceso similar en junio del a?o pasado. En aquella ocasi¨®n, el jurado conden¨® a Philip Morris a pagar a Boeken 3.000 millones de d¨®lares, una cifra que el enfermo nunca lleg¨® a percibir. Boeken, que durante a?os fue tambi¨¦n adicto a la hero¨ªna, muri¨® de c¨¢ncer de pulm¨®n poco despu¨¦s del juicio.
La sentencia de ayer es a¨²n m¨¢s descomunal. Nunca antes una empresa tabaquera hab¨ªa sido condenada a pagar 28.000 millones de d¨®lares a un solo fumador, lo que aumenta adem¨¢s el riesgo de tener que compensar a todos los que presenten demandas similares. La situaci¨®n legal de las demandas contra las compa?¨ªas tabaqueras es tan confusa que nadie es capaz de determinar en qu¨¦ Estados y con qu¨¦ fiscal¨ªas est¨¢n pactados acuerdos federales o estatales que anulen demandas de este tipo.
Cambio de t¨¢ctica
Los 12 miembros del jurado que fijaron la cantidad ya hab¨ªan establecido la semana pasada que la empresa ten¨ªa que indemnizar a la mujer con 750.000 d¨®lares por da?os econ¨®micos y 100.000 por 'dolor y sufrimiento'.
Durante el juicio, la compa?¨ªa cambi¨® de t¨¢ctica en su defensa: en vez de defender su comportamiento empresarial en el pasado (ampar¨¢ndose en la falta de legislaci¨®n que obligara en esa ¨¦poca a informar sobre los efectos del producto que comercializaba) se centr¨® en la decisi¨®n voluntaria de la mujer de consumir tabaco. 'Si ella hubiera dejado de fumar aunque fuera a comienzos de los a?os ochenta, no tendr¨ªa hoy c¨¢ncer de pulm¨®n', dijo al comienzo del juicio el abogado de la compa?¨ªa, Peter Bleakley, en una declaraci¨®n que la acusaci¨®n interpret¨® como un reconocimiento de culpa.
El abogado de la mujer bas¨® su argumentaci¨®n en que la empresa hab¨ªa desplegado en los a?os cincuenta una campa?a perfectamente dise?ada en los a?os cincuenta para esconder los efectos nocivos del tabaco. 'Demostraremos en este juicio el que creo que es el mayor fraude perpetrado nunca por una compa?¨ªa', dijo el letrado.
William Ohlemeyer, consejero general de Philip Morris dijo ayer que el jurado deber¨ªa haberse centrado en lo que la mujer sab¨ªa sobre los riesgos del tabaco y en si la compa?¨ªa tuvo alguna influencia en su decisi¨®n de fumar o de dejar de fumar. 'Sin embargo, parece que la decisi¨®n se ha tomado en funci¨®n de asuntos m¨¢s generales en torno al consumo de tabaco que no deber¨ªan decidirse en demandas como estas', a?adi¨®.
Hay sin embargo un conflicto legal pendiente que puede jugar en beneficio de la industria: una sentencia reciente del Tribunal Supremo de California establece que las compa?¨ªas no pueden ser condenadas por pruebas que se basen en su comportamiento entre 1988 y 1997, cuando estaba vigente una ley estatal que blindaba su responsabilidad civil en este tipo de demandas. Los abogados de las empresas tratar¨¢n de usar esa sentencia para obligar a repetir los juicios de los consumidores en los tribunales inferiores, incluido el que termin¨® ayer.
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