El universo en nuestras manos
El impacto de Internet en la forma de investigar y divulgar en Astronom¨ªa
Internet es un medio excelente para comunicarse y compartir informaci¨®n a nivel mundial. Este hecho da la clave para entender el enorme impacto que las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n han tenido en campos como la divulgaci¨®n cient¨ªfica. La Astronom¨ªa es una ciencia atractiva para el p¨²blico y sencilla de divulgar, lo que ha hecho que haya una gran cantidad de recursos astron¨®micos accesibles a trav¨¦s de la Red de redes. Cualquier concepto astron¨®mico est¨¢ al alcance de un click gracias a enciclopedias como Wikipedia. Buscadores como Google, Yahoo o Altavista proporcionan acceso de manera inmediata a im¨¢genes espectaculares de planetas, estrellas y galaxias. Blogs editados por astr¨®nomos profesionales permiten que los lectores puedan escribir sus comentarios y de esta forma establecer un di¨¢logo con el autor. Existen numerosos foros y chats de Astronom¨ªa en los que compartir dudas y experiencias con personas afines. Igualmente son frecuentes las transmisiones "en tiempo real" de fen¨®menos espectaculares, como eclipses totales de Sol. Estas son algunas de las posibilidades que para la divulgaci¨®n de la Astronom¨ªa nos ofrece Internet, posibilidades que se han visto potenciadas gracias a la aparici¨®n de la Web 2.0 y las nuevas redes sociales tipo Facebook.
S¨ª, sin lugar a dudas, la Astronom¨ªa est¨¢ hoy mucho m¨¢s cerca de la sociedad, pero, ?qu¨¦ ha supuesto Internet para la Astronom¨ªa profesional?
El Observatorio Virtual
Internet ha sido una herramienta fundamental para la investigaci¨®n astron¨®mica desde sus or¨ªgenes hace m¨¢s de treinta a?os, cuando no era m¨¢s que una forma rudimentaria de comunicaci¨®n. Y esto se debe sin lugar a dudas a uno de los aspectos que diferencian la Astronom¨ªa de otras disciplinas cient¨ªficas: el libre acceso a los datos obtenidos en observatorios tanto terrestres como espaciales, tras un corto periodo de privacidad. A trav¨¦s de la Red es posible acceder a informaci¨®n, generalmente centralizada en los llamados archivos astron¨®micos, sin pr¨¢cticamente coste ni esfuerzo. ?Qu¨¦ lejos quedan ya los tiempos en los que hab¨ªa que grabar los datos en cintas enormes (de las que se ven en las pel¨ªculas de ciencia-ficci¨®n de los a?os 60) y enviarlas por correo al investigador!
Entonces, ?quiere esto decir que se ha llegado al estado ideal en lo que se refiere al acceso y an¨¢lisis de datos? Ni mucho menos. Veamos a continuaci¨®n cu¨¢les son algunos de los problemas a los que se tiene que enfrentar un t¨ªpico astr¨®nomo usuario de archivos astron¨®micos.
?D¨®nde est¨¢n los datos que me interesan?
Supongamos que tengo un escape de agua en casa. Me han dado el n¨²mero de un fontanero y me dispongo a llamarlo. De repente me asalta una duda. ?Habr¨¢ alg¨²n otro mejor, m¨¢s r¨¢pido y m¨¢s barato? Una posible soluci¨®n: consultar alguno de los servicios de p¨¢ginas amarillas que existen en la actualidad.
Algo similar ocurre en Astronom¨ªa. El investigador necesita conocer qu¨¦ archivos contienen datos que puedan ser ¨²tiles para su trabajo. En otras palabras, se necesita un sistema de p¨¢ginas amarillas para astr¨®nomos.
Ya s¨¦ donde est¨¢n, ?c¨®mo los transfiero a mi ordenador?
Es cada vez mayor el n¨²mero de personas que utilizan Internet para realizar compras, solicitar cita con el m¨¦dico o inscribirse en una competici¨®n deportiva, por poner algunos ejemplos. En todos estos casos es necesario un periodo de aprendizaje para saber c¨®mo funciona el servicio y c¨®mo conseguir la informaci¨®n que vamos buscando. Lo mismo sucede cuando se utilizan archivos astron¨®micos en los que existen una gran variedad de formularios de consulta y pol¨ªtica de acceso.
Ya tengo todos los datos en mi ordenador, ?y ahora qu¨¦?
Una vez llegado a este punto el astr¨®nomo est¨¢ en el nivel en el que tiene todas las piezas del puzzle pero debe montarlas. Esta operaci¨®n puede llegar a ser realmente complicada ya que los archivos astron¨®micos proporcionan informaci¨®n muy heterog¨¦nea y el n¨²mero de piezas del puzzle puede llegar a ser realmente grande (baste decir que el volumen de informaci¨®n contenida en todos los archivos astron¨®micos alcanzar¨¢ en los pr¨®ximos a?os el nivel del Petabyte, esto es, mil millones de Megabytes).
La soluci¨®n
El Observatorio Virtual es una iniciativa internacional que surgi¨® hacia el a?o 2000 (y en la que Espa?a participa desde 2004) que tiene como principal objetivo el resolver todos estos problemas. Gracias a este proyecto el investigador cuenta con las herramientas necesarias para poder extraer informaci¨®n de enorme inter¨¦s, oculta durante a?os en los archivos astron¨®micos. Baste citar como ejemplo Albus-1, una estrella relativamente brillante, presente en diferentes archivos y cat¨¢logos desde el siglo XIX. No fue, sin embargo, hasta 2007 cuando, gracias al Observatorio Virtual, se descubri¨® que Albus-1 era un objeto extraordinariamente raro y, por lo tanto, de enorme inter¨¦s para la investigaci¨®n astron¨®mica.
A¨²n dando todav¨ªa sus primeros pasos, el Observatorio Virtual se ha convertido ya en una herramienta b¨¢sica para la investigaci¨®n astron¨®mica basada en archivos.
Enrique Solano M¨¢rquez es investigador principal del proyecto Observatorio Virtual Espa?ol
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.