Los acusados por el fraude de las gasolineras pactan una condena de entre 15 y 21 meses de c¨¢rcel
Los imputados deber¨¢n pagar adem¨¢s 2,11 millones de euros por las cantidades defraudadas
Los 35 imputados en el caso del fraude de las gasolineras, acusados en 1998 de manipular los surtidores para servir menos gasolina de la pagada, han aceptado un acuerdo que les condena a entre 15 y 21 meses de prisi¨®n y a pagar 2,11 millones de euros por las cantidades defraudadas, seg¨²n ha informado hoy la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU).
La modificaci¨®n de las conclusiones definitivas por parte del fiscal fueron aceptadas ayer por las partes; los imputados se declaran as¨ª culpables y aceptan las penas que se proponen por estafa y delitos relativos al mercado y los consumidores, seg¨²n explic¨® la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios en un comunicado. El importe total de la cantidad que deben pagar los condenados, en concepto de cantidades ileg¨ªtimamente defraudadas, asciende a 2.114.587,78 euros.
El esc¨¢ndalo salt¨® el 12 de enero de 1998 cuando la OCU public¨® un estudio que demostraba que tres de cada diez gasolineras de la comunidad de Madrid engana?aban a sus clientes. De las 21 estaciones de servicio inspeccionadas, seis suministraron entre un 4,3% y un 7% menos combustible del que hab¨ªan cobrado.
M¨¢s tarde se comprob¨® que las seis estaciones de servicio que practicaban el fraude pertenec¨ªan al mismo grupo empresarial, vinculado a la familia Villanueva, que en uni¨®n con otros empresarios asociados, controla unas 50 estaciones de servicio en Madrid y otras regiones, como Castilla-La Mancha y Murcia.
El caso lleg¨® a la Audiencia Nacional en 2002 despu¨¦s de que la Audiencia Provincial de Madrid estimara que ese era el tribunal competente por haber un amplio colectivo de perjudicados en varias provincias espa?olas -Madrid, Toledo y Albacete- en las que operaban las estaciones de servicio del grupo Villanueva.
Surtidores fraudulentos
En la investigaci¨®n que se sigui¨® por este caso se comprob¨® que en los surtidores se hab¨ªa incorporado un mecanismo que se colocaba rompiendo esos precintos legales y que alteraba la cadencia del transmisor de impulsos, con lo que el contador marcaba un 5 por ciento m¨¢s de combustible del que realmente se hab¨ªa suministrado.
Durante el juicio, los imputados declararon que el mecanismo era para contabilizar los litros suministrados en casos de cortes de luz, a pesar de que hab¨ªa en el mercado dispositivos fiables para cuantificar la gasolina en esas circunstancias.
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