Descubren la primera especie de mam¨ªfero carn¨ªvoro, que habit¨® hace 130 millones de a?os
Este mam¨ªfero parecido a un perro grande pone en duda la teor¨ªa del dominio de los dinosaurios sobre la Tierra
El primer mam¨ªfero carn¨ªvoro que habit¨® la Tierra era del tama?o de un perro grande, con un aspecto similar al demonio de Tasmania y los dientes y las patas de un reptil. El Repenomamos giganticus, como lo han bautizado los cient¨ªficos, vivi¨® hace 130 millones de a?os, 65 millones de a?os antes de la extinci¨®n de los dinosaurios, momento en el que hasta ahora se cre¨ªa que hab¨ªan aparecido los primeros mam¨ªferos grandes. Seg¨²n publica la la revista cienf¨ªtica Nature, el hallazgo de este mam¨ªfero por parte de un grupo compuesto por investigadores de la Academia de las Ciencias de China y del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York (Estados Unidos) pone en duda la teor¨ªa de que los dinosaurios tuvieran el dominio absoluto de la Tierra. Precisamente porque parece que pudo alimentarse de dinosaurios.
Hasta ahora, hab¨ªa prevalecido la creencia de que los mam¨ªferos primitivos se asemejaban a ratones y ratas que se escurr¨ªan de entre las patas de los temidos dinosaurios para no ser engullidos. Sin embargo, el Repenomamos giganticus, cuyos restos f¨®siles han sido descubiertos en la provincia china de Liaoning, al norte del pa¨ªs, med¨ªa m¨¢s de un metro de largo y ten¨ªa un aspecto similar al conocido como demonio de Tasmania, un marsupial que vive actualmente en esa isla australiana.
Su considerable talla permite pensar que este mam¨ªfero pudo haberse enfrentado de t¨² a t¨² con dinosaurios peque?os para conseguir comida o dominar un territorio, seg¨²n sus descubridores del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York y de la Academia de las Ciencias de China. La dieta del Repenomamos giganticus consist¨ªa probablemente en plantas y carne, por lo que no se descarta que incluyera tambi¨¦n en su men¨² a estos dinosaurios de un tama?o asequible con los que pod¨ªa pelear. De hecho, sus dientes y mand¨ªbulas fueron probablemente lo bastante fuertes para capturar y matar presas vivas.
Un dinosaurio beb¨¦ en el est¨®mago
Los cient¨ªficos ya hallaron anteriormente restos de un dinosaurio beb¨¦ de la especie Psittacosaurus en el est¨®mago de un pariente de talla menor del giganticus, un Repenomamos robustus, cuyo esqueleto se encontr¨® en la misma provincia china y que es un 50% m¨¢s peque?o que el de sus primos m¨¢s cercanos. El descubrimiento del giganticus "permite esbozar una imagen totalmente diferente de muchos animales que coexistieron con los dinosaurios", declara a Nature el doctor Meng Jin, uno de los responsables del hallazgo.
La teor¨ªa m¨¢s extendida hasta el momento apuntaba que los mam¨ªferos coet¨¢neos a los dinosaurios eran peque?os, com¨ªan principalmente insectos y cazaban de noche para evitar encontrarse con los temibles dominadores de la Tierra. En ese sentido, se ha cre¨ªdo hasta ahora que no fue hasta la extinci¨®n de esos animales gigantescos, hace 65 millones de a?os, que aparecieron los primeros mam¨ªferos de tallas m¨¢s significativas.
Esas hip¨®tesis pueden cambiar al tener conocimiento de la existencia del Repenomamos giganticus, que ten¨ªa adem¨¢s algunas caracter¨ªsticas de los reptiles, como dientes largos y afilados y patas cortas. Los cient¨ªficos desarrollar¨¢n ahora una r¨¦plica de ese ejemplar parecido al demonio de Tasmania, que formar¨¢ parte de una exposici¨®n que se inaugurar¨¢ el pr¨®ximo mes de mayo en el Museo neoyorquino de Historia Natural.
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