El cielo al alcance de todos
Consejos para iniciarse en la observaci¨®n del firmamento como aficionado
El cielo estrellado en una noche despejada atrae la atenci¨®n de cualquier persona. ?Qui¨¦n no ha mirado alguna vez las estrellas despu¨¦s de una puesta de Sol? El firmamento estrellado ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (la organizaci¨®n de la ONU que promueve la colaboraci¨®n internacional en la educaci¨®n, la ciencia y la cultura) y del cielo nocturno puede disfrutar cualquier ser humano, independientemente de su nacionalidad, religi¨®n, g¨¦nero, cultura, estudios o ideolog¨ªa pol¨ªtica.
Pero, ?c¨®mo iniciarse en esto de ver las estrellas? Muchas veces se acude a una ¨®ptica a comprar un telescopio pensando que de esta manera se van a poder descubrir las maravillas que nos muestran los peri¨®dicos, libros y p¨¢ginas web. Sin embargo, este ilusionante paso suele ser un gran error.
Imaginemos por un momento el firmamento estrellado como una gran b¨®veda a la que est¨¢n adheridos los astros, como lo hacen las estrellas de mar en los acuarios. Un telescopio, por peque?o que sea, normalmente no abarca un campo de visi¨®n mucho m¨¢s grande que el ¨¢rea que cubre sobre el cielo la yema de un dedo con el brazo estirado. Ese min¨²sculo espacio que podemos ver a trav¨¦s de un telescopio hace muy dif¨ªcil encontrar objetos llamativos al alcance del instrumento reci¨¦n adquirido, si no sabemos donde est¨¢n los objetos interesantes. El firmamento no es una sucesi¨®n de planetas, galaxias, cometas, etc..., f¨¢ciles de localizar. En la b¨®veda celeste encontramos m¨¢s bien grandes zonas vac¨ªas de objetos de inter¨¦s para peque?os telescopios.
Comencemos con unos prism¨¢ticos
Para evitar la desilusi¨®n de no encontrar nada, la primera sugerencia es comprar unos buenos prism¨¢ticos y, desde un lugar oscuro, escudri?ar con ellos la V¨ªa L¨¢ctea. Esta idea es perfecta para el verano, pues entonces la V¨ªa L¨¢ctea recorre la b¨®veda celeste desde el sur hasta el norte como si de una cicatriz lechosa se tratara. Al mirar con los prism¨¢ticos, descubriremos que nuestra galaxia se compone de mir¨ªadas de estrellas que forman incre¨ªbles campos estelares... y alguna que otra sorpresa, que te invito a descubrir. Adem¨¢s, unos buenos prism¨¢ticos nos acompa?ar¨¢n toda la vida aunque despu¨¦s adquiramos la experiencia necesaria para usar un telescopio. Es recomendable apoyar los prism¨¢ticos fijamente en un coche o un muro, o mejor aun, fijarlos a un tr¨ªpode, para obtener im¨¢genes n¨ªtidas y quietas.
Una vez que nos hemos asomado con los prism¨¢ticos a los tesoros que guarda el firmamento, ?c¨®mo podemos encontrar esos objetos interesantes? La mejor opci¨®n es compartir la experiencia de otros aficionados, por lo que la siguiente sugerencia es localizar la asociaci¨®n de aficionados m¨¢s pr¨®xima al lugar de residencia. En el mundillo de los astr¨®nomos aficionados normalmente hay una fant¨¢stica predisposici¨®n a compartir experiencias y equipos con los reci¨¦n llegados.
Otra alternativa son las numerosas p¨¢ginas de Internet, los libros o las revistas especializadas. En todas esas fuentes encontraremos mucha informaci¨®n sobre los diversos temas que abarca la Astronom¨ªa y mapas del cielo que nos se?alar¨¢n la posici¨®n de objetos interesantes. Para empezar tenemos la Luna, J¨²piter (del que con unos prism¨¢ticos de 11 aumentos podremos distinguir cuatro sat¨¦lites) y objetos que no pertenecen al Sistema Solar y que son visibles seg¨²n qu¨¦ estaci¨®n. Con el mapa de una revista o un planisferio (que se puede adquirir en librer¨ªas), propongo encontrar en primavera el racimo de estrellas hermanas de Coma Berenices o el Pesebre (M44); en verano, la guarder¨ªa de estrellas La Laguna (M20) o el c¨²mulo de estrellas M22. En oto?o, la galaxia de Andr¨®meda (M31); en invierno, el grupo de estrellas hermanas Pl¨¦yades (M45) y la guarder¨ªa de estrellas de Ori¨®n (M42).
Casi todos estos objetos tienen una M en su denominaci¨®n m¨¢s t¨¦cnica porque pertenecen al cat¨¢logo de Messier. Los objetos Messier son un grupo de objetos astron¨®micos catalogados por el astr¨®nomo franc¨¦s Charles Messier en su Cat¨¢logo de Nebulosas y C¨²mulos Estelares, que se public¨® originalmente en 1771. Messier centraba su inter¨¦s en encontrar cometas, por lo que cre¨® una lista de objetos descubiertos por ¨¦l mismo que parec¨ªan ser cometas pero que no lo eran. La compilaci¨®n de esa lista, en colaboraci¨®n con su asistente Pierre M¨¦chain, se conoce como cat¨¢logo Messier. La primera edici¨®n del cat¨¢logo incluy¨® 45 objetos, posteriormente Messier ampli¨® la lista hasta 103. No obstante, otros astr¨®nomos usaron las notas de Messier para completar una lista con 110 objetos.
Disfrutar¨¢s mucho de todos estos objetos tan llamativos, tanto m¨¢s cuanto m¨¢s nos alejemos de la luz de las farolas o de lugares con alta contaminaci¨®n lum¨ªnica.
Si no es posible alejarse a zonas oscuras, la Luna es una fant¨¢stica alternativa. F¨¢cil de localizar con prism¨¢ticos, estos ofrecen suficiente aumento como para poder apreciar en nuestro sat¨¦lite multitud de cr¨¢teres, monta?as y valles. Como adem¨¢s la Luna va cambiando su fase cada noche, en su superficie los accidentes geogr¨¢ficos var¨ªan mucho de apariencia de una noche a otra. Aconsejo observar la Luna varias noches seguidas para contemplar el baile de sombras de las monta?as m¨¢s altas sobre las planicies de los mares lunares u observar c¨®mo por el borde oscuro de la Luna se asoman algunos cr¨¢teres que no ser¨¢n enteramente visibles hasta la noche siguiente.1 ?Podremos resistirnos?
?Cuidado con las observaciones del Sol!
Un ¨²ltimo consejo es no mirar jam¨¢s al Sol ni con el ojo desnudo, gafas de sol, prism¨¢ticos o telescopios por el alt¨ªsimo riesgo que se corre de perder la visi¨®n. Por favor, cuidado siempre con el Sol. Hay que aprender a observar nuestra estrella acompa?ado por alguna persona, profesional o aficionado, con experiencia. Existen telescopios dise?ados espec¨ªficamente para observar el Sol y filtros especiales que se acoplan a los telescopios. Se pueden encontrar en tiendas especializadas o en Internet algunos dispositivos para observar el Sol proyectado en una pantalla, lo cual es ¨²til para detectar la presencia de manchas solares. Parad¨®jicamente, la mejor manera de encontrar y observar el Sol es d¨¢ndole la espalda, obteniendo el perfil de la sombra del instrumento que estamos usando. Una vez localizado el Sol, se proyecta su imagen sobre una pantalla -comprada o casera (formada por un folio blanco rodeado de cartulinas a modo de c¨¢mara oscura)- para disfrutar sin peligro de una observaci¨®n solar.
Alejandro Mendiolagoitia es astr¨®nomo aficionado y miembro de la Agrupaci¨®n Astron¨®mica de Madrid
?C¨®mo elegir unos prism¨¢ticos?
En los prism¨¢ticos, normalmente junto a uno de los oculares aparecen dos n¨²meros con un signo de multiplicar entre ellos, por ejemplo "8 x 30" o "10 x 70": el primer n¨²mero indica cu¨¢ntos aumentos tienen los prism¨¢ticos y el segundo el di¨¢metro del objetivo en mil¨ªmetros. Si dividimos el segundo n¨²mero entre el primero, por ejemplo 70/10=7, obtenemos el di¨¢metro en mil¨ªmetros de la pupila de salida, o sea, el di¨¢metro del haz de luz que sale del ocular. Para elegir unos prism¨¢ticos de uso astron¨®mico es muy conveniente que la pupila de salida tenga aproximadamente el mismo di¨¢metro que la pupila humana, que en la visi¨®n nocturna se dilata hasta 6 o 7 mil¨ªmetros. Siguiendo esta regla, unos prism¨¢ticos 8 x 30 no son ideales, porque su pupila de salida tendr¨ªa algo menos de 4 mm. Unos prism¨¢ticos 7 x 50 o 10 x 50 son mucho mejores para observar el cielo. En este ¨²ltimo caso tendr¨ªamos 10 aumentos, aunque la pupila de salida para algunas personas estar¨ªa en el l¨ªmite inferior (5 mil¨ªmetros) de lo que podemos considerar aceptable.
Otros elementos que hay que tener en cuenta son el peso, el dise?o de los prismas y el tratamiento que el fabricante haya hecho de las lentes para reducir en la medida de lo posible las aberraciones crom¨¢ticas. En las tiendas especializadas os podr¨¢n aconsejar qu¨¦ modelo es el que se adapta a vuestras necesidades. (Benjam¨ªn Montesinos)
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