Batalla campal en Barcelona tras el desalojo de los encerrados en la UB
Decenas de heridos y contusionados en los enfrentamientos con los Mossos
La violencia se adue?¨® este mi¨¦rcoles de las calles del centro de Barcelona a prop¨®sito (o con la excusa de) la oposici¨®n al proceso de Bolonia (homologaci¨®n de t¨ªtulos universitarios en Europa). El desalojo de 50 estudiantes que llevaban cuatro meses encerrados en el rectorado de la Universidad de Barcelona - auspiciado por el rector, D¨ªdac Ram¨ªrez - degener¨® en una oleada de disturbios que se saldaron con decenas de heridos y detenidos. El choque frontal entre manifestantes y mossos comenz¨® a primera hora de la ma?ana y alcanz¨® su apogeo de noche, durante una carga policial contundente e indiscriminada en Via Laietana.
Los incidentes de la ma?ana hab¨ªan encendido los ¨¢nimos. La manifestaci¨®n de la tarde, de hecho, se convoc¨® m¨¢s para protestar por la "represi¨®n policial" que por el desalojo. Unas 2.500 personas, seg¨²n la Guardia Urbana - 5.000, seg¨²n los organizadores - acudieron a la marcha en la plaza de Universitat bajo el lema "La letra con sangre entra". No fue una manifestaci¨®n exclusiva de universitarios contrarios al proceso de Bolnia; se apuntaron personas de toda clase de movimientos sociales, adem¨¢s de okupas, activistas antisistema y redskins.
Los j¨®venes buscaban guerra y la encontraron. Desfilaron hacia las Ramblas a paso ligero y con la cara tapada. En Canaletes, junto a la plaza Catalunya se produjo el primer choque: los manifestantes pretend¨ªan pisar la plaza de Sant Jaume, sede de la Generalitat y el Ayuntamiento, y toparon con una eficaz barrera de antidisturbios. Repelido el primer ataque, los j¨®venes enfilaron hacia la Via Laietana en medio de una presencia policial apabullante. Un helic¨®ptero sobrevol¨® durante toda la noche el cielo de Barcelona.
Pero ni siquiera el despliegue de medios logr¨® evitar los incidentes. En la plaza dels ?ngels, que da acceso a la sede del Gobierno catal¨¢n y del Ayuntamiento, la barrera de antidisturbios no resisti¨® ni dos minutos la presi¨®n de los antisistema, que usaron banderas y palos para intimidar a los mossos. ?stos cargaron sin contemplaciones, los manifestantes se dispersaron hacia las callejuelas de la ciudad vieja y comenz¨® un espect¨¢culo de persecuciones, golpes indiscriminados y, sobre todo, descontrol.
La tensi¨®n fue insoportable para algunos polic¨ªas y manifestantes. Los Mossos, en tensi¨®n por los sucesos de la ma?ana y superados por los acontecimientos, no lograban reagrupar sus fuerzas y se ve¨ªan obligados a dar caza a los protestantes en peque?os grupos. Un caso ilustra el nerviosismo: un anciano que esperaba a ser atendido por una ambulancia lanz¨® un insulto contra los antidisturbios que iban en una furgoneta. ?stos dieron marcha atr¨¢s, abandonaron el veh¨ªculo a toda prisa y agredieron con las porras al hombre.
No fue el ¨²nico exceso de la noche. Una familia de inmigrantes (padre, madre y tres ni?os peque?os) se encontraban cerca del lugar de los hechos y fueron golpeados por la polic¨ªa por pedirles que dejasen de golpear a un estudiante. Hubo 56 heridos: 32 agentes y 24 manifestantes. Seg¨²n los Mossos, s¨®lo se detuvo a una persona.
Aunque menos violenta, la ma?ana tambi¨¦n fue movida. El d¨ªa anterior, el rector de la UB pidi¨® a los Mossos el desalojo de los encerrados al entender que los alumnos hab¨ªan "traspasado la l¨ªnea roja, que pasa por la no violencia", en alusi¨®n a la reciente agresi¨®n a un alumno y a una trabajadora de la universidad. El Gobierno catal¨¢n y el consejero de Universidades, Josep Huguet, mostraron ayer su apoyo a la decisi¨®n de Ram¨ªrez.
A mediod¨ªa, los estudiantes contrarios al proceso de Bolonia regresaron a la UB para protestar y arrojaron objetos a los Mossos, que volvieron a cargar de forma contundente y les barrieron de los alrededores de la sede central de la UB. Desde all¨ª, los j¨®venes se dirigieron a la sede del Departamento de Universidades, ubicado en el paseo de Gr¨¤cia. All¨ª hubo un nuevo round del particular combate con la polic¨ªa. El resultado: seis personas detenidas por atentado a la autoridad y des¨®rdenes p¨²blicos. Cinco mossos acabaron contusionados, lo mismo que decenas de alumnos. Tambi¨¦n hubo desperfectos en el mobiliario urbano.
Olmos: "No s¨¦ qu¨¦ ha fallado, espero que no vuelva a pasar"
La jornada de ayer fue dura para el director general de la polic¨ªa, Rafael Olmos. Tras los graves disturbios ocurridos en la Via Laietana, Olmos decidi¨® acudir al lugar de los hechos para dar explicaciones. El problema es que, a medianoche, todav¨ªa no sab¨ªa demasiado bien qu¨¦ hab¨ªa pasado. "?Qu¨¦ ha fallado? No lo s¨¦, dejen que lo analice", dijo el director entre los insultos de una docena de personas.
Olmos lleg¨® en su coche al centro de Barcelona, b¨¢sicamente, para pedir disculpas a los periodistas, que recibieron parte de los garrotazos de la polic¨ªa. Algunos de ellos acabaron heridos ayer (por la ma?ana y por la noche), lo que vali¨® la reprimenda a la polic¨ªa del Colegio de Periodistas de Catalu?a. "No estoy dispuesto a que vuelva a pasar lo de hoy. Asumo todas las responsabilidades y revisaremos los procesos para que los periodistas puedan trabajar de la mejor manera posible", resalt¨®.
A juicio de Olmos, la "situaci¨®n lamentable" de anoche se produjo "durante los 25 segundos" despu¨¦s de que se dispersara a los manifestantes, aunque lo cierto es que la situaci¨®n de caos y la sensaci¨®n de que los polic¨ªas andaban desbordados se alarg¨® durante, al menos, dos horas. El dispositivo especial preparado por los Mossos para la noche ten¨ªa como objetivo evitar incidentes. El director dijo que los agentes "cumplieron las directrices".
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