Los menores ignoran su grado de desprotecci¨®n en Internet

Pertenecer a una red social implica tener un perfil m¨¢s o menos p¨²blico donde hacer un diario sobre estados de ¨¢nimo, viajes, amigos... y completarlo con fotos, v¨ªdeos y comentarios. La estructura de informaci¨®n que esto genera alcanza una magnitud de la que no todos los usuarios son conscientes: El 43% tiene configurado su perfil de forma que todo el mundo puede verlo. Estas sociedades cibern¨¦ticas han enganchado ya a casi la mitad de los internautas en Espa?a. Facebook, Tuenti, MySpace y compa?¨ªa se han convertido en las redes sociales m¨¢s demandada por sus casi ocho millones de usuarios para compartir o subir fotos (el 71% utiliza esta aplicaci¨®n), enviar mensajes privados (62%), comentar fotos de amigos (55%) y cotillear (46%).

Los riesgos a los que est¨¢n expuestos los usuarios de las redes, el 70% menores de 35 a?os, han sido recogidos en un estudio elaborado por la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos (AEPD) y el Instituto Nacional de Tecnolog¨ªas de la Comunicaci¨®n (INTECO), dependiente del Ministerio de Industria. Ambas organizaciones han querido alertar sobre los peligros en relaci¨®n a la privacidad de datos personales y seguridad de la informaci¨®n en redes sociales y ofrecer algunas recomendaciones para todos los implicados.

"El 37% de los usuarios tiene m¨¢s de 50 contactos, pero ?cu¨¢nta gente tiene m¨¢s de 50 amigos?" Enrique Mart¨ªnez, director de Inteco, explica esto en relaci¨®n al crecimiento exponencial de las redes, cuyos adeptos en todo el mundo aumentaron un 21% entre 2007 y 2008 hasta alcanzar los 272 millones. El control de tal n¨²mero de usuarios es muy complicado, sobre todo porque dos de las redes de m¨¢s ¨¦xito en Espa?a, Facebook y Tuenti, no llegan a los tres a?os desde su creaci¨®n, y menos a¨²n desde que realmente han comenzado a implantarse de forma masiva. A¨²n as¨ª, Artemi Rallo, director de la AEPD, resalt¨® durante la presentaci¨®n del estudio que ya les ha llegado la primera denuncia por suplantaci¨®n de personalidad en una red social, uno de los riesgos a los que pueden enfrentarse los usuarios. Este problema, afirm¨® Rallo, puede ser menos importante cuando se trata de personas famosas, pero se agrava en el entorno escolar.

Darse de baja tambi¨¦n puede complicarse: "As¨ª como el acceso es ciertamente f¨¢cil", apunt¨® Rallo, "la suspensi¨®n de la cuenta puede plantear confusi¨®n porque a veces puede no implicar la eliminaci¨®n de toda la informaci¨®n del usuario".

Los menores de edad son los usuarios m¨¢s activos de las redes. Y tambi¨¦n los m¨¢s vulnerables. Aunque el 77% tiene un perfil p¨²blico, el 59% no sabe hasta qu¨¦ punto lo es. Adem¨¢s, por ley, los menores de 14 a?os no pueden dar ninguna informaci¨®n y no existe ninguna forma en la Red para controlar efectivamente la edad de los usuarios.

La propiedad intelectual es tambi¨¦n un asunto comprometido. En la mayor¨ªa de las redes, el contrato que se establece incluye la adquisici¨®n de los derechos de lo que en ella se publique, pero lo complicado y poco probable es que los usuarios lean este contrato: "A m¨ª, que soy licenciado en Derecho, me llevar¨ªa unas tres horas leer el contrato detenidamente; al usuario medio de una red imag¨ªnese", dijo Rallo. Por esto ayer se inst¨® a las redes a cambiar estas f¨®rmulas de contrato por otras con un mensaje m¨¢s comprensible y en el idioma correspondiente, ya que a veces s¨®lo est¨¢ disponible en ingl¨¦s.

En el estudio se recomienda un mayor control de los datos personales, que en muchos casos quedan indexados en los buscadores por lo que son accesibles al total de los internautas. Defendieron tambi¨¦n un cambio en las configuraciones de los perfiles, que en muchos casos se encuentran por defecto en el nivel de mayor publicidad.

La principal fuente de financiaci¨®n de las redes sociales es la publicidad, que supone el 86% de sus ingresos. ?ste es otro problema, porque en la mayor¨ªa de los casos la publicidad est¨¢ demasiado contextualizada, y eso se debe a que el sistema indaga en el perfil del usuario para conocer sus gustos y preferencias a trav¨¦s de cookies.

El objetivo del estudio es evitar los posibles delitos como suplantaci¨®n de personalidad, ciberacoso o introducci¨®n de virus, y alertar a los usuarios, directivos de las redes sociales, etc¨¦tera, sobre estos riesgos y las necesidades de adaptarse a los cambios sociales dentro de la Red.