El arzobispo de Varsovia dimite tras conocerse sus lazos con el r¨¦gimen comunista
Stanislaw Wielgus, acusado de haber colaborado con la polic¨ªa pol¨ªtica, ha renunciado el mismo d¨ªa de su investidura
El nuevo arzobispo de Varsovia, Stanislaw Wielgus, ha presentado hoy su renuncia al cargo, para el que fue nombrado recientemente, tras descubrirse hace unos d¨ªas que fue colaborador de la polic¨ªa secreta durante el r¨¦gimen comunista. La dimisi¨®n ha llegado a petici¨®n del Vaticano, que la considera la salida m¨¢s digna teniendo en cuenta que Benedicto XVI nombr¨® a Wielgus hace s¨®lo un mes. El arzobispo, de 67 a?os, ha presentado su dimisi¨®n en el mismo d¨ªa en el que iba a celebrarse su investidura solemne como pastor de Varsovia en la catedral de la capital polaca.
“De acuerdo con la ley can¨®nica, entrego a su Santidad [el Papa Bendicto XVI] mi dimisi¨®n como arzobispo metropolitano de Varsovia”, ha le¨ªdo Wielgus, que el pasado viernes confes¨®, tras reiteradas negativas, que hab¨ªa sido agente del espionaje y hab¨ªa colaborado con la polic¨ªa del r¨¦gimen comunista polaco antes de su ca¨ªda. La informaci¨®n sobre su participaci¨®n en la represi¨®n comunista hab¨ªa salido a la luz a principios de diciembre.
Cientos de fieles de la poderosa Iglesia polaca se han concentrado esta ma?ana a las puertas de la catedral de Varsovia en apoyo de Wielgus, al que gritaban “Qu¨¦date con nosotros”, una frase que siempre dedicaban al anterior Papa, Juan Pablo II. No obstante, la misi¨®n diplom¨¢tica vaticana en Polonia ha aclarado que la dimisi¨®n de Wielgus se ha producido a petici¨®n del Vaticano y en aplicaci¨®n de las leyes de la iglesia, que especifican que un alto cargo debe dimitir si no es “capaz de ejercer debidamente su ministerio”. Es m¨¢s, el Vaticano considera que la dimisi¨®n de Wielgus es una “soluci¨®n adecuada”.
Sin embargo, el Vaticano ha denunciado una suerte de venganza contra la Iglesia polaca por parte de sus antiguos “perseguidores”. El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, ha dicho esta ma?ana que “la actual ola de ataques contra la Iglesia Cat¨®lica en Polonia, despu¨¦s de tantos a?os del fin del r¨¦gimen comunista, m¨¢s que un sincero af¨¢n de transparencia, tiene el aspecto de una extra?a alianza entre sus perseguidores del pasado y otros de sus adversarios”. Es de suponer que se refer¨ªa a los comunistas cuando hablaba de “perseguidores”, ya que ha explicado que los ataques parec¨ªan una “venganza de parte de los antiguos perseguidores, vencidos por la fe y la voluntad de libertad del pueblo polaco”.
Apoyo hasta el final
El pasado 6 de diciembre, Wielgus fue nombrado arzobispo por Benedicto XVI en una ceremonia especial en la catedral de Varsovia, en sustituci¨®n del cardenal Jozef Glemp, uno de los hombres fuertes de la lucha contra el comunismo en Polonia. Ahora Glemp reasumir¨¢ temporalmente su antiguo cargo.
Documentos del Instituto de la Memoria Nacional, que gestiona los archivos de los servicios secretos, no dejan ninguna duda sobre los lazos del prelado con la polic¨ªa pol¨ªtica, seg¨²n extractos publicados por los medios polacos. Sin embargo, el ya dimitido arzobispo neg¨® las acusaciones ?con el apoyo del Papa- hasta hace dos d¨ªas, cuando se conocieron las conclusiones de la Comisi¨®n de Historia del Vaticano, encargada de llevar a cabo la verificaci¨®n de las biograf¨ªas de los religiosos. Tras analizar los documentos en cuesti¨®n, fue contundente: La colaboraci¨®n de Wielgus fue no solamente incuestionable, sino totalmente consciente y voluntaria.
Para el presidente Lech Kaczynski, que, junto con su hermano, el primer ministro Jaroslaw, es uno de los principales abanderados de la lucha por eliminar a los ex confidentes y esp¨ªas comunistas de la vida p¨²blica, la investidura de Wielgus como metropolitano de Varsovia era inaceptable y de ah¨ª los esfuerzos encaminados a impedirla. Seg¨²n un sondeo, el 67% de los polacos tambi¨¦n considera que Wielgus no deb¨ªa tomar posesi¨®n del cargo.
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