El Supremo de EE UU frustra el intento de Bush por ilegalizar la eutanasia en Oreg¨®n
La decisi¨®n avala la tomada en mayo de 2004 por un tribunal federal
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha frustrado hoy, por seis votos contra tres, el intento de la administraci¨®n Bush de impedir a los m¨¦dicos practicar la eutanasia en el Estado de Oreg¨®n, el ¨²nico del pa¨ªs que tiene en vigor una ley que autoriza al suicidio asistido. Entre los que han votado en contra se encuentra el nuevo presidente del alto tribunal, John Roberts. Al margen del derecho a morir dignamente, el caso es de gran relevancia, ya que enfrentaba el poder del Gobierno federal de interpretar las leyes sobre Sanidad en el pa¨ªs contra la autoridad de los estados para regular la pr¨¢ctica de la medicina en sus jurisdicciones.
Los magistrados interpretan con esta decisi¨®n, que supone un apoyo impl¨ªcito a la ley sobre eutanasia del Estado de Oreg¨®n, que el Gobierno de Washington no tiene poder para perseguir mediante una ley federal a los doctores que participen en suicidios asistidos al amparo de esta ley.
Los tres jueces del Supremo que se han pronunciado en contra esta decisi¨®n son los m¨¢s conservadores de esta corte, los magistrados Antonin Scalia, Clarence Thomas y su presidente, John Roberts. La sentencia confirma la dictada en mayo de 2004 por un tribunal federal. Entonces, la decisi¨®n se interpret¨® tambi¨¦n como una victoria de la filosof¨ªa federalista de descentralizaci¨®n del poder, ya que los magistrados no se pronunciaron sobre la moralidad de la ley sino que se limitaron a afirmar que el Departamento de Justicia se hab¨ªa extralimitado en sus atribuciones.
"Muerte con dignidad"
La ley, denominada Ley de la Muerte con Dignidad, fue aprobada dos veces en refer¨¦ndum por los ciudadanos del Estado y ha sido usada en 220 casos de enfermos terminales desde que entr¨® en vigor en 1997. El caso se remonta a 2001, cuando el entonces fiscal general (cargo equivalente en Espa?a a ministro de Justicia), John Ashcroft, intent¨® vaciarla de contenido al ordenar castigos para los m¨¦dicos que recetaran f¨¢rmacos letales. Pero en 2002 la Justicia dio la raz¨®n al Estado y anul¨® la normativa del ultraconservador titular de Justicia.
En una decisi¨®n que representa un duro golpe contra el Gobierno del presidente George W. Bush, los magistrados del Supremo determinan que Ashcroft se extralimit¨® en sus competencias al emitir la orden, que seg¨²n el Supremo ni era legal ni se pod¨ªa poner en pr¨¢ctica. La ley permite a los adultos a los que queden menos de seis meses de vida solicitar f¨¢rmacos letales a sus m¨¦dicos. Eso s¨ª, al menos dos de los doctores tienen que certificar que los pacientes est¨¢n en posesi¨®n de sus plenas facultades mentales.
La dosis, recetada por un m¨¦dico, se la tiene que administrar el propio enfermo. En su orden, Ashcroft declar¨® que la eutanasia no es un fin m¨¦dico leg¨ªtimo dentro de la ley federal de Sustancias Controladas y que prescribir esos medicamentos para ese fin violaba la normativa del pa¨ªs. La orden amenazaba a los m¨¦dicos que recetaran esas sustancias con la retirada del permiso para emitir recetas. Al redactar la opini¨®n de la mayor¨ªa del Supremo, el juez Anthony Kennedy indica que la ley federal no permite que el ministro de Justicia proh¨ªba la prescripci¨®n de esos medicamentos si una ley estatal la autoriza.
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