Canibalismo gal¨¢ctico
La fusi¨®n de galaxias, motor de la evoluci¨®n en el universo
Galaxia, una palabra que todos hemos o¨ªdo m¨¢s de una vez ya sea en pel¨ªculas o documentales, y sin embargo, ?sabemos realmente lo que es? Una galaxia no es m¨¢s que un conjunto de estrellas. De este modo, todas las estrellas que podemos apreciar en el cielo nocturno sin necesidad de telescopio pertenecen a nuestra galaxia, la V¨ªa L¨¢ctea. Una galaxia de talla media, como la nuestra, suele tener del orden de cientos de millones de soles. ?Que cuantas galaxias hay? Dif¨ªcil responder porque no siempre es posible detectar las m¨¢s distantes, pero en un ¨¢rea del cielo del tama?o de la luna llena es posible hallar del orden de medio mill¨®n de estas.
Ahora bien, ?son todas iguales? La respuesta es evidentemente no, de lo contrario ser¨ªa demasiado sencillo y los astr¨®nomos tendr¨ªamos poco trabajo. Las galaxias, como las estrellas, tienen diferentes tama?os, masas y tambi¨¦n formas. S¨ª, formas. Cuando uno piensa en una galaxia suele tener en mente una espiral como aquella que se hiciera famosa por las pel¨ªculas de la Guerra de las galaxias. Pero eso no es m¨¢s que un tipo de galaxia que denominamos galaxia espiral. En ellas, las estrellas est¨¢n en continua rotaci¨®n en torno al centro y la gran cantidad de gas que contienen permite que nuevas estrellas est¨¦n naciendo continuamente. Sin embargo, existen tambi¨¦n galaxias el¨ªpticas. ?stas, como su nombre indica tienen una forma ovoide, y las estrellas, en lugar de girar ordenadamente se mueven aleatoriamente en todas las direcciones como si fueran part¨ªculas en un gas. Adem¨¢s, en estas galaxias, pr¨¢cticamente no nacen estrellas, lo que provoca un envejecimiento progresivo de la poblaci¨®n, similar al experimentado por las sociedades del primer mundo durante los ¨²ltimos a?os.
Observar una galaxia como la nuestra cuando el universo ten¨ªa la mitad de su edad actual, es como observar una moneda de un euro a cinco kil¨®metros de distancia
La 'Clasificaci¨®n de Hubble'
El astr¨®nomo Edwin Hubble, quien descubri¨® las galaxias por primera vez en los a?os 20 y que posteriormente dio nombre al famoso telescopio espacial, hizo una clasificaci¨®n conocida bajo el nombre de Clasificaci¨®n de Hubble, que separa precisamente las galaxias en diferentes tipos seg¨²n la forma. Si miramos en el vecindario de nuestra V¨ªa L¨¢ctea, en torno al 25% de las galaxias son el¨ªpticas mientras que el 75% son de tipo espiral. Tan solo un 1% presenta una forma irregular que no entra en la clasificaci¨®n.
La pregunta que os estar¨¦is haciendo ahora es: ?por qu¨¦ hay diferentes tipos? ?c¨®mo se forman? Pues bien, ¨¦stas son precisamente algunas de las preguntas que nos hacemos los astr¨®nomos y a las que intentamos hallar una respuesta.
Tenemos un punto a nuestro favor: la velocidad de la luz es finita y por lo tanto para remontar el tiempo y ver c¨®mo eran las cosas antes nos es suficiente con mirar lejos y ver qu¨¦ formas ten¨ªan las galaxias en el pasado y as¨ª intentar entender c¨®mo se formaron. Sin embargo, cuanto m¨¢s lejos nos vamos, m¨¢s peque?a es la talla aparente de la galaxia y por lo tanto m¨¢s dif¨ªcil es determinar su forma. Observar una galaxia como la nuestra cuando el universo ten¨ªa la mitad de su edad actual, es equivalente a observar una moneda de un euro a cinco kil¨®metros de distancia. De ah¨ª que sean necesarios instrumentos en el espacio como el telescopio espacial Hubble o t¨¦cnicas de correcci¨®n atmosf¨¦rica, como la ¨®ptica adaptativa.
Las galaxias irregulares aumentan al remontar el tiempo
A pesar de estas dificultades, empezamos a tener algunas ideas de lo que ocurri¨® y puede seguir ocurriendo en nuestro universo. Sabemos que a medida que remontamos el tiempo, el n¨²mero de galaxias irregulares aumenta considerablemente, como si todav¨ªa no hubieran adquirido su forma definitiva. Es m¨¢s, encontramos tambi¨¦n galaxias fusion¨¢ndose entre s¨ª, lo que parece indicar que las galaxias actuales se formaron por fusiones sucesivas de peque?as entidades. Por ejemplo, simulaciones realizadas gracias a la potencia de c¨¢lculo de los ordenadores de hoy en d¨ªa parecen indicar que la colisi¨®n de dos galaxias espirales puede generar una galaxia el¨ªptica. Esto no es todo, otros mecanismos violentos como vientos causados por explosiones de estrellas o agujeros negros permiten de igual modo frenar el nacimiento de estrellas. Pero eso es otra historia...
?Y nuestra V¨ªa L¨¢ctea? ?Ha experimentado o experimentar¨¢ este canibalismo gal¨¢ctico? Sabemos que en este mismo momento est¨¢ absorbiendo peque?as galaxias sat¨¦lite como las nubes de Magallanes, apreciables a simple vista desde el hemisferio Sur. No son m¨¢s que interacciones menores con poca repercusi¨®n para nuestro Sistema Solar. Sin embargo, es posible que en un futuro nos fusionemos con nuestra gran vecina Andr¨®meda, transform¨¢ndonos quiz¨¢s en una galaxia el¨ªptica. Pero, tranquilos, de ocurrir esto, ser¨¢ dentro de mucho, mucho tiempo, cuando nuestro Sol ya haya pasado a mejor vida.
Marc Huertas-Company es investigador del ESO (European Southern Observatory)
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