Una nueva mirada a los cielos

La tecnolog¨ªa es la extensi¨®n de las capacidades humanas para llegar m¨¢s lejos, m¨¢s r¨¢pido, m¨¢s fuerte, mejor. Las m¨¢quinas vienen a complementar nuestras manos y nuestros m¨²sculos. Los veh¨ªculos nos permiten desplazarnos con mayor celeridad. Nuestros ojos est¨¢n construidos de manera que ven los colores en que el Sol es m¨¢s brillante, del rojo al violeta, en la regi¨®n visible del espectro electromagn¨¦tico. Para mejorar la visi¨®n, los lentes se usaron desde el siglo XIV, y el fabricante de lentes germano-holand¨¦s Hans Lipperhey desarroll¨® en 1608 un catalejo de tres aumentos. Aquel divertimento inicial, que no se pudo patentar por ser f¨¢cilmente reproducible, encontr¨® r¨¢pidamente aplicaciones no recreativas, como el uso militar, al poder ver al enemigo ante portas con antelaci¨®n o para la navegaci¨®n mar¨ªtima.

En fase de desarrollo se encuentra el European Extremely Large Telescope, un telescopio ¨®ptico de 42 metros de di¨¢metro que comenzar¨¢ a funcionar en 2018

Galileo Galilei apunt¨® aquel primitivo catalejo a los cielos, y cambi¨® para siempre la historia de la ciencia, al descubrir un nuevo universo lejos de los dogmas de Tolomeo y Arist¨®teles. Nac¨ªa el telescopio. Con los siglos aquel instrumento se fue perfeccionando, haci¨¦ndose m¨¢s grande y m¨¢s preciso, y en el siglo XX la observaci¨®n de los cielos pudo escapar del rango de colores que puede percibir el ojo humano, saltando del rojo al infrarrojo y a las ondas de radio, y mirando m¨¢s all¨¢ del azul en el ultravioleta, en rayos X y en rayos gamma.

Los ecos del 'Big Bang', visibles

Las negras nubes de polvo, el universo caliente, los campos magn¨¦ticos o los ecos de la gran explosi¨®n que form¨® el universo dejaban de ser invisibles ante estos nuevos ojos. El ingenio humano coloc¨® telescopios en ¨®rbita all¨¢ donde la atm¨®sfera era opaca a la nueva luz, y desarroll¨® t¨¦cnicas para mejorar los telescopios al l¨ªmite. Con telescopios m¨¢s grandes en superficie se fueron viendo objetos m¨¢s y m¨¢s tenues en los cielos o lo que es lo mismo, se lleg¨® a una mayor sensibilidad. Y con telescopios m¨¢s grandes en tama?o o combinando telescopios muy separados se pudo obtener m¨¢s nitidez en las im¨¢genes, esto es, se mejor¨® la resoluci¨®n. As¨ª, los radiotelescopios de 100 metros de Effelsberg, en Alemania, o de 300 en Arecibo, Puerto Rico, permiten detectar la radiaci¨®n m¨¢s tenue de los astros m¨¢s lejanos. Combinando estos radiotelescopios se simula un instrumento del tama?o de la Tierra que alcanza resoluciones de una mil¨¦sima de segundo de arco, equivalentes a la nitidez o agudeza visual que permitir¨ªa distinguir un bal¨®n de f¨²tbol en la superficie lunar.

La carrera por ver y analizar los astros m¨¢s lejanos, m¨¢s d¨¦biles, y con mayor detalle, el sue?o de encontrar y descifrar nuevos fen¨®menos en nuestro universo sigue adelante. Los nuevos avances tecnol¨®gicos anuncian el advenimiento de una nueva ¨¦poca en que los astr¨®nomos dispondr¨¢n de nuevos e inigualados telescopios para mirar a los cielos con nuevos ojos. La revoluci¨®n est¨¢ llegando de la mano de la tecnolog¨ªa y el ingenio de astr¨®nomos e ingenieros. En puertas est¨¢ el Gran Telescopio de Canarias. A principios del pr¨®ximo decenio estar¨¢ listo ALMA, varias decenas de radiotelescopios de 12 metros de di¨¢metro que abrir¨¢n los ojos a los objetos m¨¢s fr¨ªos del universo desde el altiplano chileno.

James Webb Space Telescope

Para tomar el relevo del telescopio espacial Hubble, un nuevo instrumento en ¨®rbita se encuentra en fase de desarrollo, el James Webb Space Telescope, con un espejo de 6,5 m de di¨¢metro en ¨®rbita y cuyo lanzamiento est¨¢ previsto a partir de 2013, y que permitir¨¢ ver objetos en el infrarrojo, sobre todo en las regiones de formaci¨®n estelar, de manera complementaria a ALMA. En fase de desarrollo se encuentra tambi¨¦n el European Extremely Large Telescope, un telescopio ¨®ptico de 42 metros de di¨¢metro que comenzar¨¢ a funcionar en 2018. Junto a ellos, la radioastronom¨ªa (campo que ha producido ocho premios Nobel) dispondr¨¢ de un nuevo instrumento a partir de 2020, el Square Kilometre Array, un interfer¨®metro de un kil¨®metro cuadrado de superficie total situado en el hemisferio Sur y disperso a lo largo de cientos de kil¨®metros. El cielo en rayos X ser¨¢ explorado en mayor profundidad con instrumentos en ¨®rbita como el International X-Ray Observatory, en fase de estudio.

Espa?a participa en algunos de estos proyectos tanto en calidad de miembro del Observatorio Europeo Austral como de manera ad hoc. Como vemos, se abre una nueva era dorada para la astronom¨ªa, en la que vamos a poder ver m¨¢s lejos y mejor que en cualquier otro momento de la historia. Sin dudarlo, quien quiera subirse al tren de la astronom¨ªa disfrutar¨¢ en breve de un nuevo paisaje, desconocido y fascinante. En primera l¨ªnea han de estar los astr¨®nomos espa?oles. Al igual que los exploradores llegaron a la terrae incognitae, prepar¨¦monos para acechar los nuevos cielos, con nuevos ojos, pues nos esperan sorpresas en el hasta ahora caelo incognito. Como en los mapas antiguos... hic svnt dracones.

Eduardo Ros Ibarra, miembro de la Sociedad Espa?ola de Astronom¨ªa, es profesor de Astronom¨ªa de la Universidad de Valencia y ha sido coordinador cient¨ªfico del Instituto Max Planck de Radioastronom¨ªa de Bonn (Alemania)